The Amazing Spider-Man: Eres mi mundo

La jugada de Fiers y Rhino

Peter se encontraba en su cuarto, recostado en la cama.
El joven arácnido estaba sumido en sus pensamientos.
Ya pasaron dos semanas desde que regresó como Spider-Man en un enfrentamiento contra Rhino. Tal vez ese villano había escapado, pero algo igual de importante que eso era que el héroe que los ciudadanos de New York admiraban, había vuelto.
Este regreso se logró gracias a una persona muy especial para Peter...
Gwen Stacy.
El discurso que su difunta novia había dado en la graduación fue lo que ayudó a Peter a levantarse de nuevo y volver a ser Spider-Man. Fueron esas palabras de Gwen lo que lo motivó a seguir luchando por la justicia y la seguridad de New York.
Gwen era todo para Peter, y lo sigue siendo. A pesar de haber vuelto a la acción, extrañaba demasiado a la chica rubia. No había ningún día en que no pensara en ella. Tal vez no lo hace tan a menudo como antes, pero el castaño visita a Gwen en el cementerio. Aún así, le hace falta, tanta falta...
Los pensamientos de Peter se vieron interrumpidos por una notificación de su celular. Nuestro protagonista tomó su celular, y vio la notificación que le llegó.

Peter: Es Eddie...

Eddie uni
Hola Peter

Hola, Eddie. ¿Cómo estás?

Eddie uni
Bien y tú

Eddie uni
Espero que bien

Me alegro por ti.

Eddie uni
Oye estás ocupado?

No, ¿por qué lo preguntas?

Eddie uni
Estoy muy aburrido en mi casa te parece si vamos a la kafeteria de siempre

Eddie uni
*Cafetería

Eddie uni
?

Bueno, no hay problema. Voy para allá.

Eddie uni
Genial entonces nos vemos alli

Peter guardó el celular, alistó su mochila y bajó al comedor, donde se encontraba su Tía May.

Peter: Tía May, voy a salir un rato.

May: Oh, entiendo. ¿A dónde vas?

Peter: A la cafetería con Eddie.

May: ¿Tu amigo de la universidad?-Peter asintió-Saludalo de mi parte.

Peter: Por supuesto-salió de la casa, y se dirigió a la cafetería. Una vez allí, fichó una mesa y un par de minutos después llegó Eddie Brock, un joven fornido de pelo rubio y ojos azules.

Peter le hizo señas para que fuera a la mesa, y en unos segundos, Eddie Brock estaba sentado frente a Peter.

Eddie: Hola Peter. ¿Cómo estás?-su cabello rubio le llegaba hasta los hombros y estaba peinado para atrás.

Peter: Hola, Eddie. Mi tía May te manda saludos.

Eddie: Ahh, genial. Hey, ¿ya hiciste tu parte del trabajo?

Peter: Sí, ya la hice-sacó de su mochila un folio, que se lo dio a Eddie-. Aquí está mi parte del trabajo. Sólo queda que lo juntes con lo que hiciste y podremos entregarlo mañana.

Eddie: Sí seguro-guardó el folio en su mochila-. Cuenta conmigo, Bro.

Peter: Eddie.

Eddie: ¿Sí?