38. Lecciones.
Sus labios acariciaron los míos suavemente y pude notar como sonreía, provocando que yo también lo hiciese. Mis dedos se encontraban sobre su cuello, atrayéndolo más a mí y el brazo que no estaba conectado con vías, me sostenía cerca de él. Me alejé un poco tras aquel corto beso y perfiló mi labio inferior con la lengua como solía hacerlo, para después morderlo suavemente atrayéndome nuevamente a él, encontrando su lengua con la mía y provocándome un suspiro.
—Si llego a saber que esto te iba a hacer besarme, hubiese tenido el accidente hace semanas.—Bromeó en un susurro sobre mis labios, haciendo que sus palabras golpeasen mi boca y reí suavemente, sin poder quitar mis ojos de los suyos. Mi móvil comenzó a vibrar en mi bolsillo y lo descolgué.
—¿Chris?
—He visto al médico de Luke llegando al hospital, tienes que largarte de ahí, ahora.
—El guardia sigue en la puerta.—Pronuncié mientras Luke me miraba confundido ante lo que estaba escuchando.
—Déjamelo a mí.—Y entonces colgó, miré la pantalla del móvil para cerciorarme de ello y volví mi atención al rubio que tenía delante de mí.
—¿Te has colado aquí?—Quiso saber enarcando una ceja y me encogí de hombros sonriendo de lado. Luke me miró asombrado y divertido.—Y espera... Esto...—Nos señaló a ambos y pude ver como una pequeña sonrisa comenzaba a formarse en su rostro.—¿Has dejado a Kai?—Mordí mi labio con pesar y asentí observándole para ver su reacción, y si antes había sonreído, ahora saltaban cohetes en sus ojos de la emoción.—Pues me alegro, porque es un maldito hijo de puta y voy a matarle cuando pueda levantarme de esta cama... Y mear por mí mismo. Este tubo d...
—Está bien, no necesito saberlo.—Levanté las manos frente a mí y rió suavemente.
—Pero en serio es un...
—Luke.—Volví a frenarle y entonces observé como sus ojos azules se dirigían a mi pecho.
—¿Sabes algo que sí necesitas saber? Que en esa posición puedo ver tu sujetador, y mierda, ángel, sé que es rojo, incluso podría apostar que es de encaje.—Enarqué una ceja y cubrí con mis manos la zona que se encontraba mirando.
—¿Otra vez tú?—Escuché la voz del guardia antes de poder contestar a Luke y me incorporé, suponiendo que se trataba de Chris nuevamente.
—Te estaba echando de menos, además, no tenéis mucho que hacer en este hospital.—La voz de Chris resonó y negué con la cabeza al escucharle a la vez que Luke reía roncamente.
—¿De verdad tienes que irte?—El rubio dijo haciendo pucheros con la boca, sonreí ante lo tierno que se veía y asentí.—Eres un asco.—Fingió enfadarse y me acerqué dejando un suave beso en sus labios que alargamos un tanto más, me separé un poco de él cuando abrimos los ojos finalmente y me sonrió de lado.—Había olvidado lo bonita que eres a esta distancia.
—Y yo había olvidado lo cursi que puedes ser a veces.—Me acerqué a él sonriendo ante la burla que acababa de hacerle, queriendo besarle nuevamente y se resistió hasta que finalmente mordí su labio y volvió a besarme.—Me voy antes de que detengan a Chris.—Me asomé por la puerta observando como el moreno se encontraba hablando con el guardia, y cuando sus ojos chocaron con mi mirada, volvió a tirarse al suelo como minutos antes.
—Santa mierda.—Le escuché maldecir entredientes.—Esta vez si me he tirado fuerte.
—Me estoy cansando de esto, tienes suerte de que no te haya echado del hospital.—El guardia habló un tanto enfadado y Chris continuó tumbado en el suelo.
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Rebeldía II. (Luke Hemmings)
FanfictionTodo un verano había pasado, Mickie Irwin volvía a estar de nuevo en Holmes Chapel, donde todo se vino abajo tan solo unos meses atrás. Con su gran problema fuera de combate, las cosas podrían arreglarse pero, ¿qué pasará cuando descubra...