Fragmentos De Un Amor Incomprendido [LIBERTAD Y CONDENA] © +18 TERMINADA

C³³. Amor no es compromiso

Emma:

Amar a una persona no significa que siempre podrás estar con ella,tampoco sabes si llegara el momento en que te diga que sus sentimientos son los mismo que los tuyos y está bien,no importa si no te ama,puedes sobrevivir con eso.

Pero él si había respondido a mis sentimientos,le había entregado todo de mi,pero eso tampoco significaba que firmaríamos para una vida juntos,mucho menos tener hijos o algo más pequeño como casarnos.

¿Estaba bien? Sabía que no,que algo dentro de mi esperaba que él dijera que si para poder huir,desaparecer y empezar de cero. Pero no podíamos,lo sabía pero aún así no dejaban de doler sus crudas y sutiles palabras.

—¡Emma!—su voz me habla,pero no volteo,tan solo sigo caminando,huyendo de él—Por favor Emma,mírame.

Lo ignoro y sigo hasta llegar al coche,quiero subir pero eso sería ir junto a él. Paso y sigo un camino erróneo cuando toma mi brazo,lo apartó con fuerza pero su agarre vuelve enderezando mi cuerpo al suyo; golpeó su pecho tratando de sacarme el cuerpo de sus brazos cuando me abraza.

—Te odio,te odio tanto—exasperó.

—Lo se.

—Pero el maldito sentimiento de amor es más grande que todo,incluso que esas pequeñas heridas que abres, porque lo sé,se que es imposible casarme contigo—incluso se que esto va a acabar en algún momento.

—Lo se.

—No,no lo sabes—las lágrimas que suelto humedecen su camisa—Quiero ser otra persona para poder amarte,o tal vez no quiero amarte,odio hacerlo. Soy feliz,tengo una vida feliz y esto—tomo su mano poniéndola en mi pecho para que sienta los latidos de mi corazón—esto no me deja porque tú lo provocas ¿Lo entiendes? Ódiame si quieres,pero saca este maldito sentimiento de mi pecho y vete Biel.

Sus brazos enredan más mi cuerpo,siento que me asfixió cuando suena ese leve sollozo proveniente de su espacio.

—Lo siento,lo siento tanto Emma pero no puedo.

—Eres un maldito egoísta—mi llanto aumenta.

Me alejo de él y borro esas lágrimas de mi rostro,su rostro está igual de empapado que el mío pero sus expresiones están intactas.

—Prefiero ser un maldito egoísta y herirte que alejarme de ti—niego rotundamente.

—Te odio Biel.

—Ódiame todo lo que quieras Emma,pero no voy a irme de tu lado,ya no,es demasiado tarde para eso—arrebata mis manos para guiarme a él y ponerlas en su pecho—¿Crees que eres la única que lo siente? No Emma,no eres la única y eso también te hacer ser egoísta, porque tú sufres,pero no ves que yo también lo hago y a ti te da igual.

Me ciego y vuelvo a alejarme.

—Quiero irme a casa.

—No Emma—como si fuera el destino,el celular de Biel suena.

Me mira,no va a contestar si lo miro. Voy al coche y subo,recargo mi cabeza en el marco de la ventanilla del auto y cierro los ojos cuando él contesta el teléfono,se aleja de ese lugar porque después solo hay silencio.

La puerta se abre y él sube,enciende el auto,siento su mirada,abro mis ojos y acierto.

—¿Que?—pregunto sin delicadeza.

—Se que no mereces esto Emma.

—¿Ahora sabes lo que merezco?— ladeó mi cabeza y rio con amargura.

—Emma...

—Da igual Biel,me ha quedado claro algo—acomodo mi cuerpo en el asiento—No somos,no seremos, y tal vez, nunca debimos intentar ser.

—Escucha,da igual el mundo Emma,te amo,tu me amas.

—El amarte es mi error más grande,y a mi no me gustan los errores Biel. Somos hermanos,y de ahí no debimos de pasar.

—No me hagas esto—dice casi con voz nula—porque no habrá vuelta atrás.

Tomo valor, porque tiene razón,se que no habrá vuelta atrás.

—Quiero irme a casa—pero aún así hablo—hermano.

Su frente cayó unos segundos al volante y después sus palmas se estamparon con fuerza en el mismo,estaba molesto,triste, decepcionado tal vez pero me estaba asustando con cada golpe.

—¡Para Biel!—rogué pero ignoro mis súplicas y siguió golpeando el volante,como si con eso sacara la frustración que nos carcome a los dos.

—Te odio Emma—fue el primer odio verdadero que salió y grito su boca—te odio tanto—me miró con esas ojeras marcadas y la niebla en sus pupilas—¡Maldita seas Emma! ¡Maldito sea este odio que me llevo a amarte! ¡Y maldito sea el mundo por darnos esto y después arrebatarlo de nuestras manos sin permiso ni compasión!