CAPÍTULO (6)

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CAPITULO SEIS —
PRIMER DÍA DE CLASES

A la mañana siguiente alguien empezó a saltar en mi cama y dar voces. Abro un ojo y me encuentro a Irma saltando sobre mi cama y gritando que nos levantemos. Charity, que estaba apoyada en mi almohada durmiendo también, me empezó a chupar la cara y ya no tuve más opción que levantarme.

— ¡Buenos días! — gritó Irma dándome un abrazo — ¡Vamos Pansy! ¡Ada! — comenzó a saltar en sus camas mientras yo iba a buscar mi ropa

— ¿¡Te quieres estar quieta, Irma!? — le grita esta última

— ¡Venga, que vamos a llegar tarde! — seguía saltando

Saqué mi uniforme y me fui al baño con él. Me quité mi ropa y me fui poniendo la ropa del uniforme. Cuando me estaba poniendo la falda, alguien llamó a la puerta del baño.

— Helena. Soy Pansy, ¿puedo pasar a peinarme? — me preguntó al otro lado de la puerta

— Sí, claro — le digo mientras termino de abrocharme la falda

— Que bien te queda — me dice cuando entra

— Gracias — le agradezco — ¿Son siempre así? — le preguntó refiriéndome a las dos chicas que seguían gritando fuera

— ¿Quiénes? ¿Irma y Ada? — asentí — Suelen ser peor — rió — No, es broma. Suelen ser así, sí. Pero te acabas acostumbrando. Aunque a pesar de llevar toda la vida con ellas: yo no he terminado de hacerlo — ríe mirando a través del espejo mientras se hacía una coleta

Termine de ponerme las manoletinas negras y salimos las cuatro hacía la sala común. Eran las siete y media cuando llegó el jefe de nuestra casa, el profesor Snape, el hombre con el que cruce miradas anoche en la ceremonia de selección.

Sin decirnos mucho, nos repartes unos pergaminos con el horario y se va.

— ¿Qué nos toca ahora? — pregunta Irma abriendo el pergamino

— Transformaciones — le responde Adanna mirando el horario

— Pues venga, vamos yendo — dice la rubia

Al llegar a las escaleras hago el ademán de poner un pie en el primer escalón pero me choco con un cuerpo al ponerse en medio.

— A ver, Potter. Hemos empezado mal — los ojos grises de Draco Malfoy me miraron interesados — Seamos amigos y todo te ira mejor —

Reí sarcástica.

— Malfoy, aparta —

— No, Potter. Escúchame —

— Quítate... de... mi... camino — le miré seria perdiendo la poca paciencia que tengo

— ¿O qué? —

Estuvo apunto de pegarle un puñetazo, así seguro que se aparta, pero Irma retuvo mi codo antes de que saliera disparado hacía Malfoy. Suspiré y di un paso a mi izquierda y esquivarle, no sin antes golpearle en el hombro con el mío.

— Allí, mira — escuché unos murmullos por el pasillo
— ¿Dónde? —
— Al lado de Párkinson —
—¿La pelirroja? —
—¿Has visto su cuello? —
—¿Has visto su cicatriz? —

Murmuraos como esos me siguieron ese momento. Los alumnos que esperaban fuera de las aulas se ponían de puntillas para mirarme, o se daban la vuelta en los pasillos, observándome con atención. Deseaba que no lo hicieran, porque intentaba concentrarme para encontrar el camino de la clase. Además, me incomodaba.
¿Que tenía de malo mi cicatriz? Le había visto a Irma esta mañana una cicatriz en la rodilla, la cual me había contado que se la hizo cuando se cayó de la bicicleta al perseguir una bandada de mariposas. ¿Por qué su cicatriz no daba de que hablar?

Una Potter serpiente                                            [DRACO MALFOY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora