XVII

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4 años después...


Ha pasado mucho tiempo desde que pisé por última vez Birmingham y me fui con la idea de no volver nunca más.

Patrick llamó a la puerta la misma mañana que vi por última vez a Thomas. Un billete a Estados Unidos y un par de horas para prepararme, es lo único que me dijo. No me despedí de nadie, bueno tampoco había nadie.

Mi vida los primeros meses en EU era parecida a la antigua y eso lo odiaba, hasta el dia que conocí a Charlie. Todo empezó con drogar a unos cuantos clientes, después unas gotas de veneno letal... Birmingham me arrebato todo sentimiento y moralidad.

Es trabajo y se gana muy bien. Aburrida por la monotonía empecé a entrenar. Mis muchas horas libres y el empeño en mejorar de Charlie me han hecho una de las mejores sicarias. Ahora soy la persona más buscada por todos los gangsters de Estados Unidos, así que toca desaparecer durante un largo tiempo.

He ganado mucho dinero estos años pero nunca me he podido sentir satisfecha con nada y eso me hace sentir la pesadez de la vida...





El viento me despeina el flequillo y rápidamente me pongo el sombrero para ocultar mi cara. No quiero llamar la atención. Salgo de la estación y veo a un coche estacionado, es el mío.

-Hola, de Charlie no?- le digo dándole la maleta, el la coje mientras me mira atentamente.

-Señorita Freya?- pregunta mientras la guarda en el maletero.

- La misma.-abre la puerta y me subo mirando todo el perímetro, nada extraño.

Estaciona delante de un hotel, me abrocho el largo abrigo y espero a que me abra la puerta.

-Gracias, por todo.-le digo sonriendo mientras cojo la maleta.

- No ha sido nada. Un placer señorita Freya.- me devuelve la sonrisa y yo me encamino a la entrada del hotel. Siento la calidez del lugar y me acerco al mostrador.

- Buenos días señorita, en que pudo ayudarla.- dice un hombre mayor y sonriente.

-Tengo una habitación reservada en nombre de Charlie.- rebusca entre los papeles y se gira para darme la llave.

-Habitación 22, ¿puedo ayudarla con la maleta?

-No hace falta, gracias.

-Cualquier cosa estoy a su disposición.- le sonrío y subo las escaleras.

La habitación es grande y espaciosa. Esta llena de elegantes muebles pero la siento vacía. Saco la poca ropa que he traído y al abrir el grande armario veo que está lleno. Charlie ha pensado en todo. Preparó un baño de agua caliente, lleno una copa del champagne de bienvenida que me han dejado y me meto en la bañera.

...

Son las once de la noche, me he pasado la tarde durmiendo ya que en el barco no he podido cerrar ojo. Me he puesto un ajustado vestido negro, mis botas, un largo abrigo y me encuentro en la entrada del Garrison. El trayecto me ha traído todos los oscuros recuerdos que he llevado conmigo todos estos años. Calo de mi cigarro y entro sabiendo que a estas horas ,de un lunes, no hay nadie. Me acerco a la barra y tomo asiento en la punta evitando el hombre que se encuentra en el medio.

Me quito el abrigo, el sombrero y coloco bien mi pelo antes de hablar.

- Un whiskey sin hielo.- el barman se gira y se me queda mirando. Siento la mirada del otro hombre quemarme. Enciendo otro cigarro y al ver el baso encima de la barra le miro a los ojos y le regalo una sonrisa antes de dar un trago y dirigir mi mirada a ese solitario hombre.

Al reconocer esos oscuros ojos azules un temblor recorre mi espalda. Le sonrío y vuelvo a fumar. El no hace nada, tarda en reaccionar. Coge su baso y se acerca a mi. Le sigo mirando con una divertida mirada. Fumo antes de hablar.

-Señor Shelby... Cuanto tiempo.-le digo apartando la vista al notar que intenta leerme la mente con la mirada.





...

Fallen - Peaky Blinder-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora