Llevo todo el día en el teatro y he disfrutado plenamente de todas las horas que he sido 'profesora'.
- Profesora! El director la busca- grita un niño detrás de mi.
- Gracias, ahora voy.- le digo sonriendo dejando la taza de café en el escritorio. Me levanto y el peso de la realidad vuelve a mi. Cada paso es más firme que el anterior. Me detengo unos segundos antes de llamar a la puerta.
- Adelante! - me introduzco con firmeza y tomo asiento. - Esta usted estupenda, como siempre.
- Gracias.
- Hemos resuelto el problema del día de la presentación- su voz no cambia de tono, sigue siendo la misma que la de un vendedor eufórico.
- ¿De quien se trata?
- Aún no lo sabemos.
- Eso es imposible, han pasado tres días.
- Seguimos sin saberlo. - ¿acaso se creen que soy tan estúpida? Esto me está dando malas vibras.
- Novedades.- le contesto fríamente.
- Aqui tienes el informe.- dice dándome un sobre sellado sin abrir. - Ya sabes el procedimiento.
-Si...- me echo el pelo hacia atrás y me levanto.- voy a ponerme en ello si no hay nada más...-
- Es todo. - dice con una alegre y exagerada sonrisa. Asiento y salgo del despacho con los pulmones en la garganta.
...
El reloj marca las once y media. Suelto un pesado suspiro y me dirijo a la hoguera. Enciendo un cigarrillo y calo del profundamente. Observo el informe y lo lanzó al fuego. Mi vista permanece impaciente por su desaparición. Estoy cansada... muy cansada. Me rasco los ojos, suspiro, tiro lo que me queda del cigarrillo y cojo el abrigo. Salgo de la oficina y recorro el oscuro pasillo mientras me coloco los guantes y el abrigo.
Salgo por la puerta trasera y observando el perímetro me pongo en marcha. La soledad y la oscuridad de las calles me traen tristes recuerdos.
El trayecto ha sido largo pero he logrado despejar un poco me mente. Me detengo delante del hotel y subo las escaleras resonando mis tacones.
-Buenas noches señorita Charlotte.- me dice el hombre anciano con una amable sonrisa.
-Buenas noches.-me acerco a él para apoyarme en el mostrador al notar el fuerte dolor de cabeza. - ¿me harías el favor de subirme algo para cenar? - hoy no he podido comer nada con todo el trabajo y los nervios.
- Por supuesto.
-Gracias, me muero de hambre.- le sonrió y me giro.
-Por cierto, tiene vista.
-Como? -me vuelvo a girar preocupada.
-Tranquila...es el señor Shelby, insistió mucho.- su respuesta no me relaja del todo, no estoy con las fuerzas suficientes como para dialogar con Thomas.
-Entiendo...pues no lo haré esperar más.- subo por las escaleras, me dirijo a mi puerta, meto la llave y apoyo mi cabeza antes de abrir. Lo diviso parado mirando por la ventana pero al escucharme dirige su mirada hacia mi. Me deshago de los tacones y me quito el abrigo.
-¿Podrías apartarte de la ventana?- le digo acercándome y arrugando la frente. Cierro las cortinas y me giro para quedar enfrente de el.
- Te ves cansada.- dice después de un corto silencio.
-Ha sido un día largo.- suelto un suspiro y me aparto el flequillo- ¿que haces aquí?
- Estaba preocupado.- siento un tono de tristeza en su voz.
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Fallen - Peaky Blinder-
FanfictionTodas las noches tengo pesadillas de la muerte de mis padres. Al despertar solo deseo poder dormir un poco más en paz. Parte de mi inhala estar muerta pero hago mi mejor esfuerzo para sofocar el dolor que siento en el pecho y apartar esos impulsos...