XLI

696 46 5
                                    

Hace un mes que estoy viviendo con Polly. No he vuelto a hablar con Thomas. Nos cruzamos en el trabajo pero ni nos saludamos. Con Liezze lo mismo.

Polly es un encanto. Me cuida y se preocupa por mi como nadie antes lo había echo, excepto Charlie... A veces me gustaría volver a hablar con él, pero al recordar como me vendió se me quitan las ganas a tal punto que me amargo lo que queda de día. Lo mismo me pasa con el tema de Thomas, me come por dentro recordar que lo quería en mi vida después de todo lo que me había echo.

- Freya necesitas comer, por favor...- dice Polly sacándome de mis pensamientos.

- No tengo hambre...- le digo mirando el plato.

- Estás aún más delgado que cuando te mudaste conmigo, haz el esfuerzo.- suplica con la mirada y me siento mal por ello pero es cierto. Con el paso de los días se me ha ido cerrando el apetito y he perdido más peso. He tenido que ir a arreglar todos mis vestidos ya que me venían anchos.

- Lo siento...- digo avergonzada.

- Puedes dejar la comida si me prometes que cenarás bien.

- Vale te lo prometo.

- ¿Que te pondrás? - pregunta curiosa.

- Mmm... aún no lo sé, pero seguramente algún vestido negro.- hoy hay una cena familiar y le supliqué a Polly que no me arrastrase con ella pero fue imposible.

- Hace mucho que no nos reunimos todos. Tengo ganas de ver a toda la familia junta.- dice levantándose de la mesa. - Necesito ir a buscar unas cosas, nos vemos luego vale?

- Si, no tardes. - digo levantándome. - yo iré a tocar un poco el violín.

- Perfecto querida. Nos vemos luego. - dice saliendo.

Me dirijo a mi habitación y cojo el violín que está al lado de la ventana. Abro las partituras y empiezo a tocar. Mis pensamientos van flotando y pienso en todo y a la vez en nada.

Después de una hora ensayando lo dejo en su sitio y me llevo un cigarrillo a la boca. Lo fumo mientras miro atraves de la ventana. No quiero ir, es más es que me encuentro hasta mal. Me dirijo al escritorio y me pongo a terminar unos papeles del trabajo.

...

- Freya.- dice Polly entrando a mi habitación.- Deja el trabajo y alístate que se ha echo tarde.- miro el reloj confundido y veo que marca las siete de la tarde.

- Dios, ni me he dado cuanta. - digo levantándome y dirigiéndome al armario.

- Te prohibí trabajar fuera de la oficina.- dice enfadada.

- Lo siento. Necesitaba repasar unas cosas...- cojo un vestido negro, largo y ajustado y lo dejo encima de la cama. Me dirijo al tocador y empiezo a maquillarme.

- Polly creo que tengo fiebre.

- No, no, excusas no Freya. Se que no te apetece pero yo te considero de la familia y me dolería mucho que no estuvieras presente.

- Que bonito...- le digo mirándola. Pero realmente creo que tengo fiebre no era ninguna excusa.

- Dejó que te arregles. Te espero abajo.

- Vale.

Termino de cambiarme y miro mi reflejo. Mi cara no desprende ninguna emoción. Llevo semanas sin sentir nada ni que me importe nada. Bufo por el cansancio y salgo de la habitación.

...

Bajamos del coche y me detengo enfrente de la mansión de Thommas.

- Vamos. - dice Polly cogiéndome del la mano. Entramos y nos quitamos nuestros abrigos.

Fallen - Peaky Blinder-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora