VII

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Creía que morirme era el mejor plan de vida que podía tener. Pero al abrir los ojos me di cuenta que no merezco tratarme tan mal,mi madre no me valoro y mi padre... tardó en hacerlo y justo cuando los dos nos teníamos el uno para el otro Arthur nos lo arrebató. Me quede sola y he tenido que experimentar la casi muerte para entender que necesito seguir adelante por que me merezco más, me merezco ser feliz.

Las palabras de Tommy me afectaron porque son ciertas '' no tienes a nadie que te ayude''.

Intento acomodarme y una enfermera entra con mi violín mis partituras y una pequeña maleta.

-Como se encuentra señorita Freya?- dice dejando las cosas en una mesa.

-Me molesta mucho la costilla- digo mirando como abre la maleta y saca la ropa.

-Es normal, intente no moverse mucho por ahora.

-De dónde has sacado mis cosas?

-El señor Shelby las acaba de traer,dudo mucho que puedas tocar el violín pero insistió en que se lo entregará.

-Gracias. Sabe cuándo podré irme?

- Dentro de algunas semanas probablemente.- termina de acomodar mi ropa en el armario.

-Puedo salir de la habitación?

-Cuando sienta que pueda caminar,sí.Pero por ahora le recomiendo que se mantenga en descanso y si siente fuerzas solo intente mantenerse de pie sin forzarse mucho. Cualquier cosa me avisas.

-Gracias.- dirigo mi mirada hacia el violin y recuerdo lo tranquila que me sentía antes de recibir esa paliza, me entran ganas de llorar pero las retengo. Siento el cansancio y cierro los ojos.

...

Ha pasado una semana. Ya puedo caminar y hasta tocar el violín aunque muy poco, la costilla me sigue molestando al igaul que el cuello.

Además de las pesadillas sobre mis padres ahora también tengo las de esa tarde donde siento la horrible mirada de esa mujer y como me asfixia.

Me levanto de la cama y me dirijo a la ventana y cojo el violín. Con dificultad me lo coloco y empiezo a tocar. Me dejo llevar durante unos largos minutos hasta que al realizar un movimiento me hago daño y paro de golpe.

-Joder...- dejó el violín sobre la mesa y me sobresalto al escuchar su voz.

-Estas bien?- me giro y lo veo de pie apoyado en la pared.

-Cuando has entrado?- le preguntó con la frente arrugada.

- De quien es?- tardo en entender a qué se refería.

- Mia, aún no está terminada. - le digo apartando la mirada y camino hacia la cama, no me encuentro bien- que haces aqui?

-He venido a ver que tal estas .-dice fumando.

-Te dije que no volvieras.-le digo con un tono duro- pero te agradezco lo de mis cosas.- me mira coje una silla y se acerca para sentarse justo a mi lado.

- Había sangre por todos lados.- expira el humo sin apartar su fría mirada de mi.

-Ya... han intentado abrirme la cabeza sabes.- le digo y me acerco a el para cogerle el cigarrillo que tiene entre sus labios. El solo me mira. Calo del cigarrillo y cierro los ojos, como lo necesitaba. Se lo devuelvo y me acomodo.

-Cuando vas a salir?- me pregunta volviendo a fumar.

- No lo sé...me dijeron que en algunas semanas y ya han pasado casi dos.- me encuentro muy mal, des hace unos días, pero hoy me siento exageradamente mal. Me duele todo el cuerpo y siento mi sudor salir por los poros junto con las fuertes ganas de vomitar.

- He estado buscando las responsables. - un sentimiento de venganza aparece dentro de mi.

- Como se llaman?-le preguntó atenta.

-Me dijiste que no querías tomar cartas en el asunto.

-Se lo que dije, pero en ese momento me sentía muy vulnerable.-le digo con las pocas fuerzas que me quedan.

-Estas bien.- me dice arrugando la frente y acercándose.

-No me encuentro muy bien... puedes llamar a alguien.- le digo cerrando los ojos.

Me aparta el flequillo ya mojado por el sudor y me toca la frente.

-Estás ardiendo.-se aparta- ahora vuelvo. - y sale de la habitación.

De golpe me entran unas ganas horribles de vomitar. Busco el cubo y está en el suelo. Me bajo de la cama sintiendo todo el peso muerto y me caigo de rodillas. Siento como mi pecho se contrae y duele, duele mucho ,sale el líquido y un suspiro de agonía. Siento que se me van a romper todas las costillas no soporto el dolor y me empieza a faltar el aire. Sigo vomitando y el dolor solo aumenta junto a mis ahogados gritos. Escucho a alguien entrar.

-Señorita Freya- dice la enfermera agarrandome de la espalda con alguien más.

Termino de expulsar el líquido y me acomodo con agonía.

-Vamos a levantarla de acuerdo?- siento como me cojen y el dolor aumenta.

-No porfavor no- le digo llorando.Me termianan de levantar y suelto un grito al no poder sostener la postura y provocar que me duela más.

-Le estáis haciendo daño no lo veis.-dice gritando Tommy desde algún lugar de la habitación. Empiezo a perder los sentidos, mientras noto como me estan acostando.

-Freya..-escucho que me llaman. Al notar el colchón dejó ir un grito y me agarró a sus brazos en un intento de detener el dolor.

- Freya sueltanos. - me dice la otra enfermera. Me encontraba semi sentado sijetandolas como si me fuera la vida en ello.

-Me duele mucho. - digo entre sollozos.

- Freya tienes que echarte! - grita la misma enfermera y me da un empujón hacia atrás y aparece un dolor parecido al de esa tarde junto a los recuerdos.

- No, nooo...!- la sensación de asfixia vuelve a mi y empiezo a hiperventilar mientras intento deshacerme de su agarre.

- Dejenme a mi. Frey, Freya - escucho decir a Tommy.

Me sujeta de las manos y yo lo intento apartar.

- Soy Tommy, Freya soy Tommy no te voy a hacer daño. - lo miro a los ojos y tardo en salir del estado de trance. Me sujeto el cuello con miedo y vuelvo a respirar.

- Estas a salvo. Tranquila.- dice mirándome y aflojando el agarre.

- Tommy yo... - siento una inyección en el brazo.

- Tranquila. - pasa su mano por mi cara y siento como la oscuridad se apodera de mí.

Fallen - Peaky Blinder-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora