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MARATÓN 2/4

Christopher Vélez.

Seguí a Amelie hasta llegar dentro de la casa, a lejos podíamos ver cómo Laura y Joel se adentraba en el gimnasio.

— Acompáñame a la habitación. — hablo Amelie.

No dije nada tan solo la seguí escaleras arriba, una vez llegamos al segundo piso y estábamos solos no pude contenerme más y jale despacio y mis labios los estampe con los suyos, tengo ganas de ella y no puedo esperar. Amelie respondió a mi beso apasionado y poco a poco me separé de ella con delicadeza al hacerlo Amelie aún tiene los ojos cerrados que poco a poco se van abriendo dejando ver  sus hermosos ojos marrones  estallando en deseo tanto como los míos.

— Amelie no aguanto más, te necesito, ansiaba y anhelaba volver a verte quería que el tiempo pasará rápido así como me lo pensé cantidad de veces en tomar un avión y llegar a Grecia y de decirte lo que estoy dispuesto a hacer para que yo sea  tú opción.

Juntos caminamos hasta llegar a una se las habitaciones una vez adentro cerré la  puerta y Amelie tomo asiento en la cama mientras que yo me quedé de pie recostando mi espalda contra la puerta.

— Amelie di algo, ¿tu desición cuál es?

— Christopher no puedes venir a presionarme, además te lo deje en claro hace tiempo y créeme que quería estar a solas para decirte porqué carajos lo has dicho, ella lo sabe y todo se puede ir al carajo.

¿Saber? ¿Quién? No tengo la mínima idea de que está hablando.

Tal vez en mi cara vio la confusión de lo que decía porque inmediatamente agrego .

— Jade, tu amiguita lo sabe, ella sabe lo que  paso entre nosotros y tú se lo has dicho, ¿Por qué lo has hecho? Si sabes que ella puede ir y confesarselo a Erick.

En verdad lo que estoy escuchando es increíble, me está reclamando, por algo que claramente no hice , Amelie debes estar bromeando.

— Que es Jade lo sepa no significa que yo se lo dije.

— Ella me dijo que lo sabía y si no haz sido tú, ¿quién más? Ella no quiso admitir que ha sido tú, además su tono de voz fue de amenaza.

¿Amenaza? ¿Jade? Jamás he dudado de Jade, pero nunca la he creído capas de amenazar a alguien y menos a alguien que sabe que amo y protegeré, así Amelie no me ame tanto como yo.

— Por qué vienes a reclamarme de algo que no he hecho, Amelie yo jamás haría algo que  te pueda afectar. Jade lo sabe porque ella lo supuso, además en algún momento si se lo conté pero fue porque necesitaba un consejo y ella es mi única opción.

— Se lo has contado ella pude destruir mi matrimonio.

— Y dime nunca pensabas decirle a Erick o qué. No entiendo porque la culpa es mía cuando aquí los dos somos tan culpables, los dos aceptamos, Jade no le dirá nada, ella no es así la conozco bien deja de preocuparte por eso y mejor deberías ver cómo carajos contarle  a tu estúpido esposo lo que paso .

Amelie tan solo me mira se que sabe que tengo razón y me lo confirma con su silencio, jamás la imaginé reclamándome por algo que claramente no hice eso sin duda me ha sorprendido de ella, siento el cuerpo arder no por el enojo que siento de que ella me esté culpado sino que a pesar de eso yo la quiero y el deseo de aquel juego sigue en mí.

Amelie me mira con unos ojos ardiendo tanto como los míos.

— Claro que pienso en decirle y espero que cuando eso pase tu salgas de mi vida ¿por qué me tuve que en encontrar contigo?¿ por qué tuve que llamarte y aceptar tú estúpida invitación a ese restaurante? ahí fue cuando todo cambio.

Sexo 𝑠𝑖𝑛 𝐏𝐈𝐄𝐃𝐀𝐃  |Christopher Vélez| +18 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora