CAPÍTULO (52)

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CAPÍTULO CINCUENTA Y DOS—
EL VASALLO DE LORD VOLDEMORT

Hermione dio un grito. Black se puso en pie de un salto.

— He encontrado esto al pie del sauce boxeador — dijo Snape, arrojando la capa a un lado y sin dejar de apuntar al pecho de Lupin con la varita — Muchas gracias, Potter, me ha sido muy útil —

Snape estaba casi sin aliento, pero su cara rebosaba sensación de triunfo.

— Severus... — comenzó Lupin, pero Snape no lo oyó

— Le he dicho una y otra vez al director que ayudabas a tu viejo amigo Black a entrar en el castillo, Lupin. Y aquí está la prueba. Ni siquiera se me ocurrió que tuvierais el valor de utilizar este lugar como escondrijo —

— Te equivocas, Severus — dijo Lupin, hablando aprisa — No lo has oído todo. Puedo explicarlo. Sirius no ha venido a matar a los chicos —

— Dos más para Azkaban esta noche — dijo Snape, con los ojos llenos de odio — Me encantará saber cómo se lo toma Dumbledore. Estaba convencido de que eras inofensivo, ¿sabes, Lupin? Un licántropo domesticado... —

— ¿Vale la pena volver a meter en Azkaban a un hombre inocente por una pelea de colegiales? —

Entonces, del final de la varita de Snape surgieron unas cuerdas delgadas, semejantes a serpientes, que se enroscaron alrededor de la boca, las muñecas y los tobillos de Lupin. Éste perdió el equilibrio y cayó al suelo, incapaz de moverse. Con un rugido de rabia, Black se abalanzó sobre Snape, pero Snape apuntó directamente a sus ojos con la varita.

— Dame un motivo — susurró — Dame un motivo para hacerlo y te juro que lo haré —

Black se detuvo en seco. Era imposible decir qué rostro irradiaba más odio. Me quedé paralizada, sin saber qué hacer ni a quién creer. Miré una mirada a mis amigos. Ron parecía tan confundido como yo, intentando todavía retener a Scabbers. Harry miraba expectante la situación. Hermione dio hacia Snape un paso vacilante y dijo casi sin aliento:

— Profesor Snape, no... no perdería nada oyendo lo que tienen que decir, ¿no cree? —

— Señorita Granger, me temo que vas a ser expulsada del colegio — dijo Snape — Tú, los Potter y Weasley os encontráis en un lugar prohibido, en compañía de un asesino escapado y de un licántropo. Y ahora te ruego que, por una vez en tu vida, cierres la boca —

— Pero si... si fuera todo una confusión... —

— ¡CÁLLATE, IMBÉCIL! — gritó de repente Snape, descompuesto — ¡NO HABLES DE LO QUE NO COMPRENDES! —

— ¡Expelliarmus! — exclamé y Snape atravesó la cama que había al otro lado de la habitación

Una ráfaga de aire movió la puerta sobre sus goznes. Snape fue alzado en el aire y lanzado contra la pared. Luego resbaló hasta el suelo, con un hilo de sangre que le brotaba de la cabeza. Estaba sin conocimiento.

— ¡Hemos agredido a un profesor...! ¡Hemos agredido a un profesor...! — gimoteaba Hermione, mirando asustada a Snape, que parecía muerto — ¡Vamos a tener muchos problemas! —

— Gracias, Lena — me agradeció Lupin

— Aún no creo en usted — repuse

— Entonces es hora de que te ofrezcamos alguna prueba — dijo Black — Muchacho, entrégame a Peter. Ya —

Ron apretó a Scabbers aún más fuertemente contra el pecho.

— Venga — respondió débilmente —, ¿quiere que me crea que escapó usted de Azkaban sólo para atrapar a Scabbers? Quiero decir... — nos miró en busca de apoyo — De acuerdo, supongamos que Pettigrew pueda transformarse en rata... Hay millones de ratas. ¿Cómo sabía, estando en Azkaban, cuál era la que buscaba? —

Una Potter serpiente                                            [DRACO MALFOY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora