Una Potter serpiente [DRACO MALFOY]

CAPÍTULO (7)

CAPITULO SIETE —
TROL

Cuando llegamos al Gran Comedor no tardé mucho en irme, no tenía mucha hambre y además estaba bastante cansada de todo el día además de que no paraba de pensar en todo lo que le había dicho a Malfoy. Quizás me había pasado, pero enserio, es tan cruel ese chico que saca lo peor de mi. Quizás estuvo decirle lo que le dije, pero tampoco me arrepiento. Solo me adelanto a decirle algo que le va a pasar y así se va metalizando.

Mientras iba de camino al dormitorio me dieron una ganas tremendas de hacer lo que viene siendo de vientre, así que no pensé dos veces en correr hacía el baño que tenía más cercano. Entré rápido y me metí en un cubículo a hacer mis necesidades. Aunque me fue algo difícil. Había alguien en el cubículo de al lado que no paraba de llorar, así que decidí preguntar.

— Perdona, ¿estás bien? — pregunté en voz alta

— ¿Helena? — preguntó la otra voz

— ¿Sí? — volví a preguntar sin saber que responder. Aunque tampoco escuché nada más, solo una puerta abriéndose y después cerrándose, pero después empecé a escuchar un rugido extraño y unos pasos que hacia que todo el suelo retumbará

— ¿Hermione? ¿Estás ahí? — pregunte nerviosa

No dijo nada, simplemente entró en el baño donde me estaba colocando la falda

— ¿¡Qué...!? — no me dio tiempo a preguntar qué estaba pasando, me tiró del brazo hacia abajo y con sus manos me cubrió la cabeza

— ¡Hermione, corre! — escuché desde el exterior del baño

— ¿¡Harry!? —

— ¿¡Helena!? —

— ¡Ayuda! — gritaba Hermione, mientras tiraba de mí para que reaccionará y pasáramos a otro cubículo

— ¡Eh, tú! ¡Cerebro de guisante! — gritó Ron

— Corre — le dije a Hermione cuando el trol se despistó con él. Nos metimos debajo de los lavabos intentando protegernos pero el trol nos vio y destrozó con su basto donde estábamos antes de que nos moviéramos — ¡Ayuda! — grité abrazada a Hermione

Harry se subió sobre el trol para después meterle su varita por la nariz aunque no le salió bien ya que este le cogió por una pierna y lo puso bocabajo. Me lancé a una de las piernas del trol, escalé su viscoso y verde cuerpo hasta llegar al brazo que sostenía el mazo.
Sentada en el hueco entre el cuello y el hombro, le di una patada al mazo pero lo sujetaba con demasiada fuerza. Perdí el equilibrio y me quedé sujeta al cuello del trol, me coloqué sobre sus hombros y le tiré de las orejas con el intento de descontrolarle aprovechando que ambas manos estaban ocupadas.

— ¡Haz algo! — le pidió a gritos mi hermano al pelirrojo mientras esquivaba los intentos de golpearle por parte del trol

— ¿El qué? —

— Lo que sea. ¡Pero deprisa! —

— ¡Agitar y golpear! — le decía Hermione recordándole el hechizo que habíamos aprendido en clase de encantamientos

— Wingardium Leviosa — pronunció apuntando al mazo, y este se quedó flotando en el aire hasta que le cayó en la cabeza al trol haciendo que se desmayará casi encima de Harry
Yo caí antes que el trol y, cuando vi su enorme cuerpo aproximarse a mi con velocidad, di una vuelta de 360 grados al lado contrario y se terminó de desplomar a mi vera.

— ¿Está muerto? — preguntó Hermione

— No creo, sólo inconsciente — le respondió Harry quitando su varita de la nariz del trol. Puso unamueca de asco

— Mocos de trol — comentó Ron

Seguidamente entraron los profesores, encabezados por McGonagall quien se llevo una mano al corazón.

— Oh, Dios mío — dijo la profesora — Ya podéis explicaros, los dos — les mandó alterada a los chicos

— Ha sido culpa mía, profesora McGonagall — interrumpió Hermione a Harry cuando este empezó a balbucear buscando las palabras correctas

— ¿Señorita Granger? — preguntó la profesora estupefacta

— Fui en busca del trol — continuó — He leído mucho acerca de ellos y me sentía capaz de hacerles frente. Pero estaba equivocada. Si los chicos y Helena no hubieran venido a tiempo probablemente estaría muerta — explicó muy convencida

— Si ha sucedido como dice, ha sido una auténtica locura. Esperaba una conducta más sensata por su parte. Estoy muy decepcionada con usted, señorita Granger. Le serán sustraídos cincos puntos a Gryffindor por su gran falta de juicio. Y en cuanto a ustedes, caballeretes — nos miró a los chicos y a mí, la profesora — espero que valoren lo afortunados que son. No muchos alumnos de primero se han enfrentado a un trol gigante y han vivido para contarlo. Cinco puntos serán concedidos a cada uno, para sus respectivas casas, por estricta suerte inmerecida — dicho eso se va ella y el resto de profesores, excepto Quirell

— Yo me iría ya, podría despertar — nos dijo este ultimo