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Rosé POV.

Continué trabajando pero no podía dejar de pensar en lo que había sucedido en la oficina. Estaba convencida que la manager estuvo a punto de besarme. ¿Qué significaba eso? ¿Acaso me veía como algo más que una subordinada? La posibilidad me erizaba la piel. Apenas salí de la oficina llamé a Jennie pero no me contestó. Le dejé un mensaje pidiéndole que me llamara lo antes posible, pero ya había terminado de almorzar y seguía sin devolverme la llamada. Estaba comenzando a perder la cabeza. Cuando la manager me preguntó a qué se debía mi atuendo no pude confesarle que estaba intentando llamar su atención, por lo que inventé esa ridícula idea de que saldría por unas copas con Jennie. Estaba divagando cuando sonó mi celular y vi el nombre que estuve esperando por horas. Me puse rápidamente de pie y me dirigí a la cocina para poder hablar con tranquilidad. 

—¡Jennie, por fin!—dije en cuanto recibí la llamada. 

—Tranquila, tranquila...—respondió reprimiendo su risa—¿A qué se debe tanta urgencia? Tenía como quince llamadas tuyas, rubia.

—Te necesito hoy. Despeja tu agenda—dije sin más.

—¿De qué estás hablando? ¿Acaso el vestuario no funcionó?—preguntó alarmada. Suspiré con frustración y negué con la cabeza, aún cuando ella no podía verme. 

—Le dije a la manager que iría de copas contigo luego del trabajo y no puedo simplemente mentir así que debes acompañarme. Serán sólo un par de tragos, lo prometo—

—¿Por qué diablos le dijiste eso?

—Comenzó a preguntar sobre mi atuendo y me puse nerviosa. No podía decirle la verdad asique simplemente inventé que saldríamos juntas-confesé mordiéndome un labio. No hubo nada más que silencio por unos segundos.

—Bueno, ella jamás se enterará de que en realidad no vamos a salir juntas ¿Cuál es el problema?—preguntó.

—Porque no puedo mentirle, Jen. Sabes que no puedo mentir—expliqué. 

—Rosé, tengo una cita esta noche. Quedé con un chico de Tinder.

—Jennie... por favor...—rogué—Te prometo que serán sólo unos tragos. Te necesito.

Tras unos segundos en silencio suspiró con resignación.

—¡Agh! ¡Está bien, de acuerdo! ¿Dónde me llevarás?—preguntó. En ese momento el alivio casi hace que me desplome en el suelo. 

—Griffin Bar. Pagaré todos tus tragos, lo prometo—dije con emoción—¡Eres la mejor!

—Estoy cambiando un buen polvo por ti. No te atrevas a decir que no he sacrificado nada por nuestra amistad.

—Quizá esta noche conozcas a alguien. Te encanta Griffin—repuse con mejor ánimo. 

—Si, lo que sea. Pasaré por ti.

—Excelente. Nos vemos—corté la llamada feliz. No tenía intenciones de salir pero ya que le había dicho a la manager que lo haría, me parecía terrible no hacerlo. Además había pasado un tiempo desde la última vez que salí con Jennie a beber algo, así que era un buen plan. Volví a mi escritorio contenta y comencé a trabajar. 

Como de costumbre, los viernes terminábamos más temprano pero decidí quedarme ordenando unos bosquejos mientras esperaba a Jennie. Me había enviado un mensaje diciendo que en cuanto terminara de arreglarse pasaría por mí. Sana, Jungkook y Jimin se despidieron con cierto pesar al dejarme sola, en especial Jimin. Estuvo muy interesado en mis planes después del trabajo pero no le di detalles ya que no quería que llegara de sorpresa a la noche de chicas. 

—Sigues aquí—escuché decir a aquella voz tan familiar que me encantaba. Me giré para ver a la manager que acababa de salir de la oficina y caminaba hacia mi escritorio.

