C⁵². Flashback

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Emma:

Siento una presión en la cabeza, mi cuerpo tambalea y mis manos solo cubren mis ojos. El mareo es atroz y el dolor es inimaginable.

*1 flashback*

No te veo, hay personas en toda la habitación pero ninguna de ellas eres tú.

¿Me has abandonado para siempre, o solo un segundo como solías hacerlo?

-¿Por-por que carajo duele tanto?-se que me quejo, siento las cuerdas vocales moverse aún cuando no percibo mi voz.

-El dolor podrá disminuir mientras el tratamiento persista-no se quién es, nunca lo había visto pero él parece reconocerme de inmediato mientras habla con tanta facilidad-no renuncies a él y él no renunciará a ti Emma.

Mis ojos se abren con tanto pavor y desenfreno que él corre hacia mi por ayuda que internamente pido y él percibe.

-¿Estás bien? Toma asiento, te dije que no estuvieras tanto tiempo parada-me reclama al literalmente aventar mi cuerpo a la silla de la pequeña oficina del bar.

-Estoy bien solo... Solo fue una... ¿Visión?-niego tratando de descifrar que ha sido lo anterior.

-¿Una visión?-me mira burlón y confundido.

-Es... ¡Oye no te rías!-pero me río igual-ha sido muy raro.

-Bueno, cuéntame de tu rareza-se sienta en una silla frente a mi y se prepara para escuchar atento.

No sabía cómo empezar, era algo incluso estúpido.

-Estoy en una habitación, los colores son tenues, tratan de mostrar tranquilidad pero me molestan-se ve curioso, intrigado-hay personas, tal vez cuatro o cinco incluyendo a mamá. No sé que hacen pero yo estoy en medio, soy como un experimento, cómo si yo fuera un conejillo de indias y ellos los expertos.

-Si que eres rara-se burla-¿Donde estoy yo?

-No estás ahí-me apresuró a decir- eso es lo que más me aterra.

No dice nada, solo mueve las cejas hacia arriba y después divaga porque también le aterra.

-Seguro fui por ese café que tanto exige ahora señorita.

-Que bobo, a ti te gusta ir por mi café-mis mejillas suben, siempre lo hacen.

-Claro-acerca mi silla a la suya con un jalón de sus manos-Entonces, señora Murphy ¿A quien matará hoy?

Divagó, pienso en juego y acierto para cubrir mis labios con su oído y susurrar un nombre.

-Al señor Maccoby...

Toma mi nuca con poca delicadeza e imprime sus dulces caricias sobre mi cuello hasta llegar al pecho. No queremos parar pero lo hacemos.

-¿Lista?-no entiendo su pregunta.

-Desde hace más de cinco años.

-Che tutto ciò che sta tra questa vita e la morte abbia pietà del mio amore per te. [Que lo que sea que exista entre esta vida y la muerte, se apiade de mi amor por ti].

-Amén.

Fragmentos De Un Amor Incomprendido [LIBERTAD Y CONDENA] © +18 TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora