Fallen - Peaky Blinder-

XXXIII

Abro los ojos y una cálida corriente de viento remueve mi pelo. Tardo unos segundos en reconocer el lugar . Me recompongo y suelto un gemido al sentir un fuerte dolor en el vientre. La furia invade mi ser al recordar todo lo sucedido.

Decido abandonar la habitación. Con cuidado me pongo la bata al ver que solo voy en ropa interior y me dirijo a la puerta, la abro, tomo aire y recorro el largo pasillo.

Me detengo para aliviar el dolor y me sobresalto al escuchar una fuerte risa. Me doy la vuelta y aparece Charlie corriendo seguido de su padre.

- Freya! ¿Que haces fuera de la cama? - pregunta acercándose hacia mi con preucupacion. Doy un paso hacia atrás para mantener distancias y mi corazón duele al recordar todo lo ocurrido . No digo nada, por alguna razón mi voz se corta.

- Charlie ve a jugar a tu cuarto.- sin pensárselo dos veces sale corriendo. - Volvamos a la habitación, tienes que descansar.- no me muevo- por favor Freya...- insiste sujetándome del brazo y acortando la distancia.

- No...-logró decir en un susurro y un dolor de cuello- no puedo hablar...- le digo mirándolo a esos ojos que tanto disfruto.

- Tienes dañadas las cuerdas vocales, tendrás que tener paciencia. Vamos.- me dice dirigiéndome al cuarto y cerrando la puerta detrás de nosotros.

Voy hacia el espejo, miro mi reflejo y no siento nada solo odio por mi misma. El pelo me ha crecido, tengo el cuello cubierto de oscuros hematomas y mis ojos están rodeados de unas sangrientas y palpitantes ojeras.

- ¿ Crees que merezco esto? - pregunto dándome la vuelta.

- ¿A que viene eso?- dice acercándose con el seño fruncido.

- Ya sabes... por toda la gente que he matado. Nunca he entendido porque me ha tocado sufrir tanto...

- Porque la vida es injusta más para unos que otros.- dice apretando su mandíbula y acercándose más a mi.

- Salvaste a Charlie... Gracias a ti. Te lo debo Freya, el es...

-Lo se...- susurro bajando la mirada.

- Gracias. - susurra antes de sujetarme la mano.

- Que casi muera, no significa que me haya olvidado de todo el pasado Thommas...- aparto mi mano y me dirijo a la ventana.- Habría preferido que me dejarás morir...

- Es un milagro que estes viva ¿ No te das cuenta?- dice sacando un cigarrillo y ofreciéndome otro. Lo cojo y me lo llevo a los labios. El se acerca y me lo enciende para luego mírame a los ojos. Fumo y suelto el humo con cansancio.

- Solo me doy cuenta de lo miserable que soy... - susurro y el no dice nada. Nos quedamos en silencio hasta que él vuelve a hablar.

- Charlie quiere verte.- dice mirándome más serio.

- Dile que se vaya al infierno. - le digo furiosa apagando el cigarrillo.

- Está preocupado...

- Me importa una mierda. Por su culpa he vuelto a pasar por esto. No quiero saber nada de él. - el corazón me duele y siento las lagrimas asomarse.- La gente solo sabe hacerme daño...

-Freya, se acabó. Ahora podrás vivir la vida que siempre has deseado. - Le miró confundida.

- Todos te toman por muerta.- le miro confundida porque no entiendo nada. - ¿Recuerdas al ruso que desarmaste?-asiento arrugando la frente- Pues vio como te desangraste y como se llevaron tu cuerpo.

- ¿Entonces se terminó?- le pregunto con lágrimas.

- Si...Freya, se terminó. - mi corazón da un brinco de alegría pero no logro creérmelo. Me cuesta respirar, siento un escalofrío recorrer todo mi cuerpo y sin aguantar-lo más lo abrazo y lloro. Dejo salir todo el peso acumulado durante años. Lo abrazo con más fuerza y su calor solo me hace sentir más viva.

