42. Fantasías.

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42. Fantasías.

Había  pasado un mes desde el accidente de Luke y ya podía andar de nuevo. Peyton había continuado apareciendo por el departamento de Luke, la mayor parte de las veces en las que yo me encontraba y lo cierto es que, a pesar que tenía un cierto desagrado hacia ella por estado con Luke, no podía evitar pensar que realmente era una buena chica. Me encontraba sentada al lado de las escaleras de la salida del instituto esperando a que Luke saliese y nos fuésemos a su casa, ese día el profesor de filosofía no iba a verme.

—Mierda, si no puedes, vuelve a intentarlo. —Escuché la voz de Luke que acaba de salir del instituto con una camiseta blanca de mangas negras y pantalones del mismo color que estas. Estaba hablando por el móvil y cuando me levanté para saludarle puesto que no había visto. Volvió a hablar.—Necesito saberlo, porque esta mierda me está volviendo loco, me dijiste que tenías contactos, y yo ya te he dado todo lo que necesitas. —Pestañeé y fruncí el ceño al verle tan frustrado. Retiró su pelo hacia atrás y entonces giró su cabeza, dándose cuenta de que estaba allí. —Tengo que irme. —Colgó el teléfono y me miró con una sonrisa caminando hacia mí lentamente, puesto que aún le costaba andar después de todo aquel tiempo sin hacerlo.

—¿Va todo bien? —quise saber preocupada ante la conversación que había escuchado segundos antes y Luke besó suavemente mis labios.

—Nada de lo que tengas que preocuparte. —Pero su respuesta no mee tranquilizó en absoluto. Luke tomó mi mano y comenzó a caminar, dándome un pequeño tirón para seguir su paso. —¿Ansiosa? —pronunció cuando nos montamos en su moto y giró la cabeza para mirarme.

—¿Por qué debería? —dije fingiendo inocencia que él mismo se había encargado de hacer desaparecer. Entonces me dedicó una sonrisa descarada y reí entre dientes cuando finalmente se giró del todo para encender el motor.


                                (...)

Nos encontrábamos en la habitación de Luke, había decidido ponerme una de sus camisetas viejas de baloncesto que aún guardaba, a pesar de lo mal que había acabado en este. Estábamos jugando al FIFA teniendo una puntuación de 5-4 en la cual Luke iba ganándome hasta que yo metí otro gol utilizando a Bale.

—Acabaré pateándote el culo —dije con una sonrisa traviesa mientras no apartaba mis ojos de la pantalla y escuché una ronca carcajada de su parte.

—Hagamos esto más interesante —propuso—. Quien gane, decidirá cual será el castigo del otro.

—Val...

—Y solo nosotros lo podremos ver —me frenó, añandiendo aquella condición—. Te conozco lo suficiente como para saber que me harías salir a la calle desnudo, ángel. —Negué riendo, siendo que aquella era mi primera opción para su castigo.

—¿Es miedo lo que oigo? No tendrías que poner condiciones si estuvieses seguro de que fueses a ganar —le presioné y observé como me miró de reojo, el marcador indicaba que únicamente quedaban cinco minutos y fue cuando Luke me empujó hacia atrás en la cama, despistándome y haciendo que él tomase esta ventaja para marcar el sexto gol. Cuando me incorporé nuevamente a penas quedaba tiempo en el marcador y me abalancé sobre él queriendo vengarme por hacer trampas, sus manos fueron a mis cinturas y se tumbó en la cama, levantándome con solo sus brazos—. ¡Eres un tramposo! —le acusé—. ¡Y desde cuando te has vuelto tan fuerte, bájame! —Pataleé un poco y me volvió a dejar sobre el colchón mientras reía divertido por la situación, me incorporé y cuando fui nuevamente a abalanzarme sobre él, sus manos habían aprisionado mis muñecas y su cuerpo estaba sobre el mío en la cama, se acercó a mi cuelo, suspirando contra este.

Rebeldía II. (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora