XLVIII

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Me despierto sintiendo algo encima de mi. Me doy la vuelta y veo que es él brazo de James. Me quedo en silencio admirando como se le marcan los músculos y sin darme cuenta, tengo la mano levantada a punto de acariciarlo... rápidamente le aparto el brazo y salgo de la cama. Miro el reloj, marca la una. Bajo las escaleras con cuidado ya que me duele al caminar. Voy a la cocina a beber agua y es entonces cuando noto una ligera corriente de aire y me pongo en alerta. Cojo un cuchillo y en silencio salgo de la cocina.

- Estoy aqui...- escucho su voz provenir des del salón y me dirijo en alerta.

- ¡Te prohíbo que vuelvas a entrar de esta manera!- le digo a Thomas que está sentado fumando un cigarrillo.

- Tengo llave...- dice mirándome.

- Dámela. - le digo extendiendo mi mano pero al ver que no me hace caso me acerco más bruscamente y le coloco el cuchillo en el cuello.

- Me la vas a dar... Esta no es tu casa.

- Ni la tuya.- dice fríamente.

- Pero ahora vivo aquí... Va siendo hora de que lo aceptes y dejes de sorprenderme con tu presencia... La llave.- le digo apretando el cuchillo. Tarda en reaccionar y me la da con indiferencia. Sin mirarlo me doy la vuelta y me dirijo a la salida.

- Freya, no sabes nada de Charlie?- me detengo al escuchar ese nombre.

- No, ni quiero saberlo. - digo dándome la vuelta para mirarlo.

- Deberías...- dice levantándose y acercándose a mi.

- ¿Por ?

- No sería bueno que los rusos se enteraran de que hay un grupo de hombres extranjeros dando vueltas por aquí en busca de una mujer...- mi corazón se pone en alerta al entender que ha venido a avisarme.

- ¿Han llamado mucho la atención?- preguntó acercándome más.

- No... pero no creo que tarden en hacerlo...

- Gracias...- le digo de todo corazón.

-Recuerda que yo y mi mujer también estamos en peligro, no tardes mucho.- había olvidado esa parte, noto algo estrujarse en mi corazón y sin pensarlo dos veces me acerco más mirándole a los ojos y fríamente le digo:

- Lo sé señor Shelby, tu solo vienes hacia mí para mantener todo bajo tu control, lo sé... Antes me habría derrumbado darme cuenta de que solo has venido hacia mi para proteger tu culo y el de tu mujer... Se que te importo una mierda Thomas... - digo en una risa forzada. - Lo que más me sorprende...- le susurra mirándole los labios- Es que he sido incapaz de ganarme un poco de tu ternura. Solo he recibido lo peor de ti, en todos los sentidos. - le miro a los ojos dándome cuenta de que lo he dejado pensativo.

- ¿Keyla?- James me llama des del piso de arriba.- ¿Keyla?

- ¡Estoy aquí! - grito.

- ¿Que hace el aquí?- pregunta Thomas.

- Se está quedando conmigo hasta que vuelva Polly...

- No estarás trabajando otra vez...- se calla al ver a Thomas parado al lado de la salida. - Buenas noches Señor Shelby.- el lo mira con indiferencia.

- Resuélvelo. - dice dándose la vuelta y dirigiéndose a la salida.-

-Cuidado con el tono.-le digo furiosa.- Veo que sigues los malos pasos de tu mujer y no te recomiendo tenerme cabreada. Solucionare lo de Charlie por mi supervivencia, no por ti y mucho menos por Liezze. Agradezco que hayas venido personalmente pero es la ultima vez que invades mi privacidad de esta manera. - le miro fijamente y le abro la puerta.- Buenas noches señor Shelby.- escupo en una tono burlón. Cierro la puerta y subo las escaleras para encontrarme con James que esta en silencio observando. -Me voy a la cama...- suspiro sin mirarlo- ¿Vienes?- le pregunto sin pensar. Cruzamos las miradas y me avergüenza darme cuenta de que solo con mirarme unos segundos ha notado el cansancio y la preocupación que desprende mi mirada.

- Freya...- dice sujetandome de los hombros- lo vas a solucionar, vale? Ademas, yo puedo ayudarte, así que estate tranquila. Ahora necesitas descansar y mañana piensas en ello. ¿Vale?- dejo escapar un suspiro antes de asentir. - Vamos- se adelanta y yo me quedo observando su espalda y sintiendo un poco más calmado mi pecho, me adentro con él a la habitación.




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Fallen - Peaky Blinder-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora