034

1.1K 94 2
                                    

Lisa POV.

Mientras contemplábamos en silencio la maravillosa vista desde la noria recapitulé el día que había tenido junto a Rosé. Me había sentido como una adolescente nuevamente corriendo de un lugar a otro y haciendo tonterías. Todo eso gracias a la chica que tenía frente a mí. Sentía que de alguna manera ella sacaba a la luz todas aquellas partes de mí que hacía mucho tiempo había enterrado. Había disfrutado ese día a pesar de que cuando ella sugirió tener nuestra cita en un parque de diversiones estuve a punto de negarme ¿La razón? Recuerdos del tiempo en que salía con Irene. A ella le gustaba el parque de diversiones, era un alma aventurera y le encantaba la adrenalina. Perdí la cuenta de las veces que estuvimos en este mismo parque y por supuesto, todas nuestras citas terminaban en la noria besándonos cuando llegábamos a la cima. No pude reprimir el suspiro que salió de mis labios al recordar todo aquello.

—¿Está todo bien?—preguntó Rosé sacándome de mi ensoñación. La miré confundida y ella sonrió—Es la tercera vez que suspiras desde que subimos a la noria—explicó.

—¿Lo hice?—tragué. No me parecía justo estar pensando en Irene cuando tenía a Rosé frente a mí. Negué con la cabeza y tomé sus manos—Sólo estaba pensando en lo irreal que se siente estar en una noria con mi novia—sonreí y vi como sus mejillas se ruborizaban.

—¿Habías estado en una noria antes?—preguntó curiosa. No pude evitar notar cómo mi pulso se aceleraba de puro nerviosismo ¿Qué debería hacer? ¿Decir la verdad? ¿Mentir?

—Un par de veces—respondí.

—¿En serio?—comentó sin perder la sonrisa—¿Con quién subiste?

—...

—¿Lisa?

—No lo recuerdo ¿Tal vez algunos amigos en la secundaria?—decidí que lo mejor era no decirle la verdad ya que arruinaría por completo el ambiente de nuestra primera cita.

—Ya veo...—comentó pensativa—Me habría gustado ser tu compañera de clases. Me gustaría haber conocido a la Lisa de secundaria.

—No destacaba demasiado a decir verdad. Tampoco tenía muchos amigos—repuse con una leve sonrisa. Mis días de secundaria giraron totalmente en torno a Irene y renuncié a muchas cosas típicas de la adolescencia, incluyendo amistades por ella—¿Qué hay de ti? ¿Cómo eras en la secundaria?

—Uh...creo que bastante normal. Me la pasaba con Jennie así que las cosas no han cambiado demasiado.

—Apuesto que tenías un imán con los chicos.

—Sólo recibí un par de confesiones pero siempre las rechacé—explicó con tranquilidad. Por un momento parecía que iba a añadir algo más pero no lo hizo.

—No es de extrañar, después de todo eres imposible de resistir—comenté acercándome lentamente a ella. Su mirada viajó de mis ojos a mis labios y se mantuvieron atentos a ellos a medida que me acercaba. Nuestros labios se rozaron y sentí nuestros alientos mezclarse. Me quedé quieta esperando por su reacción y para mi sorpresa, ella tomó la iniciativa y cerró el pequeño espacio que nos separaba. Fue un beso dulce e inocente, tal como ella. Era totalmente adicta a Rosé y tenía que controlar mis deseos de poseerla por completo. Nos separamos cuando nos faltó el aire y apoyé mi frente en la suya. 

—Pronto vendrá un fin de semana largo, hagamos algo—propuse y vi sus ojos brillar de emoción.

—¡Si!—respondió de inmediato haciéndome sonreír.

—¿Adónde quieres ir?

—Mmm... ¿estaría bien hacer un viaje largo?—preguntó y la miré curiosa—Hace mucho que no voy a la playa.

What does Chaelisa say?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora