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-Sal despacio y con las manos en alto¡ - grita uno de los policías.

-No he hecho nada malo.- grito lo mas alto que puedo. Siento la respiración entrecortada y el frio penetrar mis huesos.

-Casi matas a un hombre inocente¡- repite el mismo hombre mientras se va acercando.

-Él me agredió primero, solo me defendí.- digo acercándome a él tirititando de frío y recuerdo lo desnuda que estoy y bajo las manos para cubrirme un poco.

-Las manos arriba,ahora¡- grita con una furia desmesurada apuntándome con su arma.

-No tiene nada encima, solo... tiene frio. -dijo Thomas a lo lejos con un tono de indiferencia.

Me detengo a unos metros de ellos, Thomas me tira mi abrigo y me enfunde en él lo mas rapido que pude. Al levantar la mirada vi como el mismo policia que me gritaba se acerco y empezo a manosearme sin apartar la mirada. Las lagrimas luchaban por salir pero las reteni y pose mi mirada en Thomas quería lanzarle una mirada de odio y desprecio y durante unos escasos segundos lo logre pero al sentir las manos ásperas masajear mis senos algo en mi terminó de romperse y la furia volvió a tomar el control. Le doy una bofetada pero el no tarda en responder y me propago un puño en toda la mandíbula que me desequilibra.

Aprovecha para retenerme en el suelo apoyando su rodilla en mi espalda y busca mis manos para esposarme.

-Puto animal¡-me grita agarandome del cabello.-ni los animales dejarían a una persona herida como lo has hecho tu.-y me escupe.

-Levántate furcia¡ - ese apodo,otra vez ese maldito apodo.

-Me llamo Freya, gilipollas¡ O tengo que dejarte como Karl para que tu y tus amigos se les meta en la puta cabeza?-le digo desafiante.

- Intentalo.- dijo antes de sujetarme del brazo y arastrarme hasta donde tienen los coches y entonces recorde la presencia de Thomas,no había dicho ni hecho nada para ayudarme.

-Thomas¡ No vas a hacer nada¡-no recibí respuesta y gire mi cara para buscarlo- Thomas¡ Diles que me suelten¡

-Mañana estarás fuera¡-dijo con frialdad.

-No no no... Sabes que con una noche les bastará a estos hijos de puta¡- intente deshacerme de su agarre- Thomas por favor¡

-No debiste escapar del hospital. Es lo maximo que puedo hacer.- y esas palabras eran mi sentencia.

-Noo Thomas esto si que no.- me sujetaron con fuerza y me meten en el coche.

-Lo siento.- escuche decir a mis espaldas y mi respiración se cortó, no tenía escapatoria.

...

Perdi la nocion del tiempo y del espacio hasta que los escuche reírse- Qué bien nos lo vamos a pasar.- mis sentidos regresaron y levanté la cabeza para mirarlo.

-Si me tocas te voy a arrancar los huevos, no lo dudes.-sueltan una risa burlona y noto como el coche iba frenando.

-Venga vamos¡- me gritan empujándome y sacándome del coche, aún sigo temblando del frío.

-Con cuidado animal ! - le grito recomponiéndome por haber tropezado por su empujón.

- Debería de arrástrate por el suelo, agradece cómo te estoy tratando.

Lo primero que veo al entrar a la comisaría es a un hombre mayor fumando una pipa mientras me analiza.

-Señor, está es la furcia que casi mata a Karl. - dice el mismo hombre que me trajo a empujones. Ese hombre no se molesto en responder solo asintió y me llevaron a una habitación vacía, la tenue luz me deja ver una silla y una mesa en medio de la pequeña habitación.

La puerta se cierra detrás de mí y el miedo se apodera de mis entrañas al ver el mismo hombre que me golpeó y manoseó en el río.

- Desnúdate.

-Como?

- Que te desnudas tengo que regístrate, es el procedimiento.- dice sin levantar la voz y acercándose a mi. Lentamente retrocedo hasta chocar con la mesa.

-Ahora ! - grita y hace que me estremezca.

- Ya me registraste, antes en el río y además te tomaste tu tiempo. - le encaro y el me coje la mandíbula con fuerza y me dice entre dientes.

-No agotes mi paciencia. -me levanta la cabeza y empieza a olerme el cuello- si que me voy a entretener contigo.- antes que empiece a reír le doy una patada en la entrepierna.

- Me cagó en tus muertos! - grita y me devuelve el golpe, mi mejilla empieza a arder.

- No tienes derecho a tocarme.-le digo mientras él aún se recompone.

- Tu... - me dice señalando y acercándose- tu no me dices lo que puedo y lo que no puedo hacer. ¿Lo entiendes? Además todos sabemos que no tienes a nadie y el "señor Shelby" - su tono es burlon- no ha mostrado ni una pizca de interés. Así que te vas a quedar callada hasta mañana por la mañana si no quieres ir derechita al hospital al salir de aquí.
Las lágrimas que tenía retenidas ya no aguantan más y se asomaron al abismo. Una parte de mi no asimila la situación y otra parte de mi esta en total pánico y shock.

-Y ahora... te voy a enseñar lo que vales. -me quita el abrigo, me gira y empuja contra la mesa mientras sujeta mi cabeza.

-Oprime tus gritos si no quieres que todos se enteren y pidan su turno- me susurra en el oído y mis lágrimas no dejan de salir. Intento deshacerme de él pero lo único que consigo es k me de la cara contra la mesa hasta hacerme sangrar.

- No hagas que destroce tu bello rostro- me susurra hiperventilando y siento su lengua recorrer mi cuello.

- Por favor...-solo me queda suplicar, no se como salir de esta situación.

- Quieres que te folle? Me lo estás pidiendo por favor?- se burla de mi. Antes de intentar seguir suplicando siento como se deshace de la parte inferior de mi ropa interior.

-Noooo, no, no, noooo, para por favor!- lucho por apartarlo pero solo recibo golpes con su porra. Siento todo el cuerpo doler. La costilla me quema pero no tanto como el dolor de la impotencia.

Y después de unos segundos luchando por mi dignidad lo sentí. Me corto la respiración y las ganas de seguir luchando. El dolor de mis partes es minúsculo comparado con el que tengo acumulado en el pecho. Dejo de luchar de llorar y de pensar. Ahora si que me lo han arrebatado todo, las pocas ganas de seguir adelante que había acumulado han desaparecido en un suspiro.

...





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Fallen - Peaky Blinder-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora