Sexo 𝑠𝑖𝑛 𝐏𝐈𝐄𝐃𝐀𝐃 |Christopher Vélez| +18 ©

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MARATÓN 2/5.

Sé que Erick tiene curiosidad puedo notarlo en sus ojos.

— Si quieres hacerlo, podríamos intentarlo — Digo dándole una sonrisa de boca cerrada— Serán nuevas experiencias que compartiremos, lo haré si tú estás de acuerdo.

Erick sonrió para mí, me sujeto más fuerte de la mano dando un pequeño jalón para poder abrazarme.

— Lo haremos, compartiremos está locura juntos.

Tomados de la mano fuimos detrás de Laura para así poder tener nuestro sobre, el cual indicaría nuestra suerte.

— Lau, podrías darnos un sobre, mi ángel y yo jugaremos.

— Bien, me parece espectacular, créanme que se divertirán mucho, salir de la rutina es una buena idea, Amelie toma uno— Dijo acercando una caja con variedad de sobres, tome uno— Zabdiel querido podrías darle un sobre a Erick.

Erick tomo su sobre.

— Ahora a buscar a sus parejas y diviertanse.

Amelie más te vale no arrepentirte, por qué ya no hay vuelta atrás.

Erick me rodeo con sus brazos, sus ojos esmeralda me miraron, lo sentí acercarse y darme un beso lleno de pasión, lujuria y amor.

— Diviértete cariño— Fue lo que pude decir cuando nos separamos de nuestro eufórico beso—

— Igual hazlo, te deseo suerte, te amo no lo olvides — un corto beso dejo sobre mis labios antes de irse alejando para comenzar a buscar a su pareja de esta noche.

Abrí aquel sobre, en el cual había una tarjeta en color blanco con un número en negro, 78, ese fue el número que me tocó.

Pronto comencé a caminar por el gigantesco salón, sentí el chocar con alguien, un apuesto hombre, portaba un traje color negro al igual que su corbata, el moreno de estatura promedio, intensos ojos y con un poco de barba, el cabello algo alborotado, pareciera que alguien lo ha despeinado.

Richard Camacho. Un hombre sensual no lo negaré.

— Señora Colón, lamento mi choque repentino ¿Sé encuentra bien?.

— No se preocupe señor Camacho, estoy bien.

— ¿Ya ha encontrado a su pareja?— Pregunto con cierto destello de curiosidad

— Aún no — Solté un suspiro—

— ¿Puedo saber que número le ha tocado?

— Claro, me ha tocado el número setenta y...

Fui interrumpida por su voz— setenta y cinco— dijo, sus ojos mostraban ilusión.

— Lo lamento me ha tocado el setenta y ocho— Dije mientras mostraba mi tarjeta— Señor Camacho que tenga suerte en encontrar a su pareja.

— Igualmente señora Colón, hasta luego— Se esfumo—

Pude sentir la presencia de alguien detrás mío, sabía que no era Erick, el olor a la colonia no era la que mi marido utiliza, de repente se me hizo tan familiar, se que es él, el olor y la energía que siento todo se entonar a él.

— ¿Por qué no deja de aparecerse a dónde sea que voy? — Pregunté mientras volteó para encararlo, una vez frente a él levanto un poco el rostro para verle— ¿No piensa contestar mi pregunta?, ¿Por qué aparece a cualquiera lugar al que voy, Señor Vélez?

Él tan solo me dedicaba una mirada, sus ojos seguían oscuros, había deseo en ellos pude verlo, pronto una sonrisa se formó en sus labios.

— Solo pasaba por aquí buscando a mi pareja y la he encontrado, ¿Que número tiene Señora Colón? Puede que usted sea mi pareja y no sea necesario seguir buscando— Dijo sonando tan seguro, mientras su sonrisa de boca cerra permanecía—