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Lisa POV.

Estaba concentrada terminando de redactar unos informes cuando sentí un poco de hambre. Miré el reloj y vi que ya era hora de almorzar. Jisoo aún no había llegado. Suspiré y me dispuse a llamarla cuando observé desde mi ventana la oficina casi vacía. Grande fue mi sorpresa al ver a tres personas ahí; Jisoo, Irene y Rosé. Desde ahí podía ver que tanto Jisoo como Irene se comían con la mirada a la menor. Y esta última parecía una estatua ya que no se movía. Sin pensarlo dos veces, salí rápidamente de mi oficina y me dirigí hacia el trío. Rosé fue la única que notó mi llegada.

—¿Jisoo? ¿Irene? ¿Qué hacen aquí?—pregunté. En ese momento las mencionadas voltearon y se encontraron conmigo. No sé cuál era mi expresión en ese momento, pero noté que tanto Jisoo como Irene estaban inquietas. 

—Vine a comer contigo ¿no habíamos quedado en eso?—preguntó Jisoo retomando su humor y sonrisa habitual. 

—Sí, estaba por llamarte—comenté y luego miré a Irene—¿Sucedió algo?

—No. Pensé que podríamos comer juntas pero veo que ya tienes planes—respondió esta con un tono infantil al que estaba acostumbrada. Vi como Jisoo puso los ojos en blanco y una cara de asco.

—Si venían a verme a mí ¿Por qué molestan a mi subordinada?—pregunté con un suspiro pero ninguna dijo nada. Rosé seguía en completo silencio y jugaba con sus manos nerviosa—Rosé es hora de la comida. No quiero que te la saltes... de nuevo.

—Si manager. Lo siento—se disculpó aún sin mirarme. No sabía qué le habían hecho esas dos pero se notaba su incomodidad.

—Ya déjala, Lis. No es una niña y ella sabrá cuándo comer ¿No es así, Roseanne?—preguntó Jisoo mientras la miraba con fascinación. Aquello me molestó. Puse los ojos en blanco y la agarré del brazo.

—Ya vámonos—le dije alejándola de Rosé—Irene, estaré fuera de la oficina y volveré en una hora. Si me necesitas lo hablaremos a la vuelta.

—Cuento con eso—respondió ella—Nos vemos, señorita Park—se despidió de Rosé e hizo su camino hasta el elevador saliendo antes que nosotras.

—¡Hasta luego, Roseanne! Fue un PLACER conocerte—gritó Jisoo antes de que la metiera a la fuerza dentro de mi oficina. Una vez dentro la miré de manera asesina.

—¿Qué crees que estás haciendo?

—¿Yo? ¿Qué hice yo?—preguntó con inocencia—Sólo acabo de conocer a la chica que te trae medio tonta.

—No me trae medio tonta—repuse cruzándome de brazos. Necesitaba un cigarrillo. 

—Pero te entiendo, la muchacha es HER-MO-SA. Fascinante. Hasta creo que yo me enamoré un poco—comentó Jisoo con su habitual tono despreocupado. Sin embargo, esa insinuación de que le gustaba no me hacía gracia en absoluto. 

—Jisoo, suficiente—la corté de malas—Además, yo no he dicho que estoy enamorada ni mucho menos. Ni siquiera me gusta—aclaré.

—Ya...—dijo Jisoo con evidente sarcasmo. Puse los ojos en blanco antes de agarrar mi celular, cigarrillos y salir de la oficina. 

Una vez en el estacionamiento, caminé con paso firme hacia el auto de Jisoo.

—¿No iremos en tu auto?—arqueó una ceja y no pude evitar mostrarle el dedo corazón. Ella se rió y entró al auto. Hice lo mismo y nos llevó hasta uno de sus restaurantes favoritos. Mientras esperábamos que trajeran nuestra comida, comencé el interrogatorio. 

—¿Qué hacías con Rosé e Irene?

—Ya te lo dije; nada. Cuando salí del elevador Irene ya estaba con tu angelito. Hablaban de algo, pero no escuché bien. Me acerqué a saludar a la tóxica y entonces me presentó a Roseanne—respondió bebiendo de su copa de vino. Aquello sólo trajo más dudas a mi mente ¿Por qué Irene se habría acercado a Rosé? Suspiré resignada. No obtendría esas respuestas por ahora. 

—Supongo que hablaré luego con Irene...

—¿Te verás con ella luego?—preguntó curiosa. Me encogí de hombros y puso los ojos en blanco—¿Hasta cuándo seguirás con esta mierda, Lisa? Tienes a una buena chica frente a tus narices pero prefieres seguir perdiendo el tiempo con Irene.

—Aún no sé que siento por Rosé—exclamé exasperada—Si lo supiera, tal vez podría tomar una decisión pero no estoy segura de nada.

—¿Es por eso que querías verme tan urgentemente?—preguntó. Sólo asentí con la cabeza. En ese momento nos trajeron la comida así que no dijimos nada por unos minutos.

—Bueno... antes de que intentes descifrar tus sentimientos por esa sirena que te ha cautivado—comenzó Jisoo—¿Cómo se siente ella con respecto a ti?

—¿A qué te refieres?

—Ya sabes... ¿ella se siente atraída por ti? O incluso mejor ¿sabes siquiera si le gustan las chicas? Quizá sólo estás perdiendo el tiempo— Hice un mohín al recordar la conversación que había tenido anteriormente con ella.

—Ella dijo que no estaba segura... —suspiré jugando con mi ensalada—Dijo que nunca le ha gustado nadie, chico o chica, así que no está segura.

—¿Pero qué mierda? ¿Por qué no pueden ser más claras? ¡Son frustrantes!-dijo mi amiga con exasperación. Sabía que le frustraba el no tener certeza pero así es exactamente como yo me sentía en ese momento—Espera... ¿Y por qué diablos estaban hablando de eso? ¡¿Acaso te declaraste?!

—No seas idiota, Jisoo... ya te dije que aún no sé qué pasa conmigo—le recordé perdiendo por completo el apetito. La incertidumbre me tenía al borde, necesitaba un cigarrillo con urgencia—Estos últimos días... hemos compartido... mucho. Eso es todo.

—Explícate—exigió mientras comía unas papas fritas. Procedí a contarle con detalle los últimos dos días y ella sólo hacía gestos mientras le narraba lo sucedido. Cuando finalicé estaba encantada.

—¿Y qué hay de la atracción? ¿Sientes que le atraes? 

—Creo que sí—volví a suspirar. No podía pasar por alto todos los comentarios e incluso los gestos que había tenido conmigo—Pero Jisoo... ¿Qué pasa si sólo esto es un experimento para ella? Tal vez sólo quiere probar cómo es estar con una chica y luego adiós.

—¿Oh? ¿Y acaso estabas esperando algo más?—preguntó curiosa—¿Tal vez una relación a largo plazo?—su pregunta me desconcertó. No me había dado cuenta de esa posibilidad. ¿Quería algo con Rosé? ¿Una relación, tal vez? ¿Es por eso que mi cabeza estaba hecha un lío? De la nada Jisoo comenzó a reír de manera escandalosa—¡Ahí tienes tu respuesta! Eres tan tonta ¿Cómo no te diste cuenta antes? ¡Te gusta... y te gusta tanto que incluso quieres una relación con ella! ¡Tú! La chica 'me cojo todo lo que respire'. 

—Jisoo...—apoyé mis codos en la mesa y cubrí mi rostro con mis manos completamente derrotada. Quizá Jisoo tenía razón, quizá sí me gustaba Rosé—¿Qué debo hacer?

—¿No es obvio? Cortejarla, claro. Averigua qué es lo que quiere y cómo lo quiere... si sabes a lo que me refiero—comentó con perversión. Negué inmediatamente con la cabeza.

—Ella es muy inocente, Jisoo. Si voy a hacer esto, tengo que hacerlo con calma. No quiero espantarla—dije mordiéndome un labio. Ella me miraba expectante pero luego, de la nada hizo un mohín.

—¡Ehhh, demonios!

—¿Qué pasa?

—Es sólo que ahora me acabo de dar cuenta que perdí mi oportunidad con el angelito. Si tú la quieres no hay manera que yo pueda entrometerme—suspiró—Bueno... Tal vez deba esperar a que lo arruines antes de poder tener mi oportunidad con ella. 

—Ni te atrevas a tocarla. No te metas con ella, Jisoo—amenacé.

—Roseanne Park....—mencionó su nombre con emoción—De seguro es virgen ¡Ahhh, me encantan las vírgenes!

—¡Jisoo!—le di un puntapié bajo la mesa y estalló en risa.

—Ya, ya... estoy bromeando colega—levantó sus manos en señal de rendición. Continuamos el almuerzo con tranquilidad. Jisoo estaba extasiada ante esta nueva "faceta mía" como le decía. Por mi parte, estaba un poco más tranquila luego de conversar con Jisoo. El haber entendido mis sentimientos me tranquilizaba y aterraba al mismo tiempo ¿Acaso sería capaz de volver a tener una relación y confiar en otra persona? ¿Me sentía capaz de hacer eso? Aún tenía mil dudas en mi cabeza pero sólo de algo estaba segura; me gustaba Rosé. Me gustaba mucho. 

What does Chaelisa say?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora