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Rosé POV

Abrí mis ojos perezosamente. La luz que entraba por el amplio ventanal llegaba directo a mi rostro y tuve que pestañear varias veces para acostumbrarme a la luz. Me costó varios segundos despertar completamente y recordar los sucesos de la noche anterior.  Vagamente recordaba cómo había llegado a la cama; sé que Lisa me ayudó ya que mis piernas apenas y respondieron luego de lo que hicimos. Con pesar noté que Lisa ya no se encontraba en la cama y me senté sintiendo un ligero dolor de músculos. No era experta en el asunto pero me imaginé era normal luego de una noche tan intensa. Seguía perdida en mis pensamientos cuando vi la puerta del baño abrirse y de ahí salió ella; se veía increíblemente guapa con su cabello mojado y la blusa abierta dejando el sujetador a la vista. 

—Oh... buenos días—me sonrió secando su cabello con la toalla—¿Cómo te sientes?

—Buenos días-saludé aún intentando procesar que me había acostado con semejante diosa griega—Hm... bien... algo dolorida—confesé. Ella me miró con pesar y se sentó a mi lado. 

—Lo lamento preciosa—murmuró dándome un beso en la mejilla—Quizá ayer fui un poco brusca... considerando que era tu primera vez y todo eso.

—Está bien—le resté importancia porque no me había importado ni un poquito que hubiese sido brusca—¿Qué hora es?

—Aún es temprano pero debes levantarte para que tengamos tiempo de desayunar antes de la conferencia.

—De acuerdo—Me puse de pie con tranquilidad e hice mi camino al baño cuando escuché un jadeo ahogado desde la cama. Me volteé y aprecié como Lisa me devoraba con la mirada.

—¿Intentas provocarme?

—¿Provocarte?—respondí sin entender. Sólo cuando noté la manera en que recorría mi cuerpo con la mirada recordé que estaba completamente desnuda pero era muy tarde para avergonzarme por ello—Hm... tal vez—dije siguiéndole el juego. 

—¿Oh?—se puso de pie y se acercó lentamente hasta quedar frente a mí. 

—Es una pena que hayas decidido darte un baño sola. Si me hubieras despertado antes podríamos haber tomado un baño juntas—repuse encogiéndome de hombros y ella abrió sus ojos con sorpresa. Para su desencanto proseguí mi andar hasta el baño y cerré la puerta impidiéndole el paso. 

Cuando salí del baño envuelta en una toalla Lisa no estaba en la habitación así que comencé a vestirme sin prisa. Lisa tenía razón y aún era temprano por lo que no había necesidad de correr. Decidí usar un vestido tubo hasta la rodilla de color negro con tacones a juego y acomodé mi cabello en una cola alta. Al salir de la habitación encontré a Lisa hablando por teléfono en el balcón de la suite por lo que decidí no interrumpirla. En ese momento sonó mi teléfono y me sorprendió ver el número de Chanyeol; un joven que había conocido el día anterior en la conferencia.

—¿Diga?—contesté. 

—¿Rosé? Habla Chanyeol, nos conocimos ayer en la conferencia de TX—dijo sonando preocupado.

—Claro que te recuerdo—sonreí—¿Cómo va todo?

—¡Terrible! Rosé... lamento mucho pedirte esto cuando apenas nos conocemos, pero realmente necesito tu ayuda—cada vez sonaba más afligido y eso me preocupó un poco. 

—¿Qué sucede? ¿Algo va mal con tu presentación?—pregunté recordando que ese día se suponía que él presentaría en la conferencia. 

—Todo. Algo pasó con la presentación... Rosé, estoy jodido. Realmente jodido.

—Tranquilo. Explícame qué sucedió—le pedí y él procedió a contarme el problema. Básicamente había perdido todo el data con el que se suponía haría la presentación—Entiendo...¿Dónde estás?—pregunté tomando mi bolso y metiendo todo tipo de artículos que pensé podría necesitar para ayudarlo.

—Ya estoy en el Gran Salón donde realizaremos la conferencia.

—Espérame ahí, llegaré en quince minutos—dije mirando mi reloj—Lo solucionaremos, aún hay tiempo—lo animé. No sabía por qué sentía esa necesidad de ayudarlo. Quizá porque habíamos congeniado muy bien o porque me había comentado que sería su primera presentación desde que empezó a trabajar en la empresa hace unos meses y todo su arduo trabajo dependía de ello, pero quería ayudarlo. Por fortuna él me había mostrado su presentación y estaba segura que recordaba los aspectos más importantes así que sólo tendríamos que trabajar sobre ello. Me acerqué rápidamente al balcón donde Lisa seguía hablando por teléfono muy sumida en su conversación porque ni siquiera me notó. 

—¿Lisa?—susurré intentando llamar su atención haciendo gestos con mis brazos. Se sobresaltó al verme y arrugó el entrecejo. 

—Irene espera...—dijo antes de cubrir el auricular—¿Estabas espiando?—su pregunta me desconcertó por completo en especial porque parecía algo molesta.

—¿Qué? No... ¿por qué haría...?

—¿Entonces qué sucede?—preguntó exasperada. Su actitud me había desconcertado tanto que me quedé en blanco y no fui capaz de responder—...¿Entonces?

—Nada. Olvídalo—repuse sintiéndome confundida, molesta y algo triste. Sin darle tiempo a decir más me di vuelta y salí de la suite sin siquiera voltear a ver si se había dignado a seguirme o no. Por más que me devanaba los sesos pensando en qué pude haber hecho mal no se me ocurría nada que la hiciera actuar a la defensiva conmigo. Tuve que respirar profundo varias veces para calmarme y no dejar que lágrimas de frustración cayeran por mis mejillas. Cuando salí del hotel de inmediato encontré un taxi y camino al Gran Salón le envié un mensaje a Jimin informándole que me adelantaría y que nos veríamos ahí. 

Cuando llegué al punto donde se realizaría la conferencia busqué a Chanyeol y al poco rato lo encontré con su ordenador encendido, miles de papeles sobre una mesa y hablando por teléfono con desesperación. Al verme sonrió con alivio.

—Te llamo luego—dijo antes de acercarse para darme un abrazo que me pilló desprevenida—¡Realmente viniste! No sabes cuánto te lo agradezco.

—Aún es pronto para agradecer... primero solucionemos el problema—le dije y él asintió con entusiasmo. Disponíamos sólo de una hora para rehacer su presentación por lo que nos pusimos a trabajar de inmediato. Saque las cosas de mi bolso y sólo entonces vi que tenía diez llamadas perdidas de Lisa y un par de mensajes. Sólo verlo hizo que la frustración volviera a mí por lo que sin pensarlo dos veces apagué el móvil y me concentré en ayudar al joven desesperado que tenía a mi lado. 

What does Chaelisa say?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora