11. Ocupado.

94K 5.8K 1.2K
                                    

                                                                 11. Ocupado.

Quita tu culo de delante de la televisión —Ashton me amenazó cuando me planté frente a la televisión con los brazos cruzados.

—No eres transparente, maldita sea —masculló Travis mientras se echaba a un lado del sofá para intentar ver como iba la partida que él y Ashton se encontraban jugando en la Play.

—¿Se puede saber por qué no hay patatas fritas? —acusé mientras les miraba malhumorada y maldiciendo pues seguía sin dejarles ver por detrás de mí.

—Tenía hambre —Ashton confesó levantándose y apartándome con el codo para ponerse frente a la televisión e impedir que Travis viese.

—Maldito hijo de puta. —Travis se levantó aún más furioso del sofá y caminó hasta él, empujándole con el hombro para que se apartase de la televisión y a la vez, querer despistarle. Ashton volvió a empujar contra Travis y ambos pegaron sus hombros, empujándose mutuamente, discutiendo por quién echaba a quién de allí mientras jugaban.

—¿Tenías hambre y te comiste mi comida? —dije enfadada mientras continuaba mirando como casi se mataban por una partida al FIFA.

—¡Hay más comida en este mundo! ¿Puedes no dramatizar? —Ashton respondió entre dientes al hacer fuerza contra Travis y bufé, la mano de mi hermano se estampó contra la cara de Travis, tapándole los ojos y echándole hacia atrás. Caminé hacia la cocina del apartamento de Travis y me acerqué al frigorífico para buscar algo que comer, y mientras calentaba un plato de los macarrones que habían sobrado del día anterior, escuché un entusiasmado "¡Gol!" gritado por mi hermano. Cogí el taper de macarrones ya calientes que había y lo puse sobre la mesa a la vez que cogía un tenedor. Justo en ese momento escuché un grito afeminado de mi hermano y Travis entró en la habitación segundos después.

—¿Qué has hecho? —quise saber observando como Travis se sentaba en el taburete junto a la mesa.

—Nada grave. —Se encogió de hombros y cogió el tenedor que yo había puesto sobre la mesa.—Solo le he retorcido un poco el pezón. —Abrí la boca entre sorprendida y divertida.—Estos macarrones sí están buenos.

—A la mierda, comeré algo en algún bar. —Fruncí el ceño, enfadada porque nadie quería dejarme comer en esa casa y fui al salón para coger la chaqueta y observar a Ashton retorciéndose en el suelo de dolor.-Exagerado.

—Joder, Mickie —masculló aún en el suelo y cogí las llaves del apartamento tras ponerme el abrigo—. Si fuese una mujer, ese hijo de puta me habría imposibilizado para amamantar a mis hijos.

—Qué pena—pronuncié con sarcarmo y no me quedé a ver como mi hermano me enseñaba el dedo del medio. Salí del apartamento lo más rápido que pude, bajé por el ascensor y salí a la calle, agradeciéndole a Dios, a alguna fuerza divina o a mi propio ser por haber dejado atrás a Ashton y Travis. Últimamente, Ashton y yo pasábamos mucho tiempo en el apartamento de Travis, mi padre ahora que estaba mas centrado, quería trabajar como casi no lo había hecho en sus años de embriaguez por lo que casi nunca llegaba a casa antes de la hora de comer y muchas otras veces, tenía reuniones hasta tarde, era lo que tenía ser el jefe de una imprenta. Entré en el primer restaurante de comida rápida que vi, pedí una hamburguesa con queso y me senté en una de las mesas.

—¿Mickie? —Escuché una voz femenina que debería de haberme sonado familiar, levanté los ojos y entonces la vi, después de meses y meses.

—¿Beezus? —Me levanté de la mesa, dejando a un lado mi casi terminada hamburguesa y la abracé. Beezus había sido un gran apoyo para mí el año anterior, desde ese primer consejo que me dio en su cafetería, la tarde que quise escapar de Luke y de todos, hasta continuamente, dándome su nefasta opinión sobre Luke, sobre Brook y sobre todo lo que le contaba, odiaba la manera en la que a penas nos conocíamos ahora.

Rebeldía II. (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora