What does Chaelisa say?

013

Rosé POV.

Intenté controlar mi respiración en esos preciados segundos que la manager tardó en entrar al auto. Lo que menos había esperado era encontrarme con ella justo el día que había hablado con Jennie sobre mis sentimientos. La manager se acomodó su cinturón y encendió la radio, poniendo un poco de rock suave. Me sorprendió que tuviésemos un gusto musical similar y no pude evitar sonreír.

—¿Hacia dónde debería ir?—preguntó cuando puso en marcha su auto que era muy cómodo, silencioso y por supuesto, increíblemente caro. 

—Hm... —miré a mi alrededor para darle las indicaciones—Debe girar a la izquierda e ir hasta Hongdae. Vivo a unos 10 minutos de la calle principal—expliqué. La manager abrió levemente su boca, totalmente incrédula.

—¿Es una broma? ¿Ibas a caminar hasta Hongdae? Rosé, eso habría tomado cerca de 45 minutos—no dije nada. Solo me hundí un poco el asiento ya que sentía que me estaba llamando la atención por algo sin importancia para mí.

—En realidad...—dije después de unos minutos en silencio—No es tan peligroso como cree. Ya he caminado por estas calles de noche en innumerables ocasiones y jamás me ha sucedido algo—expliqué con honestidad.

—Rosé... Realmente me sentiría mucho más tranquila si fueses más cuidadosa. Tu seguridad es importante y no quisiera que aparecieras en las noticias matutinas—dijo la manager con calma. Ella seguía con su mirada fija en la ruta y no pude evitar sonreír al pensar que se preocupaba por mí. 

—Lo tendré en cuenta manager.

Nos quedamos en silencio varios minutos disfrutando sólo de la música.

—¿Le gusta The Killers?—pregunté al reconocer la canción que había comenzado a sonar. Ella sonrió y asintió. 

—Me encanta The Killers. Los sigo desde que subían sus canciones a MySpace.

—¿MySpace? Eso es muy antiguo—dije sin poder evitarlo. Ella me miró con cara de shock pero luego comenzó a reírse. 

—Supongo que tienes razón. Me sorprende que incluso sepas lo que es un MySpace—dijo ella pensativa—¿Ya habías nacido en ese entonces?—se burló. Esta vez fue mi turno de sentirme ofendida. 

—No soy tan joven como cree, muchas gracias—dije fingiendo sentirme ofendida y ella comenzó a reír. 

—Vamos Rosé. Al lado mío eres una bebé.

—No sabría decirlo porque honestamente, no representa en absoluto su edad. Las personas incluso podrían pensar que somos hermanas—repuse convencida. 

—Más bien como la hermana de tu madre. Una tía, tal vez—comentó pensativa y no pude evitar reír. 

—Tiene una muy mala percepción de sí misma ¿no?—la miré con curiosidad—Es difícil de imaginar considerando que en realidad es muy guapa. 

Tuve que armarme de mucho valor para decir esas palabras. Ella me miró sorprendida pero sonrió inmediatamente. 

—Bueno... Gracias por eso—repuso. 

Nos volvimos a quedar en silencio mientras escuchábamos la canción reproducirse en el auto. Sin darme cuenta comencé a cantar bajito. 

—Slippin' in my faith until I fall, he never returned that call. Woman open the door, don't let it sting I wanna breathe that fire again. She said Oh well I don't mind if you don't mind cause I don't shine if you don't before you go, can you read my mind? 

—Vaya...—escuché que dijo la manager. Me giré para mirarla y ella me miraba de reojo muy sorprendida. 

—¿Qué sucede?

—Tienes una voz increíble—dijo con una sonrisa. No pude evitar ruborizarme y me mordí un labio intentando evitar la sonrisa estúpida que se estaba formando en mis labios. 

—¿Lo cree?

—No sólo lo creo, estoy segura—continuó ella—¿Te gusta cantar?

Lo pensé por un minuto y me encogí de hombros. 

—No lo hago frecuentemente frente a otras personas. Soy más del tipo que canta en la ducha—dije riendo bajito. 

—Bueno, puedo decir que es una lástima porque realmente creo que tienes una voz hermosa—comentó ella con una sonrisa. Le agradecí por sus palabras y volvimos a quedarnos en silencio. Luego de unos minutos noté que la manager comenzó a mover sus manos de manera nerviosa contra el volante. La miré atenta ya que parecía que quería decir algo.

—Este... el día viernes, cuando salimos con los muchachos... Creo que fuiste tú quien...

Me esforcé para comprender lo que quería decir hasta que se me ocurrió algo y decidí arriesgarme.

—¿Se bebió el batido que le preparé para la resaca?—pregunté y ella me miró sorprendida. 

—Hm... sí, fue un remedio muy bueno—respondió volviendo la vista a la ruta—G-Gracias, por llevarme a casa. No recuerdo mucho pero espero no haber hecho algo vergonzoso.

—En absoluto. Es muy linda cuando está ebria manager—comenté mirando mis manos ya que me avergonzaba mucho mirarla a la cara. Escuché que la manager tragó duro, quizá mis palabras la incomodaron pero no iba a dar marcha atrás. Haría lo que dijo Jennie. Intentaría ser más sexy mientras intentaba descubrir qué tipo de relación tenía con la presidenta.