25. El mismo desastre de siempre.

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25. El mismo desastre de siempre.

El sonido del timbre me despertó sonando para mí como si realmente alguien estuviese golpeándome en la cabeza con algo, abrí los ojos con dolor y observé como la cabeza de Travis se encontraba apoyada sobre mi tripa mientras su brazo cruzaba esta, abrazándome. Sonreí enternecida cuando observé como su boca se encontraba entre abierta, se veía tan calmado y fuera de problemas, casi no podía reconocerle por su tranquilidad.

-Buenos días, princesa.-Me burlé mientras le mecía y abrió los ojos torpemente mientras me observaba desde mi tripa. Me incorporé un poco en la cama y una nausea me abarcó, y sabía que aquello era provocado por la droga que Ryan me había dado la noche anterior.

-¿Pero qué cojones hago así?-Fueron sus primeras palabras y le di una palmadita en la espalda.

-Alguien ha decidido optar la postura de chica, parece que soy yo quien lleva los pantalones en esta relación.-Contesté con burla, sabiendo que Travis podía matarme con su mordaz humor mañanero mezclado con su carácter de siempre.

-Te estás buscando problemas.-Se incorporó en la cama cuando el timbre volvió a sonar y me levanté para abrir la puerta, vistiendo el pijama de invierno que tenía en su casa.

-Buen...-Comencé a decir cuando observé a mi hermano parado frente a mí con una pose de triunfo parecida a la de Superman.

-Ya nos ha quedado claro quien marcó gol ayer.-Travis apareció detrás de mí observando a mi hermano que volvió a una postura normal mientras en su cara aún se mantenía una sonrisa de orgullo.

-Pero si Ash no jueg... Dios, esto es asqueroso.-Fueron mis palabras cuando me di cuenta de lo que "marcar un gol" significaba en el idioma masculino: sexo.

-Más bien cuatro goles.-Ashton confesó mientras entraba dentro de casa y observé su pelo totalmente enredado y su ropa arrugada.

-Maldito cabrón.-Travis golpeó su espalda felicitándole.-¿Cuatro veces con una jodida virgen? Realmente pecó anoche.

-Consistió en decirle que cada vez dolería menos y sería más placentero.-Ashton se tiró en el sofá y Travis rió roncamente.

-Esto es realmente asqueroso.-Hablé observando a mi hermano con el ceño fruncido.-Utilizásteis condón, ¿cierto?

-¿Quién te crees que soy? ¿Travis?-El aludido rodó los ojos mientras le lanzaba un cojín del sofá y le mataba con la mirada.

-Desgraciado.

-¿Y ahora con ella qué?-Quise saber y Ashton se encogió de hombros.

-¿Cómo que qué?

-¿Ha sido cosa de una vez?

-De cuatro.-Recordó orgulloso mientras reía, rodé mis ojos.-No sé, M, ya iré viendo como surjen las cosas. Ahora explícame tú porque Kai no te llevó a casa anoche y le vi deambulando solo por ahí.

(...)

-Creo que por primera vez en tu vida, estoy de acuerdo con lo que has hecho.-Beezus confesó y sonreí mientras negaba.

-Siempre has odiado a Luke.

-No es odio, es que simplemente no entiendo por qué estabas tan enganchada con él, es decir, se comportó como un imbécil cuando llegaste a Holmes Chapel, porque déjame recordarte la manera en la que nos conocimos, estabas rota en esta cafetería, y luego el niñito de ojos azules fue a buscarte, te dijo cuatro palabras bonitas y le perdonaste, ¿en serio, M? Ese, de tus grandes errores, fue el más grave.

Rebeldía II. (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora