44. Rumores.

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—Luke, escucha —pronuncié mientras me acercaba a él y dio un paso hacia atrás, como si no quisiera que estuviese cerca de él en ese momento.

—Aléjate, Mickie, porque no siento como si pudiera controlarme en este momento. —Pero ni siquiera me moví de donde mi encontraba, sabía que no me haría daño por muy enfadado que estuviese. —¿Puede alguno de los dos darme una puta explicación a lo que acabo de oír? —Su tono de voz se elevó, y de nuevo, ninguno habló. Levantó el dedo, esquivándome y acercándose a Brook señalándole.—Después de toda la puta mierda que ha pasado entre nosotros, después de que rogases mi perdón, después de hablarte cuando ni siquiera te mereces que te mire a la puñetera cara, ¿besaste a Mickie?

—No es lo que piensas. —Fueron las únicas palabras que Brook le dirigió.

—¿Qué no es lo que pienso? ¡Pienso que mientras yo estaba en una puta cama de hospital tú estabas fuera intentando tirarte a mi novia! —Brook me miró por encima del hombro de Luke.

—Ella ni siquiera se movió cuando la besé.

—Oh, vaya, eso hace que me sienta mejor —escupió aquellas palabras llenas de sarcasmo.

—Fue un beso de despedida, no significó nada —me atreví a hablar y supe que se contuvo para no reírse en mi cara.

—Quizá para ti, él seguro que ha estado tocándosela pensando en ello.

—¡Luke! —Le miré deseando que no siguiera con aquello y pasó su mano por su pelo, llegando a su cuello y tirando de este en aquella zona, como siempre hacía cuando estaba enfadado.

—Mierda, ¿por qué ni siquiera me lo contaste? ¿Si para ti no significó nada por qué no me lo dijiste? —exigió saber y me encogí de hombros.

—Porque sabía que reaccionarías así. —Negó con la cabeza mirándome con ira destellando en sus ojos.

—Luke, escúchame, ella no hizo nada, la pillé por sorpresa, de verdad que no estaba intentando conseguirla, solo quería despedirme. —Brook llamó nuevamente su atención pero ni siquiera se giró.

—Para haberte despedido os estáis viendo muy a menudo —masculló entre dientes.

—Fue mi culpa —insistió el moreno y Luke sonrió sarcásticamente.

—Sí, bueno... —Se giro finalmente a él, estampando su puño contra la mejilla de Brook. —Eso ha sido la mía. —Y comenzó a caminar lejos de nosotros, provocando que caminase tras de él.

—Luke, ¡Luke! —Sostuve su brazo pero él rápidamente lo apartó de mi toque. —¿Por qué actúas así conmigo?
—¡Porque te has besado con Brook! —gritó con furia en cada una de las palabras.

—¡No le correspondí el beso! Además, ni siquiera estábamos juntos —me justifiqué, entendía su enfado por aquello pero no comprendía porque parecía como que yo había sido la culpable.

—Sí, bueno, cuando besé a Samantha y cuando estuve con Peyton tampoco estábamos juntos y he tenido que ir detrás de tu culo como un jodido perro.

—Eso es demasiado injusto. —Realmente no creía como estaba haciendo aquella clase de comparaciones.—Cuando pasó lo de Samantha me dolió porque ni siquiera habían pasado cinco días de que me había ido, y lo de Peyton fue por la manera tan rápida en la que pasaste página, como si no hubiese significado nada para ti, has tenido que ir tras de mí debido a eso y debido a que te comportaste como un auténtico cabrón cuando volví, ¿qué es lo que te ha hecho daño de esto a ti, eh? ¿Qué le haya seguido el beso? Porque eso no pasó. —Observé una mueca en su cara, como si mis palabras le hubiesen echo entrar un poco en razón, pero aquello no fue suficiente para borrar su enfado.

Rebeldía II. (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora