CAPÍTULO (74)

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CAPÍTULO SETENTA Y CUATRO—
CARAS EN LA LUMBRE

— Apasionante — sonreía Neville maravillado. Estaba metido hasta las rodillas en la orilla del Lago Negro mientras recogía unas muestras de plantas submarinas — Apasionante —

— Neville. Lo has vuelto a hacer — le dije mirando el libro de herbología que Harry tenía entre sus manos — "¿Plantas acuáticas mágicas de lagos de las tierras altas?"

— Moody me lo dejó. El día que tomamos té — dice levantando la mano para saludar a alguien. O para indicar donde estamos

Para nuestra sorpresa, nos percatamos de que eran Ginny y Hermione, junto a Ron. Estos dos últimos, cuchicheaban.

— ¿Por qué no se lo dices tú? — se quejaba Hermione — Ron, el problema es tuyo, no mío — Harry se levantó del tronco — ¿Qué quieres que le diga? — suspira y continua frente a Harry esta vez:

» Ronald quiere que te diga que Seamus le ha dicho que a Dean le ha dicho Parvati que Hagrid te está buscando.

— ¿Es eso cierto?... Espero, ¿qué? —

Hermione frunce el ceño y vuelve a acercarse a Ron para que se lo repita. Y vuelve a pararse frente a Harry.

— A Dean le dijo Parvati... Por favor, no me pidas que lo repita —

— Hagrid quiere verte — resumo mirando a Hermione, buscando su aprobación. Ésta asiente y se marcha por donde ha venido

— Bueno, dile a Ronald... —

— ¡No soy una lechuza! — exclama Hermione exasperada. Acaba marchándose junto a Ginny, y Ron, tras una última mirada a Harry, las sigue

— Helena — llama mi atención mi hermano. Le miro y me tiende una carta, a espaldas de Neville, una vez se habían ido nuestros amigos. Porque sí, aunque Harry y Ron estén enfadados, siempre van a ser amigos

Abro la carta y me encuentro con la letra de Lupin.

Harry & Helena

No puedo decir en una carta todo lo que quisiera, porque sería demasiado arriesgado si interceptaran la lechuza. Tenemos que hablar cara a cara. ¿Podríais aseguraros de estar solos junto a la chimenea de la torre de Gryffindor a la una de la noche del 22 de noviembre?

Sabemos mejor que nadie que sois capaces de cuidar de vosotros mismos, y mientras estéis cerca de Dumbledore y de Moody no creemos que nadie os pueda hacer daño alguno...

— ¿Por qué habla en plural? — le pregunto a Harry

— Sigue leyendo —

Sin embargo, parece que alguien está haciendo intentos bastante acertados. El que os presentó al Torneo tuvo que arriesgarse bastante, especialmente con Dumbledore tan cerca.

Estaros al acecho, chicos. Seguid informándonos de cualquier cosa anormal. En cuanto podáis, haznos saber si os viene bien el 22 de noviembre.

Lupin & Sirius

— Osea que están juntos —

— Eso parece —

— Me quedo más tranquila — digo cerrando la carta, devolviéndosela a Harry

La sala común de Gryffindor estaba desierta y, dado que olía como siempre, concluía que Hermione no había tenido que recurrir a las bombas fétidas para asegurarse de que no quedara nadie allí.

Me quito la capa invisible cuando Harry me hace señales para ellos y me echo en un butacón que había delante de la chimenea. La sala se hallaba en penumbra, sin otra iluminación que las llamas. Al lado, en una mesa, brillaban a la luz de la chimenea las insignias de «Apoya a CEDRIC DIGGORY» que los Creevey habían tratado de mejorar. Ahora decía en ellas: «POTTER APESTA DE VERDAD.»

Una Potter serpiente                                            [DRACO MALFOY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora