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Rosé POV.

El sonido de la alarma me despertó. No quería levantarme, sentía que apenas había dormido diez minutos. Sin abrir los ojos comencé a recordar todo lo ocurrido ayer; la reunión con los muchachos de secundaria, las risas, lo bebido, Jennie muy ebria. También recordé a Lisa... Lisa recogiéndome del bar y Lisa diciéndome "te amo" ¿Eso había sucedido o había sido un sueño? No estaba segura, todo era muy confuso. 

—¿Acaso no vas a despertar, dormilona?—escuché una familiar voz susurrar en mi oído. 

—No... Tuve un sueño muy lindo—murmuré aún sin abrir los ojos. 

—¿Qué soñaste?

—Que mi novia me decía que me amaba—suspiré y la escuché reír. 

—Eso no fue un sueño—dijo Lisa y comenzó a darme pequeños besos por mi cuello—Tu novia dijo que te ama... te ama mucho... Te lo repitió muchas veces—sólo entonces me terminé de despertar por completo y abrí los ojos. 

—¿No fue un sueño? ¿De verdad me amas?

—Te amo Rosie ¿Por qué lo diría si no fuese cierto?—repuso ella con una sonrisa y me dio un dulce beso en los labios que respondí gustosa.

—Yo te amo a ti Lalisa Manobal—susurré contra sus labios. 

—¿Ahora sí crees que no fue un sueño?—preguntó y negué con la cabeza.

—Creo que sigo soñando... así que no me despiertes.

—Pero debemos ir a trabajar ¿sabes?—dijo riendo y luego me miró arqueando una ceja—Espera... ¿Siquiera recuerdas lo que pasó luego de mi confesión?

—¿Luego?—pregunté confundida y ella puso los ojos en blanco.

—Olvídalo. Fue maravilloso e inolvidable para mí, pero veo que no fue así para ti... está bien, no hay problema...—dijo levantándose de la cama fingiendo estar dolida. Fue imposible que mis ojos no se distrajeran con aquella diosa desnuda haciéndose paso por la habitación. Rápidamente me puse de pie y corrí tras ella para abrazarla. Rodeé su cintura con mis brazos y apoyé mi mejilla contra su espalda. 

—Claro que lo recuerdo—me reí bajito—¿Por qué crees que me costó tanto despertar? ¡Casi no me dejaste dormir!—ella tomó mis manos entre las suyas y me la imaginé sonriendo muy satisfecha de sí misma.  

—Se supone que eres la joven ¿y fui yo quién no te dejó dormir?

—Tienes demasiada energía Manobal—la acusé y repartí pequeños besos por toda su espalda.

—No hagas eso...—dijo con la voz ronca. Observé como su piel se erizaba con cada beso. Sonreí contenta con el resultado y no me detuve—Rosé... si continúas haciendo eso vamos a llegar tarde... muy tarde...

—¿Y eso importa? Eres la jefa—repuse dándole media vuelta para que quedara frente a mí. Noté que sus ojos se habían oscurecido y sólo veía deseo en ellos. Sin embargo, aún no hacía ningún movimiento, probablemente seguía dudando. Me arrodillé frente a ella y con mis manos acaricié sus piernas mientras con mi boca me dedicaba a besar su vientre. Su respiración se volvía más irregular a medida que me acercaba a su punto más erógeno. Con ayuda de mis manos logré que abriera un poco las piernas lo cual me dio completo acceso a ella. Sin demora comencé a lamer su centro haciéndola gemir.

—Rosie... mi Rosie...

—¿Quieres que me detenga?—pregunté. 

—No... no pares... te necesito—dijo entre jadeos. Sus deseos eran órdenes para mí y aprovechando que ya se encontraba muy mojada, introduje uno de mis dedos en su interior. 

—Tan húmeda y caliente—susurré antes de que mi lengua continuara jugando con su centro. Cuando Lisa me sujetó de la nuca al borde de la locura, introduje un segundo dedo y aumenté el ritmo. Arqueó su espalda contra la pared indicándome que estaba disfrutando de lo que hacía. 

—Rosé... ahhh.... Rosé...—dijo entre jadeos—Te amo... te amo...—escucharla expresar sus sentimientos, aún en esa situación, me hacía increíblemente feliz. Sentía que por fin ella había tomado su decisión y estaría conmigo para siempre. Noté que estaba por venirse y no detuve ninguno de mis movimientos hasta que la escuché gemir por todo lo alto. Su interior palpitaba y yo me sentí más que satisfecha al haber logrado provocarle tal liberación.

—Eso... fue...increíble—dijo con la respiración entrecortada. Sonreí triunfal y me puse de pie para ver de cerca la mirada satisfecha de mi novia. 

—Yo te amo más, Lili—dije dándole un pequeño beso en los labios. Ella sonrió aunque se le veía algo adormilada—Deberíamos alistarnos para ir al trabajo—informé pero ella me sujetó de las muñecas y negó con la cabeza.

—¿Crees que puedes hacer lo que hiciste sin sufrir las consecuencias?—su mirada había cambiado; ya no era satisfecha y adormilada, sino feroz y prometedora. Comenzó a avanzar lentamente, aún sujetando mis muñecas y yo por puro reflejo retrocedía cada paso que ella avanzaba hasta que me encontré con el borde de la cama.

—¿Pero qué hay del trabajo?—pregunté con inocencia. 

—¿Qué importa el trabajo? ¿No dijiste que yo era la jefa?—susurró en mi oído poniéndome la piel de gallina. Su voz prometía tanto... Y vaya que quería que cumpliera su promesa. 

xxx

Ya era la hora de almuerzo en la oficina. Habíamos llegado casi una hora tarde; Lisa inventó alguna excusa sobre una reunión extraordinaria y yo inventé que tuve que acompañar a la abuela al doctor por un chequeo de rutina. Por suerte nadie en la oficina sospechó, ni siquiera cuando me vieron caminar como bambi, cortesía de Lisa.

Estaba por salir a comer con Sana, Jungkook y Jimin cuando llamaron para avisarme que alguien me buscaba. Cuando pregunté de quién se trataba me informaron que era Hyeri. 

—¿Quién es Hyeri?—quiso saber Sana en cuanto les avisé que no comería con ellos.

—Una antigua compañera de la secundaria.

—¿Oh? ¿Una de las personas con las que te reuniste ayer?—preguntó Jimin y asentí con la cabeza. 

—¿Por qué pareces conflictuada por su visita? ¿Pasó algo?—preguntó Jungkook. A veces olvidaba lo perceptible que era; si de alguien debía cuidar el secreto que teníamos con Lisa, era de él.

—Es una larga historia. Tal vez en otro momento los pueda poner al día—dije tomando mi cartera—Nos vemos luego—me despedí antes de salir. Lisa no se encontraba en su oficina, la habían llamado desde otra área para asistir a una reunión, esta vez de verdad. Le envié rápidamente un mensaje informándole que almorzaría con Hyeri pero ella no había visto el mensaje aún. 

Cuando salí del elevador en el primer piso, vi de inmediato a mi antigua amiga. Estaba esperando por mí cerca de la entrada del edificio y sonrió al verme. 

—¿Te interrumpí?—preguntó. 

—Para nada. Ya es hora mi de almorzar así que si te parece podemos ir juntas—propuse y ella asintió.

—Lamento venir sin avisar—dijo mientras salíamos del edificio. 

—No te preocupes. De alguna forma sospechaba que nos veríamos pronto—respondí restándole importancia. 

—¿Es así?

—Sólo me imaginé que querrías hablar de lo que pasó ayer. Probablemente tienes muchas dudas y creo que debo explicarte muchas cosas—suspiré. Ella me observó con atención unos segundos y luego asintió. No sabía cómo se sentía Hyeri en realidad, pero había decidido ser honesta con ella. Sentía que se lo debía ya que nuestra historia siempre quedó inconclusa y no quería estar en una relación con Lisa sin tener mi pasado resuelto. 



What does Chaelisa say?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora