Rebeldía II. (Luke Hemmings)

31. Terremoto.

31. Terremoto.

En el momento que Luke se disponía a corresponder el golpe, un profesor ya le había agarrado del brazo, me acerqué justo para observar como Kai le indicaba salir a fuera con la mirada, justo cuando el profesor no miró, y seguido se fue a pesar de las preguntas y gritos de los profesores de quién era y qué era lo que estaba haciendo allí. Salí detrás de él casi corriendo, puesto que su paso era demasiado rápido.

-¡Kai!-Le llamé debido que parecía acelerar la huida cuando yo aumentaba el ritmo. Empujó con furia las puertas del instituto y bajó rápidamente las escaleras de este.-¡Mierda, escúchame!-Kai frenó su paso justo antes de llegar a su coche, y escuché como las puertas del instituto volvían abrirse. Crucé los dedos para que no fuera Luke pero todo parecía ir en mi contra.

-¡Quiero que la dejes en paz de una puñetera vez!-La furia que estaba observando en Kai nunca la había visto en otra situación y comenzaba a asustarme.

-Soy yo el que acababa de recibir un jodido puñetazo, tranquilízate, maldito hijo de puta.-Luke le advirtió mientras caminaba hasta nosotros, y me puse delante de Kai, intentando ser intermediaria, pero tan rápido como lo hice, los brazos de este me habían apartado a un lado.

-Estoy demasiado cansado de tu puto jueguecito, he llegado a mi límite.-Dentro de la tensión del momento, los nervios en mi aumentaron al observar las palabrotas que salían de la boca de Kai, siendo que él nunca las decía.

-Oh, sí, pude comprobarlo cuando viniste a amenazarme al puto restaurante en el que trabajo.-Luke pronunció, y supe que no era algo que quería que escuchase Kai, si no que había contestado eso para que yo lo oyese.

-¿Qué hiciste qué?-Quise saber, volviendo nuevamente a meterme entre ambos, dándole la espalda a Luke y mirando directamente al francés.

-Solo...-Tiró de su pelo hacia atrás.-Charlie me contó las mierdas que está intentando hacer para recuperarte, yo solo... Perdí el control.

-Mierda, Kai.-Mascullé entre dientes, maldiciendo en mi interior a Charlotte.

-¿Mierda, Kai? ¡¿Por qué no me lo contaste?!-Escupió aquellas palabras sobre mí, y los brazos de Luke me apartaron del frente de él, poniéndome detrás suya.

-Nunca vuelvas a gritarle.-Pronunció con la voz tensa al igual que su cuerpo.

-Luke, no tienes por qué...-Intenté intervenir pero Kai volvió a hablar.

-¿Por qué sigues aún aquí?-Gruñó Kai mirando a Luke con asco y rabia.-Acepta de una puta vez que está conmigo y retírate, déjanos de una jodida vez.

-Lo haría, pero hay un problema...-Agarré el brazo de Luke, intentando que no dijese lo que fuera que iba a pronunciar, siempre que utilizaba ese tono desafiante, nada acababa bien.

-¿Qué problema, que sigues enamorado de ella? ¡Súperalo!

-El problema es que es ella también sigue enamorada de mí.-Y entonces, Kai se lanzó sobre Luke por segunda vez aquella noche, pero esta vez no fue solo un puñetazo, fueron dos, tres... Tanto los que Kai le lanzaba como los que Luke devolvía y yo solo me dedicaba desesperadamente en intentar que parasen. Kai consiguió ponerse encima de Luke y propinarle un puñetazo en el labio el cual ya sangraba, agarré su brazo, intentando frenar este cuando se dispuso a golpear nuevamente al rubio, y debido al brusco movimiento hacia atrás que realizó, su codo se estampó de lleno en mi nariz, tirándome hacia atrás.

-Para de una puta vez.-Escuché como gritó Luke mientras yo me quedaba en el suelo, llevándome las manos a la nariz, descubriendo que esta sangraba fuertemente. Gemí de dolor cuando la toqué para comprobar si había sido grave.-¡Has golpeado a Mickie, puto desgraciado!-Todo se quedó en silencio, Kai apareció frente a mí mirándome en el suelo con horror brillando en sus ojos, intentó a hablar pero nada salió de sus labios y lo siguiente que pasó fue que comenzó a retroceder para luego salir casi corriendo de allí, justo en el momento que Charlotte salió del edificio un tanto borracha.