XXXIV

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- ¡Nooo! ¡Nooooooo!- grito mientras empujó y doy de golpes, esto no puede estar sucediéndome otra vez...

- ¡Cállate!

- ¡Noooo! ¡Te voy a matar hijo de puta! !Te voy a mataaaar!- y solo necesita un rápido movimiento para quitarme el aire y yo necesito más de un segundo para procesar todo lo que me esta pasando. El dolor corporal está en segundo plano en comparación con el de las penetraciones justo como esa noche en la cárcel, estoy reviviendo mi peor pesadilla y no soy lo suficientemente fuerte como para defenderme. Las penetraciones son cada vez más fuertes y el calor del estrés y del miedo hacen que no deje de pensar y al no poder soportar más la situación grito su nombre:

- ¡¡¡Thomas!!!! - una y otra vez incontables veces hasta que siento que mi voz no puede más.

- ¡Freya! - escucho su voy y me despierto. Mi cuello duele y siento la sudor bajar por mi frente. - ¿Freya estas bien?- le miro a los ojos notando el golpe de la realidad. Sin poder aguantar más suelto las lagrimas que me queman por salir. - Freya solo era una pesadilla...- dice acariciándome la mejilla.

- Abrázame...- le susurro sorviéndome la nariz. No tarda ni medio segundo en envolverme con sus brazos. Siento la calidez de su cuello junto la de su cuerpo y un miedo aterrador se apodera de mi al recordar la pesadilla y lo abrazo con más fuerza.

- ¿Que ha sido? - me susurra mientras me caricia la cabeza. Yo tardo en responder.

- Era... la noche... que paso... eso en tu sótano.- le digo con la voz dolida. El me aprieta más hacia el.

- Lo siento...- sorbo mi nariz y me separo de él para mirarle a los ojos. El se aparta el pelo de su cara, lo tiene ligeramente despeinado. Lleva su mano hacia mi cara y me limpia las lagrimas para después acomodarme el cabello detrás de la oreja.

- Thomas. - le digo buscando su mirada y cuando se encuentra con la mía noto su dolor y el nota el mío. Nos quedamos en silencio mirándonos. Aun sigo entre sus brazos y piernas y no quiero apartarme ni un centímetro. El lleva su mano hacia mi mejilla y yo me acuno en ella cerrando los ojos. Siento su respiración pesar más y abro los ojos para encontrarme con un oscuro color azul. Se relame los labios y yo inconscientemente hago lo mismo. Un hormigueo recorre mi cuerpo y llevo mi mano hacia su pelo para apartar un mechón pero siento que eso ha provocado que estemos más cerca y que nuestras respiraciones se mezclan.

- Thomy... - susurro mirando sus labios. Mi corazón siente un fuerte deseo de tenerlo mas cerca de mi. Y justo cundo noto que la distancia se va disminuyendo escúchamos el sonido de una campana que nos descoloca a los dos. Thomas baja de la cama acomodándose el cabello y dice:

- Es hora de cenar. - le miro confundida y tardo en asintir y bajar yo también.

- Nos vemos en el salón, voy a hacer una llamada antes. - dice acercándose a mi como si a él también le doliera estar lejos de mi.

- No tardes mucho...- le digo bajando la mirada y mordiéndome el labio. Escucho que deja ir un leve murmuro antes de darse la vuelta, salir de la habitación y cerrar la puerta. Dejo escapar un fuerte suspiro y me dirijo al espejo para mirar mi lamentable reflejo.

- En que estás pensando Freya... mírate. Tengo las mejillas rojas al igual que los ojos por haber llorado. Me echo el cabello hacia atrás y al ver las marcas vuelvo a taparmelas con el cabello. Voy hacia el armario y escojo un jersey ancho. Me lo pongo y para tapar mis piernas me vuelvo a poner la bata. Me detengo unos segundos para recuperar la compostura y abro la puerta.
Bajo las escaleras y los recuerdos me invaden pero los aparto con rapidez y camino con dolor hacia el salón. Abro la puerta y está vacío. La mesa está lista pero no hay nadie. Me acerco observando mi entorno y tomó asiento. Me entretengo observando los cuadro pero después de unos largos minutos de espera mi estómago rige y decido adelantarme. Me sirvo dos cucharas de sopa y con ansias me lo llevo a la boca. En un abrir y cerrar de ojos ya me lo había terminado. Me sirvo un poco más ya cansada de esperar a los dueños de la casa y decidiendo cenar sola. Me enplato un trozo de pollo y verduras, al terminarlo decido esperar. Mi cabeza va divagando en antiguos recuerdos y al sentir que la tristeza vuelve hacia mi decido parar y pensar en todo lo que voy a hacer ahora que soy libre.

Fallen - Peaky Blinder-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora