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Rose POV.

Lisa insistió en dejarme en casa antes de irse a trabajar. No me quedaría mucho ya que planeaba visitar a la abuela por la tarde y esperaría a Jennie allí. Ella se había emocionado mucho cuando le envié un mensaje preguntándole si podía quedarme con ella esta noche. 

—¿Vas a estar bien?—preguntó Lisa de pie frente a mi puerta. 

—¿Estarás conmigo pase lo que pase?—pregunté de vuelta.

—Siempre—prometió sin dudar y le regalé una pequeña sonrisa. 

—Entonces estaré bien—repuse. Ella sonrió y se acercó para besarme.

—Te amo, Rosie. Lo sabes ¿verdad?—preguntó acariciando mi mejilla. Esa pregunta... ¿Realmente podía decir que sí lo sabía tras el último evento? Realmente quería creer en ella, confiar en que su amor me pertenecía sólo a mí pero seguía teniendo esa sensación de que nuestra relación no era sólo de las dos, sino que también era de Irene. Y seguiría siendo suya mientras Lisa no le pusiera un punto final ¿Pero podía pedirle eso? ¿Podía pedirle que dejara a Irene? 

—¿Rosie? ¿Rosé?—escuché a lo lejos la voz de Lisa. Pestañeé varias veces y me di cuenta que me había perdido en mis pensamientos.

—¿Si?

—¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Tal vez debería llevarte al doctor, tal vez te esforzaste demasiado...—dijo con preocupación sacando su celular. 

—No—repuse inmediatamente—Sólo... estaba pensando, no es nada.

—¿Estás segura?—preguntó no del todo convencida.

—Sí. Ya debes irte o llegarás tarde—la apresuré. Ella miró su reloj y suspiró; estaba en lo cierto. Luego de asegurarse que estaba completamente bien (físicamente) finalmente se fue. No habían pasado ni diez minutos cuando escuché que tocaron la puerta nuevamente. Suspiré y abrí pensando que se trataba de Lisa. 

—Ya te dije que estoy...—no pude completar la oración ya que me sorprendí al ver a Hyeri—¿Hyeri?

—Hola... uh... ¿Es un mal momento?—preguntó nerviosa.

—¿Eh? No, pero...—me sentí muy confundida en ese momento. La última vez que nos habíamos visto fue cuando ella dijo que le había roto el corazón—¿Qué... qué haces aquí?

—Estuve en Los Ángeles las últimas dos semanas. Cuando me enteré de lo que pasó... vine lo más rápido posible.

—Oh—saber que había vuelto en cuanto se enteró de lo sucedido me conmovió e impresionó en partes iguales. 

—¿Cómo estás?—preguntó. Antes de poder responder, ella comenzó a regañarse a sí misma—¡Por Dios Hyeri! ¿Qué clase de estúpida pregunta es esa? Claro que no va a estar bien—suspiró—Lo siento.

—No... está bien. Yo...—fruncí los labios sin saber muy bien qué hacer o decir. Hyeri siempre había sido una muy buena amiga, pero no sabía como relacionarme con ella después de lo sucedido. Mientras seguía divagando ella se acercó y me abrazó.

—Lo lamento tanto. No puedo imaginar por lo que estás pasando pero no estás sola—dijo mientras con una de sus manos acariciaba con delicadeza mi espalda. 

—Gracias—suspiré y apoyé mi mejilla en su hombro—No pensé que volvería a verte después de la última vez.

—A decir verdad no estaba segura si me querrías ver. Sé que fui un poco dura contigo. Y no puedo culparte Rosé. Incluso entiendo el por qué hiciste lo que hiciste. 

What does Chaelisa say?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora