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Lisa POV.

Rosé no tardó en estar lista y se apresuró al auto donde la esperaba. Como siempre se veía guapísima con un vestido corto floreado que realmente le favorecía, una chaqueta de mezclilla encima y unas zapatillas blancas que completaban el outfit. Subió el auto con una gran sonrisa y me miró curiosa.

—¿Adónde iremos?

—Conozco un lugar con los mejores desayunos. Te llevaré ahí porque estoy hambrienta—expliqué y ella asintió con emoción. Arranqué el auto y nos dirigimos a un restaurant en los límites de la ciudad que sólo unos pocos afortunados conocían. Este se encontraba en medio de un campo, por lo que era bastante rústico pero tenía una vista increíble de un bosque donde podías hacer senderismo. Cuando estacioné el auto, vi a una muy sorprendida Rosé.

—¡Vaya! Conoces los lugares más increíbles—pensó ella en voz alta y no pude evitar sonreír. Ella me miró con interés—¿Cómo descubriste este lugar?

—Jisoo fue quien lo hizo. Antes de que debutara dijo que quería encontrar algunos refugios donde pudiera esconderse cuando necesitase tranquilidad—dije con una sonrisa—Ella estaba segura que sería famosa y necesitaría privacidad.

—Fue muy listo de su parte—estuvo de acuerdo ella.

—El dueño del restaurant instaló un hotel en medio del bosque. Es bastante rústico y elegante, creo que te gustaría.

—¡Me encantan las cosas rústicas! ¡Y el senderismo! ¿Podemos hacerlo?—preguntó con emoción y fue imposible no reír.

—Quizá otro día, hoy no hemos venido preparadas para hacer senderismo—repuse—Y si te parece bien, podríamos quedarnos en el hotel el fin de semana—propuse. Vi como abrió los ojos con sorpresa y sus mejillas de inmediato se sonrojaron. No dijo nada por unos segundos e inmediatamente me arrepentí de mi propuesta—No te sientas obligada, es sólo una idea... podemos sólo venir a hacer senderismo y...

—Me encanta la idea. Me gustaría mucho... pasar juntas un fin de semana entero—me interrumpió aún sonrojada. El alivio que sentí en ese momento fue indescriptible.

—De acuerdo. Lo organizaremos—dije con una sonrisa—Ahora entremos, estoy hambrienta—Rosé asintió y ambas bajamos del auto. Rosé miraba todo a su alrededor, absolutamente deslumbrada. Me acerqué a ella y entrelacé nuestras manos. Ella sonrió ante mi gesto y nos encaminamos al restaurante donde estaba el dueño, quien ya me conocía debido a Jisoo.

—¡Lisa, es bueno verte!-se acercó contento y me dio un abrazo—Ha pasado tiempo desde la última vez que te vi.

—Hola Jin—saludé respondiendo el abrazo—¿Cómo va el negocio?

—Excelente. Ha sido una buena temporada—respondió contento y luego miró a Rosé con curiosidad. Puse mi brazo alrededor de la cintura de Rosé, de manera territorial, sólo para que Jin no tuviera ideas extrañas—Jin, te presento a Roseanne, mi novia. Rosé él es Jin, el dueño del restaurant y hostal que te mencioné antes.

—¿Novia? Increíble—repuso sorprendido pero con una gran sonrisa—Es un placer, Roseanne—dijo alzando su mano para estrecharla. 

—El placer es mío—respondió ella algo avergonzada. Al parecer el que la haya presentado como mi novia la había desconcertado. 

—Por favor, síganme. Tengo preparada la mejor mesa del lugar para ustedes—dijo Jin guiándonos hasta el segundo piso de su restaurant. Abrió un gran ventanal que daba a una terraza con una increíble vista del bosque y una cascada que se podía apreciar a lo lejos. Escuché que Rosé jadeo a mi lado y fue imposible no sonreír.

—¿Te gusta?—pregunté.

—Es... es... vaya...—comentó sin poder hilar una oración completa. Jin sonrió complacido con su reacción. Por supuesto que siendo el dueño, el dejar a las personas deslumbradas y sin habla debía causarle gran satisfacción. 

—Pueden tomar asiento y en unos minutos les traeré su desayuno—dijo Jin una vez ayudó a Rosé a sentarse. Asentí y nos dejó solas. Rosé seguía mirando todo a su alrededor.

—Es un lugar fantástico Lisa. Podría quedarme a contemplar este lugar por siempre—sonreí al escucharla hablar de esa manera y tomé su mano que reposaba sobre la mesa. Ella dio un saltito con el gesto y de inmediato se ruborizó cuando comencé a acariciarla.

—Me alegra que te haya gustado. Es uno de mis lugares favoritos—comenté. 

—¿Nunca has venido con otra persona aparte de Jisoo?—preguntó curiosa. Arqueé una ceja, su curiosidad sobre mi pasado era de cuidado. 

—Sólo con Jisoo.

—¿Ni siquiera con la presidenta?—continuó. Su pregunta me sorprendió.

—¿Eh? ¿Por qué con Irene?

—Me causa cierta curiosidad—se encogió de hombros—Dices que son amigas pero por algún motivo casi nunca hablas de ella. No de la manera en que hablas de Jisoo. 

—Mmm... —tomé un poco de agua mientras pensaba en una excusa creíble—Bueno... técnicamente es nuestra jefa, por lo que no me sentiría cómoda hablando de ella con otro empleado. No se siente correcto—noté que ella sopesaba mis palabras y asentía con la cabeza. Al parecer mi excusa era razonable. 

—Tiene sentido. Lo lamento. No quería inmiscuirme o hacerte sentir incómoda—se disculpó. 

—Olvídalo, Rosé. Además, si tengo que ser honesta... prefiero hablar de ti—sonreí de manera coqueta y ella de inmediato se ruborizó. No tuve tiempo de seguir ruborizándola ya que llegó Jin con dos camareros y nos sirvieron un desayuno de lujo. Rosé quedó boquiabierta al ver todo lo que nos servían y fue imposible no sonreír al ver sus reacciones. Era tan linda. 

—¿En serio todo esto es para nosotras? Se ve delicioso ¿Estoy en el cielo?—dijo sin dejar de mirar la mesa. Jin me miró muy satisfecho, probablemente se sentía en el cielo con las reacciones de Rosé. 

—Todo esto es para ustedes, por favor disfrútenlo y si necesitan algo, no duden en llamar—comentó Jin antes de darse media vuelta y retirarse, dejándonos solas para disfrutar el desayuno. Rosé juntó sus manos, tal como había hecho en casa anteriormente y agradeció por la comida en una oración silenciosa. Dios, esta chica. Cada pequeño gesto me encantaba. No podía entender cómo esta hermosa mujer pudo poner mi mundo boca abajo en tan poco tiempo. 


What does Chaelisa say?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora