Sexo 𝑠𝑖𝑛 𝐏𝐈𝐄𝐃𝐀𝐃 |Christopher Vélez| +18 ©

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MARATÓN 4/5.

Amelie de Colón.

Te deseaba tanto, como no tienes una idea.

Nuestras respiraciones aún agitadas resonando por la habitación, en mi hay una relajación debido al sexo, al igual que una estúpida sonrisa por la alegría del post-sexo.

Sé que dije que escogía a Erick, pero... La confusión, Christopher me hace sentir viva, mientras que Erick me hace sentir segura, amada, como si fuera la única y última mujer en este mundo.

Pude voltear y ver a Christopher con los ojos cerrados, su pecho desnudo subiendo y bajando, su piel perlada por la fina capa de sudor que cubre su cuerpo, su abdomen tensando y el pantalón abierto.

Mi cuerpo cansado y desnudo por completo tan solo permaneci con mis tacones estaba tumbado justo al lado de él, ese castaño que me hace tocar el cielo cada vez que tenemos algo más allá de besos.

Ante mi apareció él, su cabello pegándose a su rostro.

—Me asusta lo que puedes hacerme— Susurro cerca de mis labios— Puedo controlarme con todo el mundo pero no contigo.

— Igual me asusta lo que me haces sentir— Me sinceré — Pero me encanta tocar el cielo contigo.

— Me encanta tú cuerpo— Sentí las caricias sobre mi abdomen, su mirada directa en mis ojos y su sonrisa de boca cerrada pervertida— Sobre todo me entanto cuando te tuve arriba de mí

— Me encanto llevar el control— Una sonrisa apareció en mis labios recordando la escena.

Nuestros labios que hasta el momento tan solo se rozaban al fin rompieron esa corta distancia, sus labios suaves mordiendo y chupando los míos . Me fue inevitable no gemir ante sus labios, comence a mojerme de nuevo.

Sé que puedo mojarte sin tocarte, tan solo palabras y tendrás un lago entre las piernas.

Sus palabras, son tan ciertas. No hay necesidad de tocarme tan solo besos, palabras y miradas.

El es capaz de hacerme gemir y mojarme con solo una mirada, que esto sea tan prohibido es lo que le da adrenalina.

La alegría post-sexo está en ambos, la tensión que pude ver en Christopher parecía haberse ido, su rostro perfecto frente al mío, mi corazón latía como loco, ¿Por qué?.

Se separo de golpe, mi respiración siendo un desastre como la de él, en su rostro apareció una sonrisa. La respuesta clara en su cara y expresión.

Ahora me toca a mí tener el poder.

Pude leer en su rostro con aquella sonrisa, sus ojos oscuros en deseo.

Aquel castaño que me hizo tocar el cielo está noche se levanta, y camina hacia mí, me levanta entre sus brazos, mis brazos los paso por su cuello, y mi cabeza la coloco en su pecho, su corazón late tan fuerte como el mío pareciera que ambos saldrán de nuestros cuerpos.

Llegamos hasta el baño, donde Christopher me llevo contra la pared sus besos siguen siendo hambrientos, el quiere el segundo round y yo no pienso en negarse lo, mis brazos contra la pared a cada lado de mi cabeza y él sosteniendo los, su pierna entre medio de las mías, su pantalón contra mi intimidad expuesta, su agarre se aflojo para bajar por mi cuerpo.

— Creo que necesitamos un baño y que mejor que hacerlo juntos para ahorrar tiempo

— No ha sido tu mejor idea— dije pasando mis manos por su cuello— ¿Ahorrar tiempo? Eso no es lo que vamos a lograr.