Rebeldía II. (Luke Hemmings)

40. Superarte.

                                                      40. Superarte.

Caminé hasta ellos después de haber tomado algunas respiraciones profundas y vi como Travis se encontraba delante de Chris y Ashton, separando a Ashton de nuestra madre y a Chris de terminar matando a Kai, cuyo ojo izquierdo se encontraba morado.

—Me gustaría saber qué es lo que estáis haciendo aquí. —Fueron mis primeras palabras cuando llegué a su altura y todos se giraron a verme.

—Hija... —Levanté la mano frenando sus palabras para después sonreír cínicamente.

—No quiero recordarte que no vuelvas a llamarme así —mascullé entre dientes conteniendo toda la paciencia en mi cuerpo, pero no podía cuando justamente aquellas dos personas se encontraban allí.

—No sé para qué pensáis que habéis venido, pero simplemente tenéis que iros, este no es el sitio adecuado para lo que sea que vais a decir.

—Kai me ha contado lo que ha pasado —confesó y miré de lado a Kai que me observaba con ojos apenados.

—¿Y qué? —Me encogí de hombros y mi madre bajó los ojos cansada antes de volver a dirigirse a mí.

—¿Van a presentar cargos? —Observé a mi madre durante unos segundos sin decir nada más.—Podemos negociarlo, ¿cierto? Podemos pagar la cantidad necesario para que no se atente contra él. —Mi siguiente acción fue reírme tan cínicamente como pude.

—Tienes que estar de broma, Kai casi mata a Luke.

—No fue intencionamente —farfulló Kai defendiéndose y elevé una ceja para el momento en el que Chris estaba a punto de arremeter contra Kai nuevamente, pero fue frenado por Travis.

—Su familia no sabe la historia, ¿pero sabéis qué? Voy a encargarme de que la sepan y ojalá te pudras en la cárcel algunos años. —Fueron las palabras de Chris mientras Travis aún seguía con su brazo por delante de él haciendo de barrera.

—¿A eso quieres jugar, Christopher Simpson? —Pestañeé un par de veces cuando mi madre pronunció el nombre completo de Chris. —Porque si esa historia es contada, sería admitir que Luke se encontraba también en aquella carrera clandestina, ambos irían a juicio, y a la cárcel donde habría que pagar sus fianzas... Adivina que familia puede pagar la custodia y cual no —casi se mofó y apreté los puños a los lados de mi cuerpo, miré a Kai que se mantenía a su lado sin decir ni una palabra.

—Ya encontraremos una manera para sacarle de ahí, no está solo, y su fianza será mucho menor que la de tu adorable hijo —dijo Chris mirándole con odio e ira.

—¿La encontrarás tú? No eres nadie, ni siquiera puedes mantenerte a ti mismo, Christopher.

—¿Sabes qué? Se acabó, ¿por qué no te vuelves a Francia? Porque desde luego la imagen que tenía de mi madre no es la que tengo hoy en frente de mí y quiero continuar conservando aquellos buenos recuerdos, por lo que honestamente te pido que te largues de mi vida y no vuelvas a ella nunca más —me dirigí a Emily, nunca pensé que podría dirigirme así a ella, a mi madre, y después de aquellos cuatro años en los que había pensado que toda la culpa era de mi padre, por hacer que mi madre nos abandonase, por convertirse en un monstruo, por hacer que nuestras vidas fuesen una completa pesadilla... Pero ahora teniendo a mi extrañada madre después de aquellos largos años podía ver que eran iguales y diferentes a la vez, pues pese a que ambos me habían hecho sufrir, uno de ellos sí tenía corazón, y desde luego no era mi madre, la cual parecía empeñada en destruir cada pequeño pedazo de aprecio que aún sentía por ella.