XXXVII

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Mensaje al final del capítulo







Liezze entra por la puerta y hace que nos separemos. Camina hacia nosotros agitada .

- Thomas solo tenemos un coche, el otro no arranca. Vamos apúrate que llegamos tarde.- le dice sujetándole del brazo y yo me aparto para dirigirme a la cama.

- Hoy vendré más tarde, necesito curar a Freya.- dice deshaciéndose de su agarre.

- Hoy tienes esa reunión tan importante Thomas, hay prioridades.

- Por eso mismo. La salud de Freya va por delante de todo. Es más, no estaríamos teniendo esta discusión si tú hubieras tenido más cuidado.- le dice en un tono más duro y ver su cara de decepción me llena de placer. Thomas se dirige al tocador para coger con que curarme y ella no tarda en mirarme mal.

- Lo puede hacer Rose.- dice deteniéndole.

- Pero quiero hacerlo yo así que quítate de mi camino Liezze. -ella traga saliva y le hace caso.

-Thomas Liezze tiene razón, puede hacerlo Rose y tú tienes que atender tus responsabilidades.- le digo en una media sonrisa.-Estaré bien...- el bufa antes de dejar las cosas.

-Cualquier cosa me llamas ¿vale?- dice acercándose.

- Si, no te preocupes.

- Venga que hacemos tarde.- insiste Liezze. Thomas la mira mal antes de salir de la habitación. Ella me dedica una mirada victoriosa antes de cerrar la puerta. Me quedo estirada en silencio sintiendo todo el dolor y justo cuando me decido por levantarme entra Rose para curarme.
...
Lo ha echo con tanta delicadeza que casi no he notado nada. Lamentablemente se que estoy mal, probablemente una infección. Noto todos los síntomas pero no quiero preocupar a Rose.

-Si necesitas algo más me llamas. Ahora te subiré un té para que te relajes.- me dice en una sonrisa.

-Gracias...- suspiro del cansancio, solo deseo dejar atrás este dolor físico y no lo consigo. Siento la sudor de mi cuerpo y me aparto el pelo de mi frente. Mi cabeza da vueltas.

-Aqui tienes señorita Freya.- dice Rose entrando con una taza de té.

-Gracias.- le digo sujetándolo para llevármelo a la boca.

- Le voy a dejar descansar, cualquier cosa llámame.

- Gracias...- me término la taza y el cansancio se apodera de mi. Me noto mareada y mi entorno empieza a perder el sentido. Cierro los ojos en busca de paz pero solo dura unos minutos. Los recuerdos empiezan a aparecer y ahora son ellos quien me hacen compañía.

...


Me cuesta mantener los ojos abiertos y entender mi entorno. Siento mi sangre hervir y las lentas pulsaciones.

-Señorita Freya.- escucho a lo lejos ¿Me puede escuchar?-abro los ojos y tardo en enfocar a Rose. Dejo escapar un gemido y ella pone su mano encima de mi frente-¡ Dios mío estas ardiendo! Voy a llamar al señor Shelby.- logro escuchar antes de volver a cerrar los ojos.

Las pesadillas me han acompañado todo el día, incontables veces me he despertado aturdida llorando y Rose a intentado ayudar. Al no aguantar más le pido que me ayude a bajar de la cama.

- Por favor Rose necesito despejareme siento que me va a explotar la cabeza.

- Pero solo un rato.- dice ayudándome a levantarme.

-Te lo prometo.- le susurro apretándole la mano. Bajamos las escaleras con cuidado y salimos por la puerta principal para ir al establo. El aire fresco y la oscuridad me dan placer.

Fallen - Peaky Blinder-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora