Rebeldía II. (Luke Hemmings)

27. Desconcierto.

                          27. Desconcierto.

—¡Papá!—Ashton gritó intentando llamar la intención de mi padre. Este dejó uno de los jarrones que se encontraba a punto de estampar contra la pared.—¡¿Qué mierda está mal contigo?!—Mi padre se giró a observarnos con los puños cerrados y respirando fuertemente, incluso sentí miedo, jamás le había visto así.

—Hijos, yo...—Comenzó a decir entrecortado, sin poder a penas hablar por lo acelerada que era su respiración.

—Dime que no has vuelto a beber, por favor.—Rogué mirándole a estos y viendo agonía en sus pupilas.

—Solo un par de copas, pero no voy a vol...

—¿Por qué coño estás haciendo esto de nuevo?

—Es difícil, Ashton.

—¡Pues explícamelo!

—¡Tu madre ha vuelto! ¡Tu jodida madre ha vuelto a la ciudad cuatro años después de haberse largado!—A penas pude asimilar aquellas palabras, me quedé estática en mi sitio, escuchando a Ashton contener el aliento.—Y quiere veros... Y Dios sabe si no querrá llevaros con ella o...—Reconocería que cuando nos abandonó y mi padre se convirtió en el monstruo que solía ser, deseaba día y noche que mi madre apareciese y nos llevase a Ashton y a mí lejos de allí, no importaba a donde, solo lejos. Pero en esos momentos... Después de meses en los que mi padre había intentado ser mejor por nosotros, y lo había conseguido, no iba a abandonarle cuando acababa de vencer a sus demonios por alguien que no estuvo ahí cuando más la necesitábamos.

—¿Hace cuanto que... Mmm, que ha vuelto?—El tono de voz de Ashton tembló y entrelacé mi mano con la suya a la vez que dejaba un beso en su hombro, teníamos esa manía desde pequeños, siempre que las cosas no iban bien, nos sosteníamos de las manos.

—Hace cuatro días que está en la ciudad y en el país.—Mi padre respondió apoyándose en la pared y tiró la cabeza hacia atrás, dando un leve golpe contra esta.—Quiere cenar con vosotros mañana.—Informó y apreté la mano de Ashton.

—Todo estará bien, papá, lo sabes, ¿no?—Hablé viendo su expresión compungida.—Ashton por qué no preparas un café en lo que yo meto a papá en la ducha para que se le pasé un poco el efecto del alcohol.—Ashton que aún seguía conmocionado, asintió a la vez que apretaba mi mano para después soltarla y dirigirse a la cocina. Comencé a caminar escaleras arriba, esperando que mi padre me siguiese, y así lo hizo. Llegamos a su baño, y le quité la camiseta y los pantalones a la vez que le hacía meterse en la ducha con las pocas prendas que quedaban cubriendo su cuerpo. A pesar de ser mediados de diciembre, decidí poner la temperatura del agua tirando a fría, necesitaba despejarse. Sostuve la alcachofa de la ducha sobre su cabeza mientras él se mantenía sentado con sus brazos rodeando sus piernas.—No vamos a dejarte, lo sabes, ¿cierto?

—Mickie...

—Si es que Emily propone que nos vayamos con ella, no lo haremos, y quiero que lo tengas claro.—Negó con la cabeza sin querer mirarme a los ojos.

—Si reclama la custodia...

—Ha estado cuatro años perdida, sin siquiera ponerse en contacto con nosotros, ¿de verdad crees que se la darán?

—Lo harán si es que descubren como solía trataros y mi adición al alcohol.

—Pero no lo harán.

—Pero Ashton...—Mencionó con una mueca y realmente sentía todo lo que estaba pasando.—Nunca ha llegado a perdonarme del todo.

—Pero lo está intentando, y puedo asegurarte que está a punto de conseguirlo, llevas medio año limpio papá, nada ha vuelto a ocurrir y él está comenzando a convencerse de que no volverá a pasar nada.—Sus ojos subieron hasta mí, a pesar de que el agua caía por delante de estos y a penas le dejaba ver. Sonreí reconfortándole.—No vas a perdernos, te lo prometo. Ahora, ponte de pie, te traeré ropa seca, cuando te cambies, baja a la cocina para tomarte el café.—Me levanté y besé su frente, puesto que aún seguía sentado en la ducha.