Cuando el verde y el naranja se encuentren...

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Ned: Esta es la fórmula que le propongo-la escribió en el pizarrón. Raxton la leyó y al terminar estaba sorprendido.

Mark: Impresionante…Podría funcionar. Mañana la pondremos a prueba, ¿Sí?

Ned: Muchas gracias, Doctor Raxton.

Mark: No tiene que agradecer. Es nuestro trabajo-el menor se quitó la bata y la colgó-. Vaya con cuidado-Ned asintió. Se oyeron unos golpes en la puerta.

Ned: ¿Quién será?-ya alistado, abrió la puerta, y para su sorpresa era Felicia-¿Señorita Hardy?

Felicia: Señor Leeds, el jefe quiere verlo.

Ned: ¿De nuevo?-la mayor asintió. Ned miró a Raxton y este asintió.

Mark: Hasta luego, Señor Leeds-Ned asintió y se fue con Felicia.

Ninguno de los dos soltó una palabra en el ascensor.
Ned estaba intrigado y preocupado, dado a que Harry quería verlo de nuevo…¿Por qué? ¿Por qué lo convocó otra vez?

Ned: Señorita Hardy…

Felicia: ¿Sí, Señor?

Ned: ¿Sabe por qué el Señor Osborn me convocó de nuevo?

Felicia: Francamente no tengo idea, pero no tiene que preocuparse si no hizo nada malo.

Ned: De acuerdo. Gracias.

Felicia: De nada-ya llegaron al piso destinado, bajaron del ascensor y entraron a la oficina de Harry tras tocar la puerta-. Vengo con Leeds, Señor.

Harry: Excelente-la fémina se retiró. El Osborn menor se sentó frente a su hermano.

Ned: ¿Para qué me necesitaba, Jefe?

Harry: Quiero hacerle unas preguntas, y más le vale responderme con la verdad.

Ned: Seguro…-tenía un mal presentimiento.

Harry: ¿Quién eres y por qué te inscribiste en mi compañía?

Ned: Lo dije ayer. Soy Edward Leeds, y me inscribí en OsCorp para estudiar citología.

Harry: No me vengas con eso. Sé que hay algo más. No creo que te hayas inscripto sólo para estudiar citología. Puedes confiar en mí, no te voy a juzgar, así que adelante, dime.

Ned: Bien…-su mente no daba para crear una mentira más creíble, por lo que su mejor opción era decir la verdad-…Tengo una enfermedad terminal, y me inscribí en OsCorp para aprender y buscarle una cura.

Harry: ¿Qué enfermedad?

Ned: Hiperplasia retroviral, o también conocida como la Maldición Osborn.

La sospecha de Harry resultó acertada, Ned era un familiar suyo.

Harry: ¿Tienes mi misma enfermedad?-Ned asintió-Pero, ¿Cómo? ¿Cuál es nuestro parentesco?

Ned: Somos medio hermanos. Nuestro padre y mi madre me concibieron un año después de ti.

Harry: Así que eres mi hermano menor.

Ned: Aparentemente sí-sin que se diera cuenta, Harry sacó un objeto de un cajón-. Hoy logré mi objetivo. Pude hacer una fórmula con el veneno de araña, y mi enfermedad está curada.

Harry: ¿Enserio?

Ned: Sí. Sólo debo hacer una muestra más y usarla en usted.

Harry: Qué bueno, hermano. Pero antes, quisiera que me hagas un favor.

Ned: ¿Cuál favor…?-recibió un disparo en su hombro izquierdo, y dada la cercanía entre él y Harry, cayó en el suelo-¡Osborn…! ¿Qué le pasa?-Harry se levantó de su escritorio y se paró delante de Ned con un arma en mano.

Harry: Yo ya sospechaba de esto. Vi las marcas en tus manos y los sarpullidos verdes, sólo esperaba a que tú mismo me lo dijeras.

Ned: ¡¿Po-Por qué me atacaste?! ¡Si te dije que puedo curarte!

Harry: Claro, claro-sonrió-. Pero como eres mi hermano, tienes más para dar.

Ned: ¿De qué hablas?

Harry: Ya lo averiguarás. Cuando despiertes serás alguien nuevo. Descansa-noqueó a Ned con la empuñadura del arma.

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Peter llegó a la casa de los Leeds, fue a la sala de estar, encontrándose con la madre de Ned.

Peter: ¿Qué tal, Señora Leeds?

Señora Leeds: Ah, Peter, regresaste.

Peter: ¿Y Ned?

Señora Leeds: No lo sé. Debería haber regresado hace media hora.

Peter: Fue a la pasantía en OsCorp, ¿no?-la mayor asintió.

Señora Leeds: Temo que le haya pasado algo.

Peter: Ahora que lo menciona, yo también. Espero que sólo haya tenido un problema de tránsito.

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Eddie caminaba por las calles de Manhattan con un folio en mano.

Eddie: Este es mi último recurso-se había lavado la cara y llevaba su traje de vestir negro-. Con esto podré pagar, no uno, sino dos meses de renta-entró al edificio del Daily Globe.

Eddie preguntó por la oficina del editor, y con las indicaciones tomó el ascensor hasta el último piso. Se encontró con un empleado.

Empleado: ¿Puedo ayudarlo, Señor…-miró su cara con extrañeza; a pesar de que se lavó la sangre, aún se veían los moretones y la hinchazón.

Eddie: Brock. Vengo con fotos de Spider-Man robando, quiero venderlas-le mostró las fotos. El empleado las vio asombrado.

Empleado: ¡Son muy buenas! Te llevaré con nuestro editor.

Eddie: Gracias.

Eddie: Gracias

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The Amazing Spider-Man: Eres mi mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora