VIII

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Tommy Shelby

Siento como su agarre va aflojando a medida que la inyeccion hace efecto. Paso mi mano por su cara apartando el pelo de su cara.

-Que le está pasando?-digo mirando a las enfermeras.

- Vamos a buscar al doctor.- salen de la habitación, vuelvo a poner mi mirada en ella y veo cómo su respiración va disminuyendo.

Me pongo a fumar y entra un doctor agitado.

-Hola señor Shelby, un placer.- se dirige a Freya , la destapa, desabrocha su camison y deja a la vista todos sus moratones. Le quita el vendaje y se la queda mirando.

-Por que se encuentra tan mal?-le digo apagando el cigarro y acercándome.

-Probablemente una infección. Su cuerpo está luchando contra las bacterias y ese es el motivo de las náuseas y de la fiebre. Al tener la costilla fracturada le causa un gran dolor al vomitar ya que todo el tórax se contrae.

-Cuanto tiempo mas se quedara?

- La infección es un gran problema...unas dos semanas.

- Vale, la dejo en sus manos.- le digo sin ganas y salgo de esa habitación sin volver a mirarla.

- Si señor Shelby, no se preocupe.- escucho decir al doctor a lo lejos.

..........................................

Freya.

Me despierto hiperventilando y sujetándome el cuello. Sigo aquí, en este maldito hospital. Hace una semana de la última visita de Tommy y parte de mi en algunos instantes, deseaba verlo parado en alguna esquina de la habitación.

Estoy cansada de esto, de las enfermeras de todo. Han sido unos días horribles. Los vómitos no pararon ni el malestar, hasta ayer.

Me levanto cojo de mi maleta algo de ropa y me cambio.

-No me quedó ni un dia mas.-Me desnudo delante del espejo y veo como mis moratones se están curando. Una sensación de rabia e impotencia me invade.

-Mira como estas...-me digo a mi misma y unas lágrimas amenazan con salir pero las retengo como he estado haciendo todas estas semanas.

Término de colocarme el abrigo y las botas. Me dispongo a salir pero antes miro de que no se encuentre ningún personal del hospital.

Al ver el pasillo vacío cojo el violín, la maleta y salgo sin mirar atrás con la cabeza gacha. Bajo las escaleras corriendo y siento unas pequeñas punzadas en la costilla pero las ignoro. A pocos metros veo la libertad. Ignora las miradas de algunas enfermeras que nunca antes había visto y sigo caminando a paso ligero hasta atravesar la puerta y sentir el fresco aire chocar con mi cara.


...


Camino por las calles de Birmingham con todas las miradas encima de mi pero no les doy importancia. Había echado tanto de menos el aire fresco y fumar... quiero fumar.

Visualizo mi 'hogar' y recuerdo la última escena. Trago saliva y me dispongo a subir las escaleras cuando siento que me empujan y mis rodillas rozar el áspero suelo.

- Las fulanas no son bienvenidas¡- reconozco esa voz antes de girarme.

-Como te atreves.- me levanto acariciando mis rodillas.

-Recoge tus cosas y dame la llave.- me dice sorbiendo su asquerosa nariz.

-No puedes echarme. -le grito acercándome a el.

-Si que puedo, lo estoy haciendo. Recoge tus cosas es la última vez que te lo digo.

No me lo puedo creer, acaso puedo ser más desdichada.

- No son maneras viejo baboso de mierda.-le doy un empujón que no logra hacerlo retroceder ni un centímetro- Lo primero de todo, NO SOY UNA FULANA. Y lo segundo, ¿como cojones te atreves a empujarme?- noto como todos nos están mirando.

- Hay que joderse...-dice riendo- eres la única que niega lo que eres y ni una paliza te hace darte cuenta de que no vales nada,ni el apodo de fulana. Dame la puta llave, tus cosas se quedan, por lista.- se acerca a mi y me sujeta por el abrigo.

-No me toques¡-al no lograr despegarme de el, sin pensarlo dos veces le doy un golpe a la cabeza con la funda del violín. Se echa para atrás y antes de darme cuenta de que se ha recompuesto, siento mi mandíbula arder del dolor.

Por que nadie está haciendo nada al respeto? Por que todo me tiene que salir tan mal?

- Te voy a matar puta malcriada¡- grita con los ojos salidos y saliva en los labios. Una furia colosal se apodera de mi. Dirijo la funda hacia su cara con toda la fuerza que el odio me ha proporcionado. El impacto, la sangre y su grito solo hacen que desee seguir golpeándolo, una y otra vez. Sin ser consciente, siento como la gente me está agarrando. Y al sentir el duro suelo, mis sentidos vuelven y veo a Karl,el casero, inconsciente, ensangrentado e inmovil en el suelo.

-Esta loca¡ Es una asesina¡ Furcia¡...- todos me estan gritando, a mi. Solo me estaba defendiendo. Que mierdas pasa con todos. Me levanto rápidamente y con la funda del violín manchada salgo corriendo.

Fallen - Peaky Blinder-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora