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Lisa POV.

Durante todo el camino de regreso a casa tuve una estúpida sonrisa en el rostro. No podía evitarlo. Estaba feliz. Como nunca antes lo había estado. Ambas entramos tomadas de la mano al departamento cuando una muy preocupada Jennie apareció para recibirnos.

—¡Lisa! ¿Encontraste a...?—se interrumpió al vernos sonrientes y tomadas de la mano—Veo que la encontraste a ella y que también encontraste algo más—dijo mirando fijamente nuestras manos unidas. Yo sonreí aún más y besé su mano.

—Nosotras... estamos bien—dijo Rosé con timidez. 

—Parece ser que están mejor que bien—dijo Jennie con una sonrisa engreída mientras se cruzaba de brazos. 

—De acuerdo, necesito saber cómo lo hiciste Lisa. Una jo-di-da misión imposible y aquí estás—dijo Jisoo que acababa de unirse a la fiesta. 

—No hay nada que explicar, simplemente nos amamos—dije sin poder dejar de mirar a Rosé. Ella sonrió y se acercó para darme un pequeño beso en los labios. 

—Oh, de acuerdo, deténganse. Voy a vomitar mi desayuno—se quejó Jennie poniendo los ojos en blanco—Vengan que les prepararé algo de comer—dijo haciendo su camino a la cocina.

—¿Eh? ¿Les prepararás algo?—preguntó Jisoo fingiendo enfado—¡A mí sólo me diste cereal y leche! ¿Por qué ellas son las que reciben el tratamiento especial?—se quejó mientras la seguía, pero Jennie sólo la ignoraba. Las seguimos pero tuve que detenerme un momento porque me dolían terriblemente las costillas; me había excedido y lo sabía. Cuando lo hice, Rosie me miró con preocupación. 

—¿Estás bien?—preguntó. 

—Si... sólo me duele un poco—dije—Odio no poder moverme con libertad.

—Espero que hayas aprendido la lección y nunca cometas esta locura de nuevo—dijo frunciendo los labios. 

—Entonces no vuelvas a dejarme—le pedí besando nuevamente su mano que seguía unida a la mía—No pienso con claridad cuando no estás conmigo.

—No te dejaré de nuevo. Lo prometo—dijo antes de darme un casto beso en los labios. Sonreí y con su ayuda, nos dirigimos a la cocina donde continuamos escuchando las quejas de Jisoo. 

xxx

Los siguientes días pasaron muy rápido. Y es que así pasa el tiempo cuando lo disfrutas; yo estaba disfrutando cada día junto a Rosé. Jisoo y Jennie habían aprovechado que todo estaba bien entre nosotras y se habían ido de viaje a Los Ángeles. Ambas las animamos a hacerlo ya que habían pasado por mucho debido a nuestros problemas y se merecían un tiempo juntas. 

Luego de varios días en que Rosé apenas me dejaba levantarme, por fin había obtenido su autorización para levantarme y preparar el almuerzo. Era algo que quería hacer después de todo el tiempo que estuvo cuidando de mí. Estaba cortando unos pimientos mientras ella me observaba desde la isla de la cocina, tratando de no reírse cuando algo no me salía bien. 

—¿En serio simplemente vas a quedarte ahí burlándote mientras arruino la comida?—suspiré con frustración.

—Oh, no, no. Tú dijiste: "Voy a cocinar para ti y te dejaré boquiabierta"—se burló sin poder contener la risa.

—Quizá exageré un poco—fruncí los labios. Ella siguió riendo cuando su celular indicó un mensaje, el cual leyó rápidamente. Su humor pasó de divertido a incómodo en un segundo. 

—¿Todo bien?—pregunté. 

—Si... sólo era Hyeri—dijo encogiéndose de hombros.

—¿Oh?

What does Chaelisa say?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora