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Por fin el tan esperado sábado había llegado al fin después de varios meses sin ver a mi marido al fin lo volvería a ver.

En tan solo horas Erick entraría por la puerta de la casa y al fin me haría la persona más feliz decir que lo extrañaba es poco, aunque en los últimos días tanta falta no me ha hecho ya que Christopher aquí ha estado.

Pero ahora no es momento de pensar en aquel magnate de negocios con el que ya había tenido algunos encuentros.

La cena pronto estaría lista, Bailey como el cachorro que aun es se la pasa durmiendo así que por él no tengo problema alguno.

Pronto paso el tiempo y escuché como se estacionaba un auto fuera de la casa al ver por la ventana pude divisar a Erick bajando del auto y a Antonio ayudarle a bajar las maletas, salí corriendo de la cocina para dirigirme a la puerta y poder recibirlo.

Erick abrió la puerta y pronto me lance hacia él, mis brazos pasaron alrededor de su cuello y mis pies dejaron de tocar el suelo ya que lleve ambas piernas al rededor de su cintura.

— Amelie, mi ángel te extrañe tanto

Dijo Erick comenzando a besar mi cuello mientras yo seguía sobre él

— No sabes cuanta falta me hacías— dije mientras escondía mi rostro entre su cuello y pecho

Bailey ante la presencia extraña de Erick comenzó a ladrar. Y pronto entro Antonio con las maletas de Erick.

— Bailey, pero porque me ladras si soy tu padre

- Bailey calmado no ladres - dije bajandome y acercándome a él para acariciarlo pronto Erick también se acercó y Bailey comenzó a tranquilizarse

— Bailey, ¿Quién es cachorro más lindo?, Si ese eres tú — Dijo Erick mientras lo acariciaba, Erick se ve tan tierno con los animales.

Pronto Antonio se fue dejando el equipaje de Erick en la habitación después nos encargaríamos de desempacar.

— Cielo, debes estar agotado por el vuelo porque no vas y te pones cómodo mientras yo sirvo la cena

— Ángel mío créeme que estoy bien lo único que ansiaba era estar en casa y poder verte- Dijo acercándose - Poder abrazarte y oler tu rico aroma una combinación entre vainilla y algo de coco - Dijo ya rodeándome con sus brazos y podía sentir su respiración cerca de mi cuello

—Moría por tenerte así ángel

- ¿Quieres cenar ya?

— Me encantaría, ¿Qué has preparado?

— Tu comida favorita, espagueti con algo de vino tinto así que mejor ve a tomar asiento a la mesa ahora llevo tu plato

- No es necesario podría ayudar

- Quiero consentirte

Erick obedeciendo fue a tomar asiento a la mesa donde ya se encontraban las copas y la botella de vino pronto lleve nuestros platos con los espaguetis que tanto le gustan a Erick.

Pronto me senté frente a él, ya había olvidado lo bien que se sentía tenerlo enfrente mío y poder perderme entre aquellos intensos ojos color esmeralda, siempre lo he dicho él es todo un Adonis su cabello es algo largo seguro por tener tanto trabajo descuido un poco su apariencia, tiene un poco de barba pero para nada se le ve mal. Igual a Erick todo se le ve bien.

—La pasta es tan buena como la recordaba ángel

— Cielo me alegra que te guste

Pronto Erick y yo nos pusimos al día, nuestra platica como siempre era tan amena, pero había algo que no sabía si comentar o simplemente hacer como si eso jamás hubiera pasado y eso es el tema que ha pasado con Christopher Vélez.

Sexo 𝑠𝑖𝑛 𝐏𝐈𝐄𝐃𝐀𝐃  |Christopher Vélez| +18 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora