CAPITULO TRES —
EL CALLEJÓN DIAGONMe desperté temprano aquella mañana. Aunque sabía que ya era de día, mantenía los ojos muy cerrados
— Ha sido un sueño — pensé — Soñé que un gigante llamado Hagrid venía a decirnos que íbamos a ir a un colegio de magos. Cuando abra los ojos estaré en casa, en mi alacena —
Se produjo un súbito golpeteo.
— Y ésa es tía Petunia llamando a la puerta — pensé con el corazón abrumado. Pero todavía no abría los ojos. Había sido un sueño tan bonito...
Toc. Toc. Toc.
— Está bien — asentí — Ya me levanto —
Me incorporé y se me cayó el pesado abrigo negro de Hagrid. La cabaña estaba iluminada por el sol, la tormenta había pasado, Hagrid estaba dormido en el sofá y había una lechuza golpeando con su pata en la ventana, con un periódico en el pico.
— Harry — sacudí a mi hermano a mi lado
— Mmm... — balbuceó abrazándose buscando el calor que el abrigo del gigante nos daba
— Harry — alcé un poco la voz y éste abrió los ojos
— ¿Ha sido un sueño? — me preguntó
— Creo que no — le dije mirando a Hagrid en el sofá — Mira — le señalé la lechuza en la ventana
Harry se puso de pie, tan feliz como si un gran globo se expandiera en su interior. Fue directamente a la ventana y la abrió. La lechuza bajó en picado y dejó el periódico sobre Hagrid, que no se despertó. Entonces la lechuza se posó en el suelo y comenzó a atacar el abrigo de Hagrid.
— No hagas eso — murmuré tratando de apartar a la lechuza, pero ésta cerró el pico amenazadoramente y continuó atacando el abrigo
— ¡Hagrid! — dijo Harry en voz alta — Aquí hay una lechuza... —
— Págala —gruñó Hagrid desde el sofá
— ¿Qué? —
— Quiere que le pagues por traer el periódico. Busca en los bolsillos —
El abrigo de Hagrid parecía hecho de bolsillos, con contenidos de todo tipo: manojos de llaves, proyectiles de metal, bombones de menta, saquitos de té... Finalmente Harry sacó un puñado de monedas de aspecto extraño.
—Dale cinco knuts — dijo soñoliento Hagrid
— ¿Knuts? — pregunté
— Esas pequeñas de bronce —
Harry contó las cinco monedas y la lechuza extendió la pata, para que mi hermano pudiera meter las monedas en una bolsita de cuero que llevaba atada. Y salió volando por la ventana abierta.
Hagrid bostezó con fuerza, se sentó y se desperezó.
— Es mejor que nos demos prisa, chicos. Tenemos muchas cosas que hacer hoy. Debemos ir a Londres a comprar todas las cosas del colegio.
Harry estaba dando la vuelta a las monedas mágicas y observándolas. Y tenía la expresión de como si algo le había hecho sentir que el globo de felicidad en su interior acababa de pincharse.
— Mm... ¿Hagrid? — miró mi hermano al hombre
— ¿Sí? —dijo Hagrid, que se estaba calzando sus colosales botas
— No tenemos dinero y ya oíste a tío Vernon anoche, no va a pagar para que vayamos a aprender magia —
— Es verdad — murmuré y sentí como yo también decaída
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Una Potter serpiente [DRACO MALFOY]
FanficHelena y Harry, dos hermanos que quedaron huérfanos después del supuesto accidente de coche que sufrieron sus padres, se quedan viviendo durante 11 años en casa de sus tíos, los Dursley, hasta que de la nada reciben una carta de Hogwarts. Hay será c...