XX

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Son las seis de la tarde y ya toca prepararse para la cena. Que pereza... Escojo un ajustado vestido negro de terciopelo con unos botones doradis al nivel de la cintura. Me maquillo como siempre, me pongo la boina, miro mi reflejo y como siempre no siento nada. Busco las entradas y las pongo en un pequeño bolso. Me abrigo y enciendo un cigarro antes de salir.

El chofer está esperando parado fuera del coche mientras fuma. Me paro delante de el y me mira.

-Señorita Charlotte?-pregunta sin dejar de mirarme.

-Si, espero no haberle hecho esperar mucho.

-Justo acabo de llegar.- se dirige a la puerta y me la abre- adelante. Entro sin apagar el cigarro y me acomodo fumando. No me molesto en establecer una conversación solo me centro en las calles

Después de veinte minutos llegamos a su enorme mansión. Me bajo del coche y le agradezco al chofer su trabajo. Subo las escaleras y una mujer me está esperando.

-Buenas noches señorita Charlotte.-me quito los guantes y ella extiende sus manos.

-Buenas noches.-le digo en una sonrisa. Me ayuda a quitarme el abrigo.-Muchas gracias.

-No hay de que. Acompañame.-dice sonriente. La sigo hasta un grande comedor.

-Ahora informo a los señores de la casa.- dice retrocediendo.

Observo la estancia, grande y bien decorada. Paseo y al ver su cuadro lo sujeto con delicadeza y recuerdo su peculiar belleza.

-Disculpanos Charlotte.- escucho la voz de Liezze y me doy la vuelta. Con que un polvo rápido mientras la invitada espera. Suelto una risa divertida al verlos.

-No pasa nada, acabo de llegar.-digo dejando el cuadro en su lugar.

-Como ha ido el trayecto?-pregunta acercándose a darme dos besos.

-Largo pero bien.-le sonrio.

-¿Te parece si vamos a cenar ya?- pregunta con una mano estirada en dirección a la salida.

-Claro.- la sigo mientras mantengo contacto visual con Thomas que no ha dicho nada.

Entramos en un salón que tiene una larga mesa. En el extremo hay la mesa parada para tres personas, tomo asiento en el lado derecho. Y un incómodo silencio invade la sala. Me acomodo el flequillo y veo a Thomas encendiendo un cigarrillo.

-Y que te ha traído de regreso a Birmingham Charlotte?- pregunta Liezze.

-Pues me ofrecieron un puesto de trabajo más estable y no pude rechazar la oferta.

-A si? Y de que trabajas?- pregunta curiosa.

- No se si Thomas recuerda que solia tocar el violin.-el me mira rapidamente y sigo hablando- Pues ahora me dedico a dar clases.

-Que agradable coincidencia. Charlie justo ha empezado a aprender.- dice animada.

-Charlie?-le pregunto

-El hijo de Thommas.-le miro curiosa entendiendo que es también de Grace.

- Buena elección de instrumento.-al ver el cambio de humor de Thomas sigo hablando.

-A mi me enseñó mi madre.Era lo único que se le daba bien. Era una gran profesora.

-¿Ya no de clases? Me gustaría contratar a otro profesor porque el que tenemos ahora no congenia bien con Charlie.-siento la dura mirada que le hace Thommas a su mujer.

- Oh lo lamento, mi madre falleció. Pero podría buscarte alguno.-le digo con tranquilidad.

- Ay siento la falta de tacto yo..-dice preocupada.

Fallen - Peaky Blinder-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora