XXIII

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Bajo las escaleras traseras y Thomas me sigue en silencio. Siento la adrenalina y todos mis sentidos agudos.

-Te espero en la puerta trasera.-le digo dando la vuelta y mirándole a los ojos por primero vez tras lo sucedido.- Liezze se estará preucupando.- bajo la mirada hacia su mano y le cojo la boina. Me la pongo bajo su atenta mirada y sin apartar el contacto visual que tanto disfruto, le cojo la bufanda y me doy la vuelta en dirección a la oscura salida.

Abro la puerta deseando el frío viento que me recibe. Analizo la zona y me coloco a un lado de la puerta. Cruzo mis manos impaciente y al ver el coche corro hacia él. Subo y suelto un gemido al sentarme. Siento el dolor en el abdomen y sus miradas.

-Todo bien?- pregunta Lieze.

- Si- digo entre una forzada pero creíble risa.- He tenido que escabullirme porque no me dejaban irme. Hasta me he disfrazado- digo divertida quitándome la boina y la bufanda. Thomas me mira a través del espejo y siento su furia.

- Es lo que tiene la fama.-dice Liezze girándose para mirar la carretera.- Donde vives?

-Al lado del Garrison .- Thomas me mira confundido, pero le ignoro.

Tardamos tres minutos en llegar. La calle se encuentra vacía.

-Gracias por traerme.- les digo abriendo la puerta- y por acompañarme esta noche.- cierro la puerta y Thomas me sigue mirando. Camino rápidamente y rebusco entre el montón de llaves. Abro la puerta y el olor a humedad me recibe. Busco la luz y la enciendo observando el piso. Me quito el abrigo y siento el fuerte frio . Me agacho para encender la hoguera y el dolor me hace caerme de rodillas. Me toco el abdomen y siento la humedad.

-Mierda... - priorizo el frío . Tardo unos largos minutos en encender la hoguera y al sentir el calor mi piel se pone de gallina. Salgo del pequeño salón y entro a la primera habitación. Abro el armario, cojo las mantas y algunas toallas . Vuelvo hacia el salón y las dejo el lado de la hoguera. Con cuidado me quito el oscuro vestido y veo la herida . La bala me ha rajado medio abdomen. No se como he podido tener tanta suerte. El sangrado no para y con dolor me levanto en busca de alcohol. Diviso el ron de la mesa y lo cojo para darle unos largos tragos antes de echarlo encima de la herida. El frío vuelve a golpearme la espalda pero antes de volver hacia la hoguera suenan unos golpes en la puerta. Rápidamente busco el revólver aunque se que no es ninguna amenaza el que está parado detrás de ella. Abro la puerta colocándome detrás de ella y el entra rápidamente rascándose el cuello.

-Que mierdas ha sido eso?-dice entrando a la sala sin mirarme. Realmente no me apetece nada una charla.

-El que? - digo dando un trago. El se queda mirando la cama improvisada al lado de la hoguera y al ver las toallas manchadas de sangre se gira para mirarme. Le doy otro trago bajo su mirada. Sus ojos recorre mi cuerpo y al ver la herida me sorprende su reacción. Se acerca tan rápidamente que por un segundo temo que nos choquemos.

- Estás bien?- pregunta levantando la cabeza. No respondo. Me aparto y me acerco a la hoguera para coger una manta y tapar mi desnudo y frio cuerpo. Al agacharme noto el dolor y detengo la maniobra. Thomas rápidamente lo hace por mi. Mientras cubre mi cuerpo yo me quedo mirando su perfilada cara.

-¿Por qué has vuelto? Tu mujer me odiara.- aparto el pelo de mi cara con un rápido movimiento. El deja caer sus manos pero no acorta la distancia.

-Déjame ver.- se agacha y aparta la manta. Noto sus cálidos dedos y me estremezco.

-Estoy bien, solo ha sido un roce.-le doy otro trago a la bebida, mientras él vuelve a levantarse.

-Te dije que no quería problemas.-su tono de furia hace que por alguna razón sienta una punzada en el pecho al darme cuenta que el solo ha vuelto para mantener la situación bajo control y no para ver como estoy.

- Y no los tienes.- le digo fríamente apartándome de él en busca de mi abrigo. Lo cojo del suelo ignorando el fuerte dolor y busco en los bolsillos. Saco a mi apreciada amiga y preparo una línea y esnifo. Me doy la vuelta y siento su mirada.

-Thomas...mis problemas no son tus problemas.

- Si vas matando a gente en 'mi ciudad'- nótese la posesión- Si que lo son Freya.

-No entiendo por qué mierdas estás tan furioso.- le digo ya más enfadada.

-Porque podrías haber muerto y yo también- grita señalándome.

- ¡Pero no ha ocurrido¡- le grito

-Por poco.- se burla.

- Ya bueno esto no es nada.- camino hacia la hoguera y me siento en la fría butaca bebiendo a morro.

-Veo que eras consiente.- dice tomando asiento refiriéndose al piso.

- Si.-le miro a través de la tenue luz. Él levanta la cabeza y se queda mirándome.

-Y tu vida es así? -pregunta fríamente.

- ¿Así como?

-Tan mierda.-okey eso ha sido un golpe bajo.

-Era mucho peor cuando estaba en tus manos.-le digo con odio, él no aparta la mirada- así que...- le digo levantando los hombros, dando otro trago antes de levantándome para acercarme más a la hoguera al sentir que estoy temblando. El hace lo mismo.-Si no tienes nada más que preguntar... necesito pensar.

- No creo que estés en condiciones.- se acerca para quedar enfrente de mi.- suelto una ligera risa.

- Esta mierda aun no me ha quitado ni el dolor, así que creo que sí que lo estoy.- su mirada es oscura y fría.

-Deberías ir al médico.- dice más bajito que su anterior tono de voz y yo me rio.

-Si... creo que es lo más inteligente.-digo sarcásticamente. El silencio se hace presente.

- Lo inteligente sería que dejaras de hacer lo que estés haciendo.

-Si...pero no puedo así que..- noto mi voz mas triste y me arrepiento.

-Creo que lo que pasa es que no quieres.- dice con su tono de superioridad.

-Que no quiero?-le digo arrugando mi expresión.

-Si.

-Si, es que estoy encantada con esta vida de mierda, sabes.-le digo furiosa.- No sabes una puta mierda.

-Entonces déjalo si tan mal estas.- todo mi cuerpo siente una rabia insoportable.

-Te acuerdas de el dia que me dejaste tirada entre todos esos hijos de puta y no pude hacer nada al respecto?-le digo acercándome con furia, el no dice nada como si lo hubiera olvidado.- pues te repito lo que mi dijiste, "no esta en mis manos". Esto es lo mismo.

- Freya... sobre ese tema yo..-no quiero hablar de eso y menos saber su opinión porque sé que me decepcionara y por alguna razón no quería odiarlo más.

-Me importa una mierda. -le digo temblando, noto la humedad en mi abdomen y aprieto la herida.- Thomas es tarde. No hagas esperar mas a tu mujer.- me apoyo en la pared y el solo se aparta .

- Vas a enfermar, ven conmigo.-suelto una sarcástica risa.

-Nunca volvería a poner mi vida en tus manos, nunca. - siento algo cambiar en su mirada pero solo dura unos segundos, se da la vuelta y sale sin decir nada.









...

Fallen - Peaky Blinder-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora