CAPÍTULO SETENTA Y SEIS—
LAS COCINAS DE HOGWARTSEl comienzo del mes de diciembre llevó a la escuela vientos y tormentas de aguanieve. Aunque el castillo siempre resultaba frío en invierno por las abundantes corrientes de aire, me alegraba encontrar las chimeneas encendidas y los gruesos muros cada vez que volvía del lago, donde el viento hacía bailar el barco de Durmstrang e inflaba las velas negras contra la oscuridad del cielo. Imaginé que el carruaje de Beauxbatons también debía de resultar bastante frío.
Harry y Ron volvían a hablarse, tras que éste último se diera cuenta después de qué Harry casi fuera achicharrado por el Colacuerno Húngaro, de qué era imposible que Harry hubiera echado su nombre al cáliz. Ahora, con la ayuda de Ron, buscábamos la manera de abrir el huevo que Harry había ganado tras la primera prueba; al parecer dentro de éste se hallaba una pista de la segunda prueba.
Los que se habían mantenido en sus trece, habían sido los de Slytherin. El grupo de Pansy. Ésta estaba algo más distante, después de mis continuas amenazas, pero las hermanas Greengras, Crabbe o Goyle seguían metiéndose con nosotros. Sobre todo con Harry.
El que me había sorprendido había sido Draco, qué se había distanciado de su grupo y ahora iba mucho con Zabini y sus compañeros de Quidditch. Mentiría si dijera que no me sigue dando un vuelco el corazón cuando le veo, más cuando intentaba hablar conmigo y solucionar las cosas pero es que después de tantas se me ha hecho imposible confiar en él. Quiero hacerlo, de verdad qué si, pero sé que no hay camino para nosotros. Cuánto antes lo asuma, mejor.
La profesora Trelawney, que se había mostrado tan satisfecha de Harry y Ron cuando predecían sus horribles muertes, volvía a enfadarse de la risa tonta que les entró en medio de su explicación de las diversas maneras en que Plutón podía alterar la vida cotidiana.
— Me atrevo a pensar — dijo en su voz tenue que no ocultaba el evidente enfado — que algunos de los presentes — miró reveladoramente a Harry — se mostrarían menos frívolos si hubieran visto lo que he visto yo al mirar esta noche la bola de cristal. Estaba yo sentada cosiendo, cuando no pude contener el impulso de consultar la bola. Me levanté, me coloqué anteella y sondeé en sus cristalinas profundidades... ¿Y a que no diríais lo que vi devolviéndome la mirada? —
— ¿Un murciélago con gafas? — dijo Ron en voz muy baja. Hice enormes esfuerzos para no reírme
— La muerte, queridos míos — Parvati y Lavender se taparon la boca con las manos, horrorizadas — Sí — dijo la profesora Trelawney —, viene acercándose cada vez más, describiendo círculos en lo alto como un buitre, bajando, cerniéndose sobre el castillo... —
Miró con enojo a Harry, que bostezaba con descaro.
— Daría más miedo si no hubiera dicho lo mismo ochenta veces antes — comentó Harry, cuando por fin salimos al aire fresco de la escalera que había bajo el aula de la profesora Trelawney — Pero si me hubiera muerto cada vez que me lo ha pronosticado, sería a estas alturas un milagro médico —
— Serías un concentrado de fantasma — dijo Ron riéndose alegremente cuando se cruzamos con el Barón Sanguinario, que iba en el sentido opuesto, con una expresión siniestra en los ojos — Al menos no nos han puesto deberes. Espero que la profesora Vector le haya puesto a Hermione un montón de trabajo. Me encanta no hacer nada mientras ella está... —
No vi a Hermione en la cena. Nadie la vio. Tampoco la encontramos en la biblioteca cuando fuimos a buscarla. Dentro solo estaba Viktor Krum. Ron merodeó un rato por las estanterías, observando a Krum y cuchicheando con Harry y conmigo sobre si pedirle un autógrafo. Pero luego se dio cuenta de que había al acecho seis o siete chicas en la estantería de al lado debatiendo exactamente lo mismo, y perdió todo interés en la idea.
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Una Potter serpiente [DRACO MALFOY]
FanfictionHelena y Harry, dos hermanos que quedaron huérfanos después del supuesto accidente de coche que sufrieron sus padres, se quedan viviendo durante 11 años en casa de sus tíos, los Dursley, hasta que de la nada reciben una carta de Hogwarts. Hay será c...