- Thomy...- le susurró antes de apartarme y mirarle a los ojos. - No, no puedo creérmelo.- le digo con miedo a que todo sea mentira.

- Freya- dice sujetándome las mejillas- Eres libre.- libre... esa palabra causa en mi un millón de mariposas.- Eso si, por ahora tienes que esperar a que se olviden de ti. Te quedarás aquí por un tiempo ¿vale?- yo asiento ansioso y alguien entra por la puerta.

- Thommas te estaba buscando. - dice Liezze acercándose. Mi respiración se corta y recuerdo todo el daño que me había causado. Ella fue quien me delató a aquel ruso que casi me mata y ella fue quien me empujó desandome la muerte. No entiendo porque mi cuerpo reacciona así ante ella pero me escondo detrás de Thomy sujetándole el brazo con fuerza.

- ¿Freya?- me pregunta divertida al ver lo que provoca en mi. - ¿Puedo llamarte por tu nombre no?

- Liezze...-dice Thomas serio.

- ¿Ocurre algo cariño?- dice ella acercándose más y yo retrocedo por instinto. Empiezo a sentir un mareo y ganas de vomitar. Thomas se da la vuelta y me sujeta del brazo al ver que empiezo a tambalearme.

- ¿Freya, te encuentras bien? - dice preocupado.

- No dejes que se acerque a mi Thomas...- los recuerdos empiezan a aparecer como ráfagas de luz y todo mi cuerpo empieza a temblar.

- Freya querida ¿ llamo al doctor? - dice ella acercándose y sujetándome del hombro. Sin aguantar más suelto un gritado y me aparto de ellos.

- ¡No me toques!- ella ignora mis palabras y vuelve a acercarse.

- Freya cálmate. - dice Thomy sujetándome de los hombros pero el miedo ya se ha apoderado de mí y retrocedo apartandome de ellos.

- Liezze vete.- le dice Thomy y ella me mira mal antes de hacerle caso. Cierra la puerta y siento que el miedo va desapareciendo.

- Freya... estas bien? - lo miro a los ojos confundida y asiento con la cabeza.

- No se... no se que me ha pasado.- le digo mientras me dirijo a la cama.

- Necesitas descansar.- dice sentándose a mi lado.- Voy a pedir que te traigan algo de comer.- sólo con escuchar eso las nauseas vuelven a mi.

-No... ahora no me apetece, puede que más tarde.- el asiente y me ayuda a colocar bien los cojines.

- Freya...- dice mirándome a los ojos.- Esta vez lo haré bien. He conseguido liberarte de esa vida y no permitiré que vuelvas a sufrir. Siento por todo lo que has tenido que pasar por mi culpa.- agacha la cabeza y aparta la mirada para sujetarme la mano.- Solo te pido que sigas formando parte de mi vida.

- Thomy no sé si seré capaz...

- Lo entiendo, pero solo inténtalo una vez más. Esta vez será diferente...- sus oscuros ojos me transmiten miedo y cansancio.

- Tengo miedo de arrepentirme como lo he echo anteriormente. -suspiro al recordarlo. Hay una parte de mi que me grita que corra lo más lejos de aquí, pero por otra parte está la agradable sensación que me invade al estar junto a él y que no sucede con nadie más, ni con Charlie...- Solo una vez más señor Shelby pero al mínimo fallo me iré para siempre.- le digo apretando el agarre.

- Gracias... - susurra acariciándome la mano. - Te dejo descansar...- dice soltándome la mano y el miedo vuelve a aparecer.

- Thomy...¿podrías quedarte? - noto en sus ojos algo brillar.

- Claro.- se acomoda a mi lado y siento su olor y calor.

- Gracias...- le susurró acurrucándome y notando el dolor en el vientre. - Thomas.

-¿Hmm?- murmura en casi un susurro inaudible.

-Lo que senti antes al ver a Liezze... no se si se volverá a repetir y por eso te pido que no me dejes a solas con ella.

-Claro, no te preocupes- dice acariciándome el cabello - Ahora duerme...- y como si de magia se tratase mis ojos se cerraron y en un leve suspiro caí en los brazos de Morfeo.

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