Fallen - Peaky Blinder-

XLV

Me despierto sobresaltada. Tomo asiento, inspiro y me echo el pelo hacia atrás. Miro a James dormido a mi lado dándome la espalda. Bufo al recordar nuestra última escena, bajo de la cama y me dirijo a la oficina en silencio.

El reloj marca la una de la mañana. He podido dormir algunas horas. Lleno un vaso con ron y me lo bebo de golpe, busco un cigarrillo y ansiosa me lo llevo a los labios. Tomó asiento en el escritorio y como todos las otras noches, me sumerjo en el trabajo para no pensar en mi existencia.

...

- ¿Que haces?- pregunta James detrás de la puerta.

- Nada...- digo mirando como toma asiento en la butaca de al lado de la hoguera.

- ¿No piensas volver a dormir?- pregunta encendiendo un cigarro.

- Ya he dormido.- respondo sin mirarle.

- ¿Cuatro horas? Eso no es nada...

- Si que lo es...- no dice nada más- ¿Y tú que haces despierto? - le pregunto apartando los papeles y mirándolo.

- Te dije que no me gusta dormir solo.- dice fumando y poniéndose en pie. - pero yo necesito más horas de descanso así que... - dice dirigiéndose a la salida.

- James...- hago que se detenga. - ¿Puedo hacerte unas preguntas?

- Adelante...- dice apoyándose en la puerta. Me levanto y me acerco a él.

- ¿Quien eres, realmente...? - pregunto seria mirándole a los ojos.-

- Nadie importante.- dice ya más serio. Por alguna razón siento que si que lo es.

- ¿ A que te dedicas?- pregunto acercándome más.

- Soy el que limpia los marrones de los Peaky Blinders ¿Algo más?- pregunta arrugando la frente.

- No...- le digo apartándome.- Descansa..

- Hasta mañana...- sale de la habitación y yo me siento súper incomoda por su cambio de actitud. Le habían molestado mis preguntas, pero yo necesitaba saber más de la persona que comparte estancia conmigo. Bufo me doy la vuelta visualizo el escritorio y corro hacia él ya que empiezo a notar la soledad de la noche.

...

James se fue sin despedirse y yo llevo todo el día en la oficina. Llego de las primeras para no toparme con nadie, en especial Liezze, no la vi des de la última cena familiar.

- Señorita Keyla, Polly al teléfono.- dice mi secretaria asomada a la puerta.

- Hola Polly.- le digo animada.

- ¡Keyla querida!- grita feliz pero yo aun no me he terminado de acostumbrar a mi nuevo nombre.

- ¿Como estas?

- Bien mucho mejor, pero algo molesta por mi nuevo compañero de habitación.- ella rie antes de contestar.

- Deja que te cuide y trátalo bien.

- Si... lo se.

- Querida, hoy hay la cena en casa de Thomas, ¿Recuerdas?

- Mierda...

- Sabia que te ibas a olvidar. No faltes, eres esencial para cerrar el trato con esos clientes. Has trabajado mucho querida...

- Lo se Polly...

- Ve a cambiarte o se te hará tarde.

- Pero si aún...- calló al ver el reloj como marca las seis de la tarde, en que momento ha pasado el día tan rápido.