Fragmentos De Un Amor Incomprendido [LIBERTAD Y CONDENA] © +18 TERMINADA

C¹⁷. Cobarde.

Biel:

Cuántas metáforas para describir lo que me hace sentir su piel contra la mía,y cuántas podrían describir lo peligroso que es eso.

El invernadero es frío,pero ninguno de los dos ha sentido el clima tan peculiar.

Me acomodo en medio de sus piernas y tomo su mejilla,tiene un leve color carmesí y esa sonrisa.

-Me gusta verte sonrojada-digo mientras noto como sus mejillas suben un poco y se sonroja aún más.

-No me mires así-ordena con vergüenza escondiendo su rostro entre mi pecho.

-¿Por? Literalmente te he visto todo-alza su vista y me da un empujón juguetón-Es tonto,no deberías tener pena por ello.

-No es tonto,es normal-se acomoda el vestido y suspira-vamos,mamá frecuenta este lugar a esta hora.

Su pequeña advertencia me da el suficiente tiempo como para acomodar mi ropa antes de que mamá entrara al invernadero.

-¿Que hacen?-pregunta Nela mientras camina hacia nosotros.

Emma me mira y pasa de lado,no le da una respuesta,tan solo la mira,sonríe y sale del lugar dejándome la respuesta a mi.

-Hemos escuchado algo caerse- señaló las macetas que he tirado momento atrás-debe ser un ratón o algo más grande-vaciló.

No dice nada,tan solo me observa y siendo sincero,no se si me juzga o piensa algo diferente de mi.

-Tengo una pregunta para usted-mi madre me mira con curiosidad.

-¿Cuál?-ni siquiera me corrige por no decirle madre.

-¿Por qué me odias tanto?

Alza una ceja y va hacia el lugar donde estábamos Emma y yo. Lo que me hace ver el cristal agrietado.

-No te odio Biel,¿De dónde sacas eso?

-La verdadera respuesta la tienes tu,si tan solo me trataras como a Emma-desvía su mirada y se pone en cuclillas para recoger los pedazos de barro de las macetas-o como lo que soy,tu hijo.

-Biel-incluso la palabra hijo le incómoda-no puedo tratarte como a Emma porque ni siquiera eres la mitad de lo que es ella. Y no puedo tratarte como un hijo porque para mí no lo eres,y si eso para ti es odio, entonces si te odio.

Su sinceridad me impresiona,incluso puedo decir que me duele,pero no tanto como para darle el lujo de verme llorar o suplicar por su amor. No lo necesito,en realidad no la necesito a ella.

-Siempre creí que no podía odiarte,me repetía mil veces en la cabeza que eras mi madre,que tal vez un día me darías un poco de lo que tú corazón marchito escondiera. Me equivoqué,no tienes nada escondido para mí, entonces si puedo odiarte.
Si puedo odiar a la que se hace llamar mi madre.

Ella no dice nada,tan solo se mueve por todo el invernadero y toma un trapo pequeño para limpiar hoja por hoja de cada planta.

No quiero hacer nada,obligó a lo que sea que sucede dentro de mi al verla tan tranquila y al escuchar la respuesta, que ya sabía que daría, que se mantenga ahí,quieto.

-¿Esperas algo más?

Pero con eso último ya es imposible.

Camino hacia ella y empiezo a tirar cada una de las plantas que hay en ese lugar,ni siquiera me detengo cuando miro las macetas marcadas de Emma.

Las tomo con rabia y las azotó al suelo,cada una se hace añicos,la tierra sale y las flores caen con tanta facilidad.

-Hijo detente-subo mi mirada a mi madre,está asustada,nunca la había visto así.

Y eso,eso alimenta cada parte que necesita su perdón a costa de cualquier cosa.

-¿Ahora soy tu hijo?-agarro otra maceta y la aviento hacia sus pies.

Nela brinca y se aleja con la expresión más aterradora que he visto en mi vida.

-Quiero oír tu perdón madre.

Quiero que suplique mi perdón,quiero que repare todo el daño que me ha hecho estos años. Pero sobretodo,quiero que me dé las razones del porque tanto odio.

-Perdón Biel,no debí decir eso yo. Lo siento.

Pero se que no lo dice con sinceridad,tan solo quiere que pare,que deje de destruir aquel invernadero que ni siquiera es de ella.

En un segundo caigo en cuenta,no hay más plantas que destruir,no hay nada que valga la pena ser destruido. Solo ella y yo.

Mi enojo,mi odio,la impotencia que siento y las palabras anteriores que siguen recalcadas en mi mente me hacen caminar hacia ella,por un momento quiero hacerla sufrir,quiero que grite.

Me contengo,guardo mis puños cerrados en los bolsillos de mi pantalón negro y la miro con una sonrisa.

-¿Me tienes miedo madre?-ella niega con lágrimas en los ojos-no llores Nela-alzo mi mano y ella cierra los ojos-nunca te haría daño,no soy el monstruo que crees que soy. Soy tu hijo,ese que tan solo buscaba tu amor,ese que ingenuamente hacia dibujitos pensando que con eso a su madre le nacería el amor inexistente que nunca va a tener por él.

Esos mismos dibujos que siempre encontraba en la basura,tirados como si no tuvieran un valor.

En realidad no lo tenían,no para ella. Solo para ese pequeño que estaba solo,que había mandado a su hermana a Amsterdam por su bien y que odiaba a su padre por haber matado a la primer persona que lo entendía.

-Te-te desconozco Biel-tartamudeo.

-Nunca me has conocido madre-me acerque a su oído y suspire-y ese es un grave problema para ti.

Me acerque a su mejilla y dejé un beso,uno pequeño,uno que le recordara algo. Yo siempre sería,su primer y único error.

No se quitó,solo cerro los ojos y comenzó a llorar como una cobarde.

Eso era,Nela Murphy era cobarde,ingenua,torpe y sumisa como Emma. Pero sobretodo,era muy mala madre.

Siempre a la espalda de papá como si no fuera nada más que un trofeo,o la apariencia de una mujer atenta y un intento de buena madre.

Los intentos se quedarán en eso Nela.

Volví adentro, Emma no estaba y tampoco la busque,no era que no me importara, pero sabía el lugar exacto dónde estaba y con quién.

Así que prefiero buscar a mi padre,después del incendio había decidido que de ahora en adelante, yo sería su sombra. No porque eso quisiera,en realidad era para tenerme cerca y que yo no volviera a sabotear algún otro proyecto.

Gran equivocacion,los proyectos estropeados no han sido obra mía. Yo solo me encargaría de la familia Maccoby.

Emma por su parte,esa dulce niña caprichosa de papi sería la responsable del final de todo lo demás.

Somos un buen equipo,el problema es que al parecer el que cargará con las consecuencias de todos esos actos impulsivos y macabros, seré yo. Y eso,eso no empieza a agradar me.