—Hm.. sí, estoy esperando que Jennie venga por mí—expliqué. Ella asintió con la cabeza y miró mi escritorio de reojo. Tenía muchos bosquejos esparcidos por todos lados por lo que no se veía muy ordenado—Estoy intentando elegir los mejores bosquejos.

—Entiendo. Debe ser una tarea difícil porque son muy buenos—comentó con una sonrisa. Sentí que mis mejillas se ruborizaran asique intenté cambiar de tema. 

—¿Ya se va a casa, manager?

—Sí. Hoy... estaré con Jisoo—dijo sin mirarme a los ojos. Aún no la conocía del todo pero estaba bastante segura que estaba escondiendo algo. 

—Eso es agradable. Escuché que llegó hace poco del extranjero así que deben tener mucho de qué hablar—comenté y ella asintió.

—De hecho, sí. Jisoo es... algo así como mi única amiga asique es bueno pasar tiempo con ella—repuso. 

—¿Qué hay de la presidenta?—pregunté curiosa. Ella me miró con sorpresa y la vi tragar antes de responder.

—Sí... ella también—dijo de manera esquiva. No parecía querer hablar más del tema asique no iba a presionar por más información. 

Nos quedamos en silencio y miré los escritorios de mis compañeros sólo por hacer algo. Vi que sobre el escritorio de Sana había un cuadro con una foto del equipo que probablemente tomaron mucho antes de que yo llegara al equipo. Todos estaban sonrientes y se notaba que estaban pasando un rato agradable. 

En ese momento tuve un deseo que no pude controlar y antes de darme cuenta, ya le estaba haciendo una petición a la manager.

—Manager ¿le molesta si nos tomamos una foto juntas?-noté su desconcierto ante mi repentina pregunta.

—¿Cómo dices?

—Bueno... es que me gustaría tener una foto con usted—expliqué sintiendo como me ruborizaba—Pero si le molesta, no hay ningún problema, sé que es una petición algo extraña y...

—De acuerdo—me interrumpió—Tomémonos una foto.

 Estaba en las nubes cuando mi petición fue aceptada. Saqué mi celular y entonces la escuché reír. 

—¿Quieres que la tomemos con mi teléfono?—ofreció.

—Shhh—la silencié acariciando mi preciado móvil plegable—Mi teléfono puede escucharla y malinterpretar sus palabras. Aunque no lo crea tiene una cámara excelente—repuse. Intentó reprimir su sonrisa burlesca pero falló por completo.

—De acuerdo, entonces... ¿Dónde deberíamos tomarla?—preguntó. Sin pensarlo dos veces, me puse muy cerca suyo lista para la selfie. Ella parecía avergonzada pero yo no podía ocultar la sonrisa boba de felicidad que estaba estampada en mi rostro.

—1...2....3—Hice click y nuestra foto quedó grabada en mi móvil. Quise verla de inmediato y quedé maravillada con el resultado. Era una hermosa fotografía. Ahora podría ver a la manager cuando quisiera. Sonreí ampliamente. La manager se acercó a mi lado para ver la fotografía y parecía sorprendida.

—Es una buena foto—dijo y sonreí orgullosa—¿Es lo que querías?

—Sí. Gracias—agradecí y nuevamente acaricié con delicadeza mi móvil. Ahora tenía dos grandes tesoros en el.

En ese momento me llegó un mensaje de Jennie donde me avisaba que ya estaba esperando por mí. —Oh, es Jennie...—le informé—Ya debo irme manager. Gracias de nuevo y que tenga un buen fin de semana—me despedí agarrando mis cosas rápidamente. 

—Sí... diviértete esta noche—dijo con una mueca que no comprendí. Me acerqué a ella y al igual que aquella vez en el auto, le di un beso en la mejilla que la hizo abrir los ojos con sorpresa. No dije más y salí casi corriendo hasta el elevador. Por suerte estaba detenido en nuestro piso así que subí de inmediato y bajé para encontrarme con Jennie. Sé que ella estaría orgullosa de mí, había sido muy valiente al besar su mejilla por segunda vez. 

What does Chaelisa say?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora