XXIV

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Han pasado tres días. Llevo sin comer ni ver el sol, tres días. La fiebre no quiere disminuir y estoy en la mierda. Me levanto con todo el esfuerzo que he podido acumular. Estoy tiritillando del frío. Voy hacia la pequeña cocina y busco algo que comer, necesito nutrientes para salir de esta. Encuentro unas judías enlatadas. Enciendo el fuego y las pongo a calentar. Bebo agua de mientras.

El reloj marca las 8 de la tarde. Emplato las judías y me siento a comer. No es la primera vez que paso por esto y me entristece pensar en ello. Termino de comer , limpio lo que he ensuciada por si luego no puedo levantarme.

Voy a la habitación y decido arrastrar el colchón hacia la chimenea ya que me siento un poco con más energías. Justo al terminar siento todo darme vueltas y el frío volver a vencerme. Me estiro y me acurruco y al instante me duermo.

Un golpe hace que me despierte. Cojo el revólver y me dirijo a la puerta silenciosamente. Miro el reloj, las once de la noche. Tres golpes invaden el silencio. Siento un mareo y decido no moverme.

-Soy yo- susurra detrás de la puerta. Que cojones quiere ahora. Abro la puerta y lo recibo con mala cara.

-¿Estás bien? -pregunta entrando y cerrando la puerta.

-Que mierdas quieres Thomas.- le digo ignorando el malestar.

-Llevas encerrada tres días.

-No me vigiles, te lo prohíbo.- le digo furiosa acercándome.

-Estás echa mierda.- susurra.¿¿¿Por que susurra???

-Una infeccion de nada.- le digo.

-¿De nada?- levanta la mano para tocarme la frente-Estás ardiendo-

-Es lo normal.- no aparta su mano y disfruto su contacto.

- ¿Ya has pensado?- pregunta mirándome a los ojos y apartando la mano.

-Eso a ti no te importa.

-Si que me importa.- dice con su tono de superioridad.

-Pues te vas a quedar con la duda.-le digo antes de dirigirme a la hoguera, él me sigue.

-Déjame ver.- me giro y sin darle el permiso aparta la manta y analiza la herida. Su contacto me estremece.

-Ya has visto suficiente señor Shelby. -el se levanta y juro k puedo sentir su suave respiración por culpa de la cercanía.

-Charlie sabe de tu estado?- musita.

-Charlie es un hombre ocupado- susurro mientras sigo disfrutando del contacto visual.

-Deberías hablar con el. -dice bajando la mirada hacia mis labios.

-Y tu...-susurró- deberías meterte en tus asuntos - busca mi mirada.

- Charlie... mi Charle- dice mirándome los labios- quiere que le ayudes con el violín. - nuestra respiración se mezcla y no entiendo como siempre terminamos tan cerca.

- Es una excusa para tenerme cerca?-le susurro divertida, el sube los ojos y diooosss su mirada es una de las cosas mas hermosas que he logrado ver.

- Para tenerte controlada.-me corrige.

- No soy barata pero eso para ti no es un problema.- digo entre una divertida risa y miro sus labios.

- Llegaremos a un acuerdo.

-A que has venido realmente.- le digo echándome hacia atrás para apoyarme ya que siento un fuerte mareo. El saca sus cigarrillos y me da uno. Desesperada me lo coloco en la boca. Él se acerca para encendermelo. Otra vez esa cercanía. Inspiró y cierro los ojos.

- Joder... como lo necesitaba.-susurró antes de abrir los ojos y notar su pesada y oscura mirada.

- No se ha hablado de ningún cadaber. ¿Por que? - pregunta serio pero con una voz ronca.

- Tu que crees. ¿Hmm?- no responde- venga Thomas piensa un poquito.- no dice nada y yo fumo antes de seguir hablando.- Se que lo sabes... pero no entiendo por qué quieres que te lo confirme.

- Es para estar al cien por cien en lo correcto.- dice mirando mis labios.

- Okey pues... ¿cuando se encuentra un cadaber? - fumo- uno, cuando el asesino tienen prisas y no limpia el lugar, mi caso.- vuelvo a fumar- y dos, porque era un solitario. - siento mi cabeza dar vueltas, inspiró y cierro los ojos antes de seguir hablando. - Asi que ya tienes las respuestas.

- Nos podrían haber seguido y matado a los tres por tu culpa.- su tono es de enfado.

- Joder... ya empiezas.

- Si, ya empiezo. ¿No pensaste en ello?- dice violento acercándose más.

- No cabía esa posibilidad.- le susurró fríamente.

- Como que no! - me grita y siento una una fuerte punzada en mi cabeza

- No me grites.

- Entonces habla de una puta vez y déjate de tanto misterio. Estamos hablando de que podríamos haber muerto por tu culpa, yo y mi mujer!

- No me jodas ni que tu vida no se tratase de eso. ¿ O acaso ya has olvidado como termino tu primer matrimonio?- noto como la furia se apodera de él y sin desperdiciar ni un segundo me sujeta del cuello con las dos manos y mis pies ya no sienten el suelo. Me deshago de la manta para poder luchar contra su agarre. Intento golpearle con los pies pero la falta de fuerza hace que sea inútil.

-Thom....Thom...- lucho por decirlo mientras mi cabeza empieza a sentir una calor insoportable.Mis pies siguen luchando y con mis manos sigo dando golpes. Siento la herida abrirse otra vez. Le miro a los ojos pero no logro encontrar al Thommas de siempre en ella, solo veía ausencia y furia, mucha furia. Mi vista empieza a desvanecerse.

-Thomy...- susurró con lágrimas en los ojos. Mi cerebro está en pánico. No me puedo creer que este será mi fin. Después de todas las luchas que he superado, no puede terminar así. Justo entonces él me suelta. Caigo de rodillas y noto como el, da dos pasos hacia tras. Empiezo a toser en busca de aire. Mi cabeza solo da vueltas y siento el dolor del cuello pero el que más me molesta es el del abdomen. Sigo tosiendo de rodillas y bajo la mano hacia mi desnudo vientre y noto la humedad. Bajo la mirada y con la luz de la hoguera veo la sangre, esta como el primer día.

- Freya... lo siento yo no quería...- susurra arrepentido. Yo sabía que estaba jugando con fuego al sacar ese tema pero su reacción no viene a cuento. Busco el revólver y lo cojo para apuntarlo. Tengo la vista nublada por las lagrimas y mi mano tiembla por el frío. Aparto la mano que se encuentra en la herida y la llevo junto la otra para detener el temblor.

- Fuera. - le digo apuntándolo des del suelo.

- Freya, lo siento de verdad no se...- no dejo que termine.

- Fuera, si no quieres que te mate.- no se mueve y yo me impaciento por que siento mi cuerpo perder los sentidos.- Joder Thomas...- me limpio los ojos para poder enfocar mejor- voy a matarte, estoy hablando en serio.- no reacciona, solo sigue de pie mirándome. Sin poder controlarlo más, mis manos bajan y necesito apoyarme al suelo. Escucho un fuerte pitido y mi cabeza perder el sentido de la gravedad. Me tapo las orejas y siento mi cuerpo desvanecer. Solo es el dolor y el agudo pitido, todo lo demás ha desaparecido.







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Fallen - Peaky Blinder-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora