XLIV

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- ¡Puedo cuidarme sola! - digo agilizando el paso para atraparlo. - ¡James! - grito haciendo que se de la vuelta.

- Señor James...- dice haciendo que me enfade más.

- ¡No te llamaré ' Señor James'!- grito adelantándome.

...

Llegamos a casa de Polly y tras una pelea para no dejarle entrar, termine rindiéndome. Tengo que confesar que su presencia y cercanía me ponen nerviosa.

- Me quitas de mis casillas...- murmuro bufando mientras me quito el abrigo.

- Me divierte. - le miro mal y subo las escaleras dirección a mi cuarto. Agradezco que no me siga. Me desvisto y me pongo mi jersey. Tomo la droga, la preparo y esnifo.

- ¿Para esto querías privacidad?- dice entrando y cerrando la puerta detrás de él.

- ¿Acaso no sabes llamar antes de entrar?- bufo echándome el pelo hacia atrás.

- ¿No vas a cenar?

- No. Quiero dormir.- digo tapándome con las mantas.

- ¿Has comido algo antes?- pregunta sentándose delante de mi. No respondo. Busco un cigarrillo y me lo llevo a la boca. Nos quedamos en silencio.

- ¿Acaso no te vas a ir?

- Duermo aquí. - dice levantándose y tumbándose a mi lado.

- ¿Como que aquí?

- Si... No me gusta dormir solo.

- A mi me da igual eso...

- La última vez no te disgusto mi presencia...- dice mirándome a la cara en casi un susurro. Noto lo cerca que estamos al volver a oler su fragancia.

- Olvídalo... - susurro antes de que involuntariamente mis ojos bajen hacia sus labios. Me cuesta reconocerlo pero es jodidamente atractivo.

- Será difícil sacármelo de la mente...- susurra.

- No se volverá a repetir.- digo mirándole a los ojos.

- Podríamos probar otra cosa...- su voz se vuelve más gruesa y mi cuerpo ya está reaccionado, tanto a él como a la droga.

-No te pases de listo.- sin verlo venir, me sujeta de la cintura me tira para abajo y me deja tumbada con él encima de mi. Me sujeta de la mejilla y su mirada penetra la mía.

-¿Esta con la guardia baja señorita Freya?- dice divertido.

-Quítate si no quieres k te patee los huevos.- le digo furiosa empujándolo.

- Estoy bien... Además no me puedes negar que los dos sentimos la tensión sexual...- su tono de voz es casi un susurro y noto como mi cuerpo le gusta la cercanía del suyo.

- James, quítate...

- Si quieres que pare lo haré.-susurra deslizándo su mano por mi cuerpo.

- James, basta...- logro decir no tan segura de mi misma. El no me hace caso y es entonces cuando los dos notamos nuestras respiraciones pesadas.- James...-sin dejarme terminar me besa el cuello y lo muerde .Yo con todas las fuerzas oprimir mis gadeos y hago un intento fallido de apartarlo. Baja por mi cuello y noto como su mano hace lo mismo hasta llegar a mi intimidad. Pero solo la desliza lentamente provocando en mí un gran deseo. Lleva la otra mano a mi cuello y con su pierna abre las mías haciendo que se coloque entre ellas.

- Por favor...- digo mirándole a los ojos.

- ¿ Me estás pidiendo que pare o que siga ?- trago saliva antes de hablar.

-Que pares.

- Creo que tu cuerpo no dice lo mismo.- susurro a punto de besarme y es entonces cuando la serenidad vuelve a mi y le doy una patada en su querida zona.- ¡Joder!- grita acurrucándose a mi lado por el dolor.

- Creo que mi cuerpo ya te ha respondido.- bufo colocándome bien.

- No hacía falta que me patearas los huevos literalmente Freya...- dice con una expresión dolorosa y sentándose a mi lado.

- Es lo único que te ha detenido.- le digo mirándolo. El bufa antes de hablar.

- Lo siento. Entendí mal tus señales.

- ¿Que señales? Si llevo toda la tarde pidiéndote que me dejes en paz.

- Cierto... Creía que te estabas haciendo la difícil.- me levanto en busca de un vaso de agua y siento como todos me empieza a dar vueltas. Me sujeta en el escritorio y escucho a James hablar pero no lo entiendo. Intento concentrarme pero el notar como me toca el hombreo me sobresalto. Me doy la vuelta y veo su cara de preocupación.

- ¿Estás bien? - pregunta sujetándome al ver como me cuesta mantener el equilibrio.

- Si... solo necesito dormir.- no lo veo muy satisfecho con mi respuesta pero me acompaño hasta la cama y me tapa con las mantas. Me lo quedo mirando mientras siento la mirada más pesada. Nuestras miradas se mantienen unidas y justo antes de caer en los brazos de Morfeo es cuando noto todo el dolor y soledad que desprende la suya.














...

Fallen - Peaky Blinder-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora