Fallen - Peaky Blinder-

XXVI

- No por favor...- suplico llorando. Él me sujeta del pelo, me da contra la mesa y me separa las piernas. - Nooo, noooo! - gritó dando patadas .

- No te muevas! - grita mientras me pega con la porra.

- Por favor... no puedo más.. - logro decir.

- No te muevas hija de puta. - me da un golpe en la cabeza y sin perder el tiempo entra dentro de mi, más fuerte que el anterior hombre. Suelto un grito de dolor e intento luchar por apartarme pero lo único que consigo es que el clave sus uñas y que sus movimientos sean más fuertes.

- Para por favor... - le grito entre llantos- me estás haciendo mucho daño...

- Paraaa!!!- grito despertándome de esa pesadilla y al notar unos brazos inmovilizándome el miedo vuelve en mi.

- Freya, tranquila! - dice una voz masculina que la ansiedad por desacéreme de su agarre no me deja reconocer.

- Suéltame! - le grito dando patadas. Siento el calor subirme a la cabeza y el sudor en mi cuello.

- Freya tranquilízate joder! - al reconocer esos ojos, dejo escapar un suspiro de alivio pero la angustia de la situación sigue a flor de piel.

- Thomas suéltame por favor... - le logro decir en un doloroso susurro. No es que su presencia me debilite si no que después de una pesadilla soy la persona más débil y vulnerable que existe en este mundo.

Delicadamente aparta sus manos y yo me tomo unos segundos para intentar despejar mi mente.

- Estás bien? - dice algo agitado. Trago saliva intentando retener mi mal estar.

- Si...- susurró intentando no llorar, mi mirada está fijada en el alto techo y sin quererlo, noto como una lágrima se escapa - estoy bien...

- Freya... - dice buscando mi mirada y al ver que no cambia de posición me sujeta del hombro. - Freya...

Me limpio los ojos y tomo asiento. No quiero mirarle , podrá notar lo rota que estoy. Se perfectamente que ahora mismo mi mirada es como un libro abierto, pero algo en mi necesita sentir la suya - ¿Que?- le pregunto tragando saliva y posando mis tristes ojos sobre los suyos.

Todo el miedo acumulado se desvanece al perderme en su profunda mirada. Nos mantenemos callados sin decir nada pero nuestras miradas lo dicen todo. Doy un largo suspiro y me llevo las manos a la cara para apartar el pelo hacia atrás.

- Joder...- susurró apartando las mantas. Bajo de la cama, me dirijo al escritorio, me sirvo un vaso y no tardo en llevármelo a la boca. Me sirvo otro y otro. Al sentir mi cuello arder me detengo para apoyarme en el escritorio e intento ordenar mis pensamientos. Me doy la vuelta y conecto con su oscura mirada.

- ¿Me das un cigarrillo ?- le pido sentándome de frente a él cruzando mis piernas. Él no aparta la mirada y saca su caja del bolsillo y me ofrece uno. Me lo llevo a los labios y apoyo una mano entre sus piernas para acercarme al fuego que acaba encender. Inspiró, abro los ojos y sin cortar la distancia dejó ir el humo.

- ¿ No piensas volver a dormir?- me pregunta en un susurro.

- No soy capaz de dormir sin drogarme.- fumo y le miro a los ojos buscando algo familiar con que relajarme.

-Ha pasado mucho tiempo...-

-Hay cosas que ni el tiempo puede curar Thomas...

- Me arrepiento tanto Freya.- su voz es ronca y sincera.

- Fuiste un hijo de la gran puta.

-Eso me queda pequeño...-agacha la cabeza y juega con la sabana.

- Thomas... -No tarda ni un segundo en conectar nuestras miradas- júrame, que nunca más, vas a volver a hacerme daño. Nunca más. - noto mi voz quebrada pero no puedo controlarme. No dice nada durante unos largos segundos. Levanta la mano y acaricia mi barbilla.

- Lo juro.- susurra antes de cogerme de la mano y acercarme hacia el para quedar encima de su pecho. Inspiro profundamente y al notar el calor de su cuerpo todo en mi siente una profunda tranquilidad. Me acurruco más a él y noto como el me abraza con más fuerza.

Y sin necesidad de ninguna droga, solo de Thomas y su calor, vuelvo a caer en un profundo sueño.

...