C⁴⁰. Y todo se vuelve oscuro

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Emma:

Yo no puedo pedirte que no huyas de tal escenario, de tal teatro donde me nominan como la mejor actriz en fingir amor o felicidad. Pero si puedo correr y pedirte un perdón por esto.

—No te atrevas a irte—Alessandro me ordena fingiendo una sonrisa amable a todos los invitados sujetando mi brazo con fuerza.

—Solo he aceptado por mi madre, no porque te ame—me zafó y corro detrás de Biel.

Tomo el vestido de las orillas para no caerme por lo largo y por lo torpe que llegó a ser en estos casos.

—¡Biel, espera!—grito pero aún sigue caminando, me escucha pero me ignora—Por favor—suplico y para.

—¿Que quiere la señora Maccoby?—su enojo no tiene ni una pizca de humor.

—No, no digas eso cariño—voy a tomar su rostro cuando toma mi muñeca con más fuerza de la necesaria para apartarme.

—En tu vida vuelvas a decirme así—retrocede—Soy un estúpido, creí que me amabas lo suficiente como para acabar con este teatro que solo nos separa más de lo que el destino ya lo ha hecho.

—Lo hago porque te amo Biel, no vas a entenderlo ahora pero estoy salvando tu vida.

—¡Oh ¿En serio?!—asiente riendo—Juraba que me darías una excusa menos estúpida, pero ve aquí—me señala de arriba a abajo—la reina de la actuación.

—Biel, para—me estás destrozando con cada palabra.

—¿Que pare? Emma, ¿No lo ves? Me estoy cansando de esto—me miras, eres experto en destruir—de ti—y ahora quieres destruirme a mi porque eso he hecho contigo.

—Es-estás mintiendo—lo haces como mecanismo de defensa.

—No Emma, por primera vez no te miento—quieres acercarte y tomar mis manos pero eso arruinaría todo lo anterior, volveremos a lo mismo de siempre porque no somos libres—me miento a mi mismo porque a pesar de todo, te amo y no puedo dejar de hacerlo de un momento a otro solo porque me has traicionado y te has casado con ese idiota—y nunca vamos a serlo.

—Te contaré todo ¿Si? Pero vámonos de aquí.

—No Emma.

—Mamá me ha dicho que si no aceptaba te iban a matar Biel,no no puedo perderte—no me crees, lo sé por la sonrisa burlona que forman tus labios—No me crees ¿Cierto?

—Cierto, no te creo—te acercas y bajas tu boca a mi frente para dejar un beso—se feliz Emma.

Va a marcharse, no solo del lugar, sino de mi vida.

—¿Por qué te despides?—tus ojos se cristalizan al par de los míos—¿Por qué no me crees?

—Porque también creí que me amabas y mentiste.

—No no Biel—te obligó a mirarme—te amo, te amo con mi vida entera.

—Yo igual Emma—sonrió—pero ya no quiero hacerlo.

Te vas Biel, tu amor y todo lo que me das se esfuma como polvo entre mis dedos.

Se me comprime el pecho, los grito de adentro toman nuestra atención lo suficiente como para olvidar que ahora mismo me has dado tu despedida.

—¡No te atrevas Nela, quítate de mi camino!—es Bryson.

—¡Solo déjalos en paz, por favor! Son mis hijos, ellos, ellos no saben nada no tienen la culpa de esto—se vuelve sumisa, pero la idea estaba equivocada porque no era sumisa con papá, era con él.

—¡Te he dicho que no te metas en esto!—la bofetada que resuena en todo el lugar hace que a todos nos hierva la sangre, las personas que están a nuestro alrededor se quedan quietos pero susurran a sus espaldas.

Papá va a meterse cuando Bryson le apunta con el arma, esa que sin falta lleva escondida.

—No esta vez Denim—le advierte—hemos hecho un trato y tu esposa lo ha roto.

—Te hemos dado todo, hemos hecho todo lo que nos has pedido—la voz de papá es miedosa, cobarde.

—Menos una sola cosa—me apunta a mi—solo era un maldito compromiso y tú estúpida hija lo ha arruinado ¿Por qué? ¿Por su maldito hermano?

Los puños de Biel se aprietan con fuerza, sus nudillos se vuelven de un blanco exagerado mientras aprieta sus dientes y trata de no ceder a sus impulsos.

—¿Es que no les has dicho Denim?—mira a mi madre en el suelo—Oh, ya entiendo, tratas de que tus hijos no sean tan ingenuos como tú y los alejas.

—Dejalos ir Bryson—levantan a Nela y se acerca para ponerse frente a nosotros—son lo único que tengo y que si es mío.

Porque su libertad no es suya y su amor fue forzado. La obligaron a amar a un hombre solo por agradecimiento.

—Uno de ellos no es tuyo Nela.

—¿De que demonios hablan?—Pregunta Biel alejándose de la protección de mamá.

—Alejate de él, Biel.

—Hazle caso a mamá, hijo—resopla—tu madre guarda muchos secretos, como tú origen. Se que siempre te has sentido ajeno a esa familia y no es para menos...

—¡Cállate!—Nela jala a Biel de los brazos como a un niño pequeño, trata de protegerlo a toda costa como si de verdad lo amara.

—¡Calla a tu maldita esposa o voy a matarla Denim!

Mi padre va a su lado y la aleja—Solo vamos a ignorar esto, podemos resolverlo después Nela, solo nosotros.

—No se, yo me divierto mucho—Alessandro está detrás de mi, siento su respiración por mi cuello y sus dedos recorrer mis brazos.

Biel da un paso—¡Alejate de ella Maccoby!—su mano va detrás de su espalda cuando Alessandro le apunta.

—Un movimiento más y te mato.

Tengo miedo, por primera vez en mi vida le tengo miedo a algo real.

—Esto es solo de nosotros Bryson, nuestros hijos no van a meterse—mi padre nos mira y mueve sus ojos.

El señor Maccoby no lleva arma, se ha confiado demasiado y mamá está a su lado, fingiendo debilidad porque eso necesita él para sentirse satisfecho.

Vuelve a mover su mirada, esta vez sus ojos apuntan al arma que Alessandro no tiene bien agarrada, también está confiado como su padre porque Biel está frente suyo. Su problema es que, yo estoy a su lado.

Miró a Biel y asiento para que el camino de su mano a su espalda vaya lento, por último, le doy una mirada a mi madre y otra a papá, así que lo saben, deben moverse rápido.

Golpeó el brazo de Alessandro tirando el arma al suelo para que no tenga acceso a ella, mientras papá se mueve rápido para llegar a Bryson y forcejear con él.

Mamá va a Biel y toma su rostro susurrando algo que no logro comprender, pero que trato de imaginar, lo convence para huir y salir de ahí porque la única persona que corre sumo peligro, es él.

Alessandro me toma del cuello apretando con fuerza—¡Maldita seas Emma Lynch!—quiere matarme pero ignoro el dolor que me provoca al quitarme el oxígeno, cuando veo como mamá empieza a salir con Biel del lugar.

Así que lo pienso, da igual si hoy muero, me iré sabiendo que él vive por los dos.

Pero todas mis ideas de esperanza se pierden cuando el gatillo de un arma se dispara, la mirada de mi padre se agobia, la mirada de mi madre cae, la mirada de Biel se pierde.

La mía se apaga y todo se vuelve oscuro.

Fragmentos De Un Amor Incomprendido [LIBERTAD Y CONDENA] © +18 TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora