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MARATÓN 3/5.

Amelie Jones de Colón.

El ansiado viernes llegó a mí, me levanté feliz son las siete con veinte minutos de la mañana pude ver en el reloj, volteo hacia el lado de Erick y el no se encuentra, así que despierto por completo para escuchar que se está bañando.

— Erick ¿Vas a ir a trabajar? — pregunto una vez abro la puerta—

— Sí ángel mío, buenos días.

— Crei que dijiste que no trabajabas hoy.

— Se suponía pero me llamaron apenas a decirme que hay problemas y que la junta que se había cancelado hoy se retomará así que debo ir a la empresa como lo odio.

— Bien dejo que termines iré a prepararte el desayuno.

— Gracias ángel.

Cerré la puerta, salí de la habitación y comencé a caminar escaleras abajo, antes de llegar al último peldaño un eufórico Bailey me atacó.

— Buenos días al perrito más lindo, en verdad tienes tanta energía tan temprano.

Un ladrido fue su respuesta, después me dejó pasar hasta la cocina.

Me puse a cocinar, primero puse en acción a la cafetera, algo que no puede faltar nunca en nuestro desayuno siempre será el café Erick no puede vivir sin el, el desayuno de hoy será algo sencillo y rápido.

Puse a tostar pan para hacer unas tostadas con aguacate y algo de huevo revuelto con jamón, mientras el pan se tosta y el huevo que ya está sobre la casuela a fuego medio saco del refrigerador un poco de fruta para picarla y ponerla en el centro de la mesa.

A lo lejos escucho los pasos de Erick y después escucho como él le habla a Bailey a modo de saludo.

— Ángel mío eres la mejor cocinera que existe.

Volteo tomando entre mis manos el tazón con fruta y puedo ver a Erick sonriendo, acomodando su camisa dentro de sus pantalones azules, su corbata negra está perfectamente anudada.

— Cielo toma asiento, porque desayunaras ¿Verdad?

— Por supuesto ángel mío, no te veré por cuatro días lo mínimo que puedo hacer es quedarme a desayunar no importa qué, no se porque justo hoy aparecen problemas en la empresa y hacen una junta en la cual debo estar, se supone que yo te deje que me quedaría contigo hasta que llegarán a recogerte.

— Cielo lo entiendo se que la empresa es nuestra prioridad, además ahora está de maravilla¿No? La empresa no estaría así si tú no estuvieras al pendiente cómo estás, la empresa crece gracias a ti así que está bien si no estás aquí para despedirme la empresa es la prioridad.

— No la prioridad deberías ser tú.

— Lo entiendo. — tome el plato de Erick y lo coloque delante suyo, depósito un tierno beso en su mejilla y vuelvo a la cocina en busca de mi plato.

Desayunamos tranquilos Erick no muy feliz ya que el en verdad quería despedirme pero ha surgido este problema y no hay nada que pueda hacer más que no estar aquí.

— Ángel mío no sabes cuánto te extrañaré.— Erick está atrás mío abrazándome, mientras besa sutilmente entre mi cuello— los extrañaré mucho, la casa se sentirá muy vacía sin sus presencias.

— Erick no exageres solo serán cuatro días, estaré aquí el Lunes. Además ya debes estar acostumbrado a estar sin mí.

— Hace más de cuatro meses que no viajo, mi primer viaje será este sábado y será un viaje exprés, en cuatro meses ya me he acostumbrado a tu presencia y compañía. Pero bueno diviértete en tu excursión por el arte.

Sexo 𝑠𝑖𝑛 𝐏𝐈𝐄𝐃𝐀𝐃  |Christopher Vélez| +18 